Tenía su mirada perdida en aquellos papeles, no escuchaba la voz de la señorita frente a él y sentía un gigantesco cambio en su pecho con el corazón no era más rápido, pero sus latidos los sentía más fuertes.
-¿Joven Frost? -Levantó la mirada el otro para observarla - ¿Todo en orden?
-Yo....-Tragó un nudo – Yo sigo sin entenderlo..........¿Se fue?
-Nadie la ha atendido en este hospital y por lo tanto no teníamos algún registro de que ella quisiera dar en adopción al bebé -Señaló nuevamente un papel doblado color lila – Cuando pasaron sus días para aliviarse se fue sin que nadie la diera de alta y dejó esta nota con su número diciendo que era el padre.
El ojiazul miró su ante brazo después de asegurarse de que era el padre tras una prueba de sangre, pues él no tenía idea de que su expareja estaba esperando un hijo suyo.
-Lo lamento, pero si quiere que pidamos una orden para....
-No -Levantó levemente la mano -No quiero saber de ella, soy el padre y......y quiero cuidar de mi bebé.
La mujer asintió y siguió escribiendo para después dejarle a él los papeles.
-¿Usted......no lo sabía? -La mujer le preguntó y el ojiazul levantó levemente la mirada extrañado – Me refiero a que si nunca supo del embarazo o sí lo sabía y......
-Nunca estuve enterado, de haberlo sabido en un inicio.......-Jack sintió el pecho hueco – A pesar de que ella y yo tuvimos nuestras diferencias, no me hubiera apartado de ella de saber que esperaba un hijo nuestro.
-Lo importante ahora es que lo sabe y que se hará responsable -La mujer le miró con dulzura – No siempre el padre lo reconoce aun cuando es suyo y cuando estaba enterado del futuro hijo, vamos.
Minutos más tarde, Jack estaba cargando a su bebé en brazos. No evitó que sus ojos resplandecieran por sus lágrimas acumuladas mientras sonreía.
-Hola hermosa -Jack le habló al acunarla con suma delicadeza en sus brazos – Soy papá....Estás preciosa.
-Le daremos algunos números de nuestros pediatras para su cuidado, le daremos unas instrucciones más de la fórmula de leche que deberá tomar su bebé y algunas especificaciones más -Dijo la doctora.
-Claro -Jack asintió sin dejar de ver a su bebé. Una niña castaña y de ojos azulados como los suyos.
Jack no quería apartarse de ella.
Cuando terminaron con el procedimiento en el hospital, estaba esperando en la sala mientras cargaba con su bebé en brazos y con una pañalera que también su expareja dedicó a hacerle antes de su nacimiento.
Levantó la mirada cuando miró las figuras de quienes esperaba en la sala.
-Oh cielos, es una niña-Dijo el castaño frente a él mirando los brazos de Jack.
-Es una hermosa bebé -Dijo el pelinaranja - ¿Puedo?
-Claro -Jack le entregó a la bebé con suma delicadeza a los brazos de sus amigos.
-¿Cómo se llama? -Preguntó el castaño mirándola aún.
-Jayla – Suspiró -La nombré Jayla.
-¿Quién es una hermosa bebé? Jayla lo es -Dijo el pelinaranja con ternura.
-¿Eso es todo?
-Sólo dejó una pañalera con algunas ropas, Hiccup -Dijo reajustándola a su hombro – Ni siquiera una cuna para ella.
-Cállate, te ayudaremos a conseguirla.
-Hans, no tengo demasiado dinero ahora y.....
-No te estoy pidiendo dinero, como si antes tú no nos hubieras ayudado mucho antes.
Los tres siguieron mirando a la bebé justo cuando una mujer se acercó a ellos.
-Gracias, gracias en serio por adoptarla -La mujer dijo ganando una mirada extrañada de los tres – Estoy mil veces a favor que una pareja homosexual adopte a quien no quiere un hijo viniendo de heteros, son un ejemplo a seguir.
-Cariño, déjalos -Un hombre la atrajo para seguir avanzando.
Hiccup no resistió resoplar para reírse mientras que Jack y Hans lo miraron con molestia y apatía.
-Ya vámonos -Hans dijo entre dientes.
Esa noche Jack colocó todas las almohadas posibles del otro lado de su cama para cuando recostó a Jayla, él tomó una gran distancia para no acercársele mucho al dormir.
Pero su sueño no fue mucho cuando esta se levantaba a pedir alimento entre llantos.
A pesar de las instrucciones que le dieron de cómo alimentarla, las pausas que debía hacer para hacerla eructar y de evitar que se derramara la leche a sus mejillas, todo esto era más complicado cuando creía que ya se había alimentado bien y una hora después seguía llorando.
O después tenía hipo que no la dejaba dormir.
Jack sentía su mundo reducido en trabajo y bebé.
Apenas llevaba un año trabajando como arquitecto, Hans quien era su compañero de trabajo lo cubría algunos días que cuidaba a su bebé e Hiccup a veces era el niñero encargado cuando Jack trabajaba y él tenía libre en la veterinaria donde trabajaba.
Una noche que se quedaron los tres reunidos en el apartamento del peliblanco, esa noche la primera vez que lloró Jayla, fue Jack quien la atendió.
La segunda ver fue Hiccup quien le cambió el pañal y la tercera fue Hans quien la arrulló en brazos una tercera vez que no podía dormirse la bebé.
Apenas los tres podían mantenerse despiertos cuando la atendían.
Hiccup quedó dormido en la sala junto a Hans, cuando se giró el castaño queriendo agarrar un cojín, había tomado el brazo de Hans.
Ambos se miraron con rareza apartándose y gruñendo para que se quitaran.
-Vete al otro sofá -Le dijo Hiccup – Apestas a vómito.
-Yo estaba primero aquí después de que Jayla me vomitara -Hans olfateó la playera que le prestó Jack.
-¿Pueden callarse? Jayla ya se quedó dormida -Jack se levantó del suelo donde dormía puesto que toda su cama era para la bebé y no quería hacer un mínimo movimiento para despertarla.
-El apartamento es muy amplio, muévete -Hans le empujó a Hiccup.
-Ashh -El castaño tomó el cojín y se durmió en otro sofá más chico.
Los días estaban pasando de ritmos muy diferentes.
Jack dejó una segunda habitación libre para que fuera la habitación de su bebé. Una tercera era su oficina cuando trabajaba en el apartamento.
-Te prometo -Jack bañaba con delicadeza a Jayla en una tina para bebés – Que viviremos en una casa, una en privada con muchas zonas verdes donde jugaremos.
La bebé miraba a Jack y este la miró a ella con ternura, se acercó para besar su frente y seguir bañándola.
Cuando la durmió en su cuna, cayó sobre su cama cansado y sabía que no duraría mucho en dormir. Miró a su lado en la gran cama que tenía.....
Miró el otro lado vacío.
Imaginó compartir esa vida con alguien, que existiera ella en su vida. Estiró su mano imaginando alguna vez que su ex pareja no hubiera tomado esa decisión, que no se hubieran distanciado y que hubieran compartido esa vida juntos.
Pero recordó la razón de no seguir con ella y olvidó ese deseo, simplemente pensó en si conocería a alguien quien lo amara con el estilo de vida que tiene.
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Se busca mamá.
FanfictionNo existe ningún manual de "cómo ser papá" y mucho menos uno de "cómo ser papá el día que nace tu hijo y tú no lo sabías". Este es el caso de Jack, un padre joven de 26 años que cuida de su bebé de un año. La madre en un movimiento inesperado el dí...