Capítulo 3

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22/02/2010

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22/02/2010

—No estoy jugando ahora Skye, estoy en la escuela y tengo que dar una clase en unos minutos —contestó molesto con su hermana por llamarlo por onceava vez ese día.

Dio vueltas por el patio central del edificio educativo que milagrosamente se hallaba desierto dado que los alumnos estaban en clases.

—¿Qué hay de malo? Tú eres el único que cree que a unos chicos de quince años les importa calcular la energía mecánica... habla conmigo solo un rato por favor. Me siento sola.

Suspiró exhausto. Amaba a Skye, pero sus emociones desequilibradas empezaban a ser un problema y acabaría siendo un foco de riesgo para ella o el bebé en su vientre. Él y Clyde lidiaban con los rutinarios llantos de la mujer, a veces lo llamaba para preguntarle si creía que su amigo la engañaría o si se veía atractiva a los ojos de un hombre y terminaba llorando nuevamente aunque Asher insistiese en que era una mujer hermosa; también extrañaba desesperadamente a la madre de ambos, pensaba que su hijo no la querría y a toda esa dramática rueda de depresión desde la semana pasada que se sumaba el hecho de que ella se sentía sola cuando no había alguien en la casa e incluso cuando estaba con ellos.

Skye se había mudado a Tucson hacía apenas unos meses y vivía con él en su casa, algo que no le molestaba en absoluto, pero no tenía amigos o conocidos con quiénes charlar ni pasar el rato. Habían intentado incluirla en un grupo de madres primerizas y... terminó terriblemente, ya que una de las miembros tenía un carácter explosivo decidido a estallar en contra de su hermana menor.

Asher cumplió el capricho de Skye hasta que no le quedó más remedio que colgarle para ir a impartir clase a sus queridos alumnos, que como ella había dicho, no estaban interesados ni en fingir que les interesaba algo acerca de la energía mecánica. Pasó el resto de la jornada dándole vueltas a la situación, en definitiva necesitaba ayudar a su hermana a conseguirse un amigo y le entró nostalgia al sentirse como cuando iban a primaria; recordaba como la acompañaba a presentarse a sus compañeros porque su madre le había dicho:

"Ayuda a tu hermanita a encontrar amigos, eres el hermano mayor y tienes que cuidarla muy bien".

Bueno, el hermano mayor no tenía idea de qué hacer. Al regresar más tarde a su casa se le ocurrió algo y llamó a Erin mientras buscaba todo para ducharse.

 Al regresar más tarde a su casa se le ocurrió algo y llamó a Erin mientras buscaba todo para ducharse

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Tú + Yo= YellowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora