Capítulo 22

1.2K 158 35
                                    

Santo cielo, su cuerpo no se movía a no ser para temblar de brazos y piernas. La mujer castaña frente a ella se daba cuenta de lo que le estaba pasando, miró a la dirección de Hans y al elevador donde estaban esperando también la asistencia de la rubia.

Ella intentó hablar mirando un punto fijo camino a donde estaba Hans, miró de nuevo a la platinada sabiendo que no podía sola con esto.

-Llama a Nicolás para que se el jefe de cirugía de Elsa ¿Escuchaste? -Rapunzel empezó a caminar en dirección a la habitación – Dile que se encargue de ella y que yo estaré lo más pronto posible con él ¡Anda!

Maren apresuró su paso para entrar junto a sus compañeros que se llevaban a Elsa, Rapunzel la miró una última vez confiando que empezarán a tiempo con ella, pues ahora el ritmo cardiaco de Hans estaba colapsando.

Entró apresurada para que después cerraran su puerta, Rapunzel observaba que sus latidos eran muy veloces.

-¿Ya le suministraron.....-Rapunzel iba a preguntar, pero entonces su latido dejó de ser registrado en sus niveles para ser aquella línea recta que temía la rubia – No, Hans, no ¡Abran paso!

Rapunzel tomó los desfibriladores que le acercaron, se hicieron hacia atrás los enfermeros para cuando esta colocó en su pecho descubierto la carga que hizo dar ese pequeño brinco.

Miraron que no había respuesta.

-Suban -Rapunzel ordenó para volver a acercar los desfibriladores que de nuevo lo hicieron brincar -Hans, te lo suplico.....quédate -Se murmuró aguantando las lágrimas al borde de sus ojos.

-Creo que será mejor registrar la hora de....-Un interno miró hacia el reloj de la habitación, pero Rapunzel lo interrumpió.

-No, aun no porque no se irá -Rapunzel cargó -Una más ¡Vamos!

Cargaron una vez más y ella aguantó el aire en su cuerpo cuando se acercó nuevamente a su pecho. Brinco una vez más para que el ritmo cardíaco volviera a aparecer.

Liberó una bocanada de aire la rubia sintiendo una inmensa paz.

-No le pierdan la vista, es su responsabilidad en lo que me ocupo de otro paciente ¿Si Ryder?

-De acuerdo, doctora Corona.

En aquella sala a donde tuvieron que quedarse quietos, Jack miraba a Anna que estaba intentando no llorar, pero cada minuto se estaba limpiando las lagrimas que apenas resbalan a sus mejillas.

Este sentía también un dolor que no podía apaciguar sin tener un resultado que le asegurase la vida de dos personas que amaba, suspiró tomando aquel valor de ponerse en pie para caminar hacia la mujer.

Ella miró a otra dirección limpiando otra lagrimas mientras el peliblanco tomaba asiento a su lado.

-Sé......Sé que no he demostrado ser alguien bueno para ella -Murmuró con ronca voz el ojiazul – Y sé que no habría razón para que me crean, pero quieran hacerlo o no, yo......yo sé la verdad sobre lo que siento por ella, la amo desde mucho tiempo.

-Si la amas ¿Por qué la engañaste? -Ella dijo con su voz cortada mientras fruncía su ceño.

-Fui impulsivo aquella noche que lo hice y.....de verdad quería seguir con ella, pero sólo me sentía asqueado conmigo mismo cuando fingía que nada pasaba y no quería que ella me viera sin saber la verdad, tiempo después fue cuando Tooth me buscó para iniciar una relación que realmente nunca se inició y nunca fue estable.

-¿Y esa noche? En tu apartamento después de la comida en mi casa -Anna insistió.

-Fui permisivo con ella para ver a Jayla y sé que estuvo mal y de verdad me arrepiento también -Jack la miró – Si estaba ahí, seguía siendo por la anemia......mira, créeme o no de verdad, pero hay muchas cosas que me arrepiento en esta vida, pero jamás el haber tenido a mi hija y......que Elsa me volviera amar y yo a ella junto.....a otro hijo.

Se busca mamá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora