Capítulo 9

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Tomó las llaves de su hogar y del auto del comedor, pasó frente a su espejo del pasillo para verse una última vez su aspecto. Camisa azul marino con tres botones desabrochados, mangas remangadas a los codos, pantalón y botillas negras, peinó su cabello una vez más y continuó.

-Ya sabes sus horarios, pero aun así los anoté y dejé sobre el refrigerador -Dijo abriendo la puerta cuando su amigo caminó con Jayla en brazos.

-Estaremos bien, lo prometo -Hans acarició a Jayla de la mejilla para hacerla sonreír y que le pescara de su dedo.

-Adiós hermosa -Jack besó la frente de su bebé.

-Adiós hermoso -Hans le bromeó.

-Cállate -Iba a cerrar sin antes de decir algo más -Te ofendería, pero gracias a tu última estúpida presencia, estoy saliendo de casa.

-Ya largo -Hans le cerró la puerta para que este se retirara.

De pasar su apartamento a su auto, ahora estaba esperando fuera de la casa de la platinada. De pie y recargado contra su auto estaba recordando de nuevo lo que era ir por ella a su residencia universitaria.

Besarla en cada saludo y envolverla a sus brazos para apegarla más......Y ahora sólo se conformaba con besarle su mejilla.

Cuando salió, miró lo hermosa que lucía en un vestido de manga larga azul marino, unas zapatillas sencillas a juego con el vestido y su cabello suelto.

-Hola, perdona si tardé.

-Para nada -Se acercó a besar su mejilla - ¿Cómo estás hoy?

-No podía dormir, terminé tarde de hacer detalles a una de las salas del edificio que al final no conciliaba el sueño ¿Se notan mis ojeras?

Jack miró con atento a su rostro con una expresión relajada, llevó su mano a su mejilla para acariciarle bajo su ojo con su dedo pulgar.

-No, no hay ojeras.

Se separó con media sonrisa para abrirle la puerta de copiloto, dejando en ella un cosquilleo a su estómago.

Iniciaron esa tarde en una cafetería donde compartieron snacks mientras hablaban sobre el trabajo, ideas y también sobre estos días.

-Estaba molesta -Elsa se reía con suavidad – Odio las sorpresas y no me esperé encontrar a mi hermana dormida en mi casa cuando quedó de verse con su novio.

-¿Te asustó o ....

-Peor, me enojó. Estaba muy cansada y lo primero que quería llegar a casa era dormir en mi cama y lo primero que veo es a ella en un sueño profundo.

Tomó un pedazo del pan con queso derretido del plato entre ambos justo cuando una camarera se acercó a dejarle una rebanada de pastel con una fresa encima.

-Ah disculpe, no ordené esto – Elsa dijo.

-Ya se lo han pagado -Ella sonríe y se aleja.

Elsa mira a Jack y este se encogió de hombros con una sonrisa.

-Ya escuchaste, te lo pagaron.

-Pero....Gracias -Elsa miró la rebanada con ternura -¿Compartimos?

Jack asintió e iba a tomar su tenedor, pero Elsa se adelantó a plantarle en frente su tenedor con un pedazo de pastel. La miró a sus ojos y ella a él con un toque tan tierna y sensual que ella lograba.

Se inclinó y aceptó el pedazo en sus labios.

Saliendo de aquella cafetería estaba el atardecer, ambos caminar por las calles siguiendo hablando de ellos, cruzaron a personas, rodearon la cuadra, entraron a una exposición de arte abierto al público.

Se busca mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora