Se busca mamá.

Capítulo 13

-¿Y eso qué tiene que ver? Créeme que los doctores no recuerdan a los bebés recién nacidos si no llevan una continuidad -Escuchó a su prima por una llamada.

-Yo creí que podría haber encontrado al doctor que recibió a Jayla -Se excusó Jack, pues no le explicó a su prima con la verdad de la razón por la que no fue al hospital donde ella trabaja – Fue rápido y me pidieron volver por ser ya quienes me atendieron.

-Como sea, aquí también cuentas con más ayuda.

-Gracias -Sonrió, pero se sintió mal de mentirle -Ya te dejo, ya estoy por llegar con Elsa.

-Disfruta la comida y me saludas a Elsa -Estaba a punto de colgar -Oh besa a mi sobrina de mi parte.

Terminó la llamada con una sonrisa, siguió manejando con calma hasta llegar a la dirección de una blanca blancas de puertas negras. Miró a Jayla por el reflejo de su espejo para verla adormilada.

Tenía abrazado de su brazo el peluche que Elsa le regaló, iba a salir justo cuando recibió una llamada. Miró el nombre y sólo le quedó suspirar al responder.

-¿Todo bien, Tooth?

-Hola Jack -Escuchó cómo se aclaró su garganta - ¿Cómo está Jayla?

-Bien, está queriendo dormirse.

-Justo encontré una lista de frutas que le pueden ayudar, ahora mismo te lo envío.

-Gracias -Murmuró.

-También estuve preparando algunas de esas frutas y conseguí unos tés que puede tomar tibio ¿Podría pasar en la noche?

-¿Cómo a qué hora?

-A las 9, pasaría rápido.

No, no podía ir, no podía seguir viéndola y tenía que detener ya esto.

-Claro, pero sólo a dejarlo.

-Gracias, Jack, en serio.

El peliblanco acabó la llamada y decidió salir del auto. Esperó unos segundos cuando Jayla apoyó su mejilla en el hombro de su papá. Este le acarició su cabeza con suavidad justo cuando abrieron la puerta.

Aquella cálida sonrisa lo recibió con ternura.

-Que emoción verte de nuevo y de papá -Dijo la hermana menor de Elsa.

-Cuanto tiempo, Anna -La saludó besando su mejilla.

-Sólo ha pasado una hermosa bebé que cumplió dos años -Dijo con sarcasmo para mirarla ahora -Hola hermosa.

La niña la miró y sonrió con ternura.

-Entren, Elsa está en la cocina y todos los demás en el jardín.

Jack entró y se encaminó al jardín donde miró unas mesas con manteles y asientos blancos. Habían algunos globos amarrados a macetas mientras había gente hablando y comiendo.

Kristoff se acercó a saludar al peliblanco y a su hija para que después de un rato apareciera la platinada usando un vestido azul marino sencillos y unas botillas marrones.

-Hola -Elsa los saludó -Disculpa que no te abriera, estaba vaciando las ensaladas que preparé.

-No te preocupes.

Elsa miró a Jayla cansada y con una débil sonrisa.

-¿Todo bien, pequeña? -Ella quiso hacerla sonreír acariciando su mejilla, pero la bebé se quitó para apoyar su mejilla de nuevo en el hombro de Jack - ¿Sigue enferma?