Durante la mañana se la pasó fingiendo que estaba ocupada, pese a que insistía e insistía que no la distrajeran de la laptop ciertamente aquel documento de Word estaba totalmente en blanco.
Como su mente.
Cuanto más pasaba el tiempo más claro quedaba que no avanzaría jamás en su documento, al menos no ese día. Momo suspiró frustrada y no por su incapacidad de avanzar en su trabajo, aquello era más bien el producto de su pequeña conversación con Todoroki el día anterior que se habían encontrado en la salida de la escuela.
"—Parecías... Celoso.
—¿Qué pasaría si fuese así?
Aquello la había tomado como quien dice con los pantalones bajados. En ese momento ella no sabía que opinar exactamente, una sola pregunta cargada de sinceridad había bastado para dejarla en shock. Así que no pensó bien lo que respondió.
—Bueno, es normal ¿no? Que un esposo se sienta celoso por su esposa.
Ella no podía sacar de sus recuerdos la mirada que le lanzó el contrario en respuesta, el como sus labios se aplanaron en una línea y casi, casi podía ver la incredulidad dibujada en su rostro.
—¿De verdad me ves como tu esposo, Momo?"
Su cara se pintaba de carmín y terminaba siendo ocultada por sus manos cada que recordaba eso ¿¡qué rayos había pasado en ese momento!?
Si no fuera porque Haruo había llegado justo en ese momento, seguramente no habría podido seguir sosteniendo la mirada intensa de Shouto.
—Señora Todoroki... —parpadeó al escuchar la voz de Haruo llamarla.
—¿Qué sucede?
—Terminé la tarea —dijo. Habían hecho un trato, si terminaba la tarea podía ver televisión por la tarde. Obedientemente hizo la tarea y ahora quería su recompensa.
—No te sientes cerca del televisor. Procura mantener la distancia de la pantalla Haruo.
—¡Sí!
Momo lo vió correr hasta la sala y sonrió, era un niño encantador. Aquella felicidad no duró mucho al darse cuenta que Shouto no estaba ese día con ellos; estaba en el tribunal de justicia haciendo su labor. Cuando pensaba en Shouto inmediatamente pensaba en ese incidente y aquello la ponía en blanco.
—Celoso... —susurró. La única forma en que Todoroki estuviese celoso sería porque él...
Santa madre.
Momo llevó una mano a su frente ¿Quizás él tenía sentimientos por ella? No, aquello era improbable.
Siempre habían sido buenos amigos, confiaban entre ellos y por eso le habían confiado la vida al otro en matrimonio, un matrimonio sin amor pero que aún así era feliz. La probabilidad de enamorarse después del matrimonio no era algo que se planteó entre ellos alguna vez.
Momo sacudió la cabeza en negación, estaba dándole vueltas al asunto. Si ignoraba aquel asunto ciertamente desaparecería. Aliviada por un segundo, se dirigió a la cocina en busca de hacer la lista de compra.
—Haruo —llamó al niño, pasaron alrededor de unos cinco minutos cuando él apareció frente a ella.
—¿Sí?
—Hay que ir al supermercado a comprar.
—¿...Sí?
Momo se ríe al ver que no entendía la indirecta, entonces acaricia el cabello del menor quien estaba confundido.
—Tienes que venir conmigo.
Puede ver entonces como su mirada se llena de decepción al instante, él quería seguir viendo la televisión.
—Pero me gusta estar aquí —hace un puchero, dándole su mirada más insistente.
—Sí, pero no te puedo dejar sólo ¿verdad? —responde la mayor, Haruo desvía la mirada ante ese hecho. Si tan solo el señor mentita estuviera en cada en esos momentos...— Anda, vayamos al supermercado, puede que te compre algo que te guste —añadió Momo con una sonrisa, Haruo se vio tentado.
—¿Cómo qué? —Momo suspira, los niños hacían muchas preguntas por lo visto.
—No sé ¿un dulce? Puede que veas algo que quieras.
—De acuerdo —el niño asiente convencido, en casa no podía conseguir que le compraran un dulce.
Momo buscó sus cosas; entre ellas su bolso y las llaves. Tomando de la mano de su hijo salió de la casa para encontrarse con una escena que jamás pensó que le provocaría tal sentimiento.
Shouto se encontraba hablando con una mujer, de aspecto laboral y cuyas pestañas largas se movían al compás de sus parpadeos coquetos. Era una mujer hermosa.
—¡Señor mentita! —Haruo saludó, ajeno a la tensión que Momo emitía desde el umbral de la casa.
Shouto se dio la vuelta y saludó también. La mujer al ver a Momo y al niño sólo sonrió de la manera más simple que podía.
—Bueno, nos veremos otro día Todoroki-san —ella le guiña un ojo y contoneando suavemente las caderas regresa a su auto para marcharse del lugar.
—¿Le pasa algo señora Todoroki?
Momo sale del trance gracias a la voz del niño, siento como su frente estaba arrugada sin haberse dado cuenta su mirada se había endurecido por lo visto. Algo que resurgió de su interior le tenía en esos momentos con un dolor en su pecho.
Tenía que pasar por la farmacia luego por lo visto.
—No —ella niega con una sonrisa. Haruo se siente intranquilo al verla sonreír de esa manera, no parecía ser la misma sonrisa que hacía siempre.
—¿Van a salir? —Shouto pregunta, Haruo asiente y Momo solo le mira inexpresiva.— ¿Quieren compañía?
—No creo que sea necesario, seguramente está cansado —ella sonríe simple.
—No es problema —asegura.
—Bueno, entonces vamos.
Tanto Haruo como Shouto hablaban por todo el camino, mientras Momo era prisionera de sus sentimientos. Ella no entendía porqué estaba molesta; lo primero que pensó fue que estaba celosa pero aquello simplemente no podía ser. Muchas veces vió a Shouto hablar con mujeres de lo más hermosas y espléndidas, sacadas de revistas de modelaje, jamás se sintió así al verle hablar con ellas.
Será quizás ¿un mal presentimiento? Los labios de Momo se tensaron ante tal pensamiento, si aquello era así entonces debería advertirle a Shouto que tuviese cuidado con esa mujer aunque no tuviera ni idea del porqué.
Pero ella se preocupaba de pensar que algo malo pudiese ocurrirle, negó levemente con la cabeza para ahuyentar cualquier pensamiento negativo. Las cosas estarían bien, él estaría bien aún cuando en esos momentos parecía estar molesta no podía dejar de pensar en Shouto.
Al verlo de reojo sonriendo suavemente hacia el niño, no pudo evitar sonreír también.
Su enojo parecía transformarse en un sentimiento de lo más suave y cálido.
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Cuando me ames | Todomomo
FanfictionAU quirkless | Boku no hero. Ellos se habían casado. No porque se querían, ni porque se amaran. Tampoco era un contrato de negocios entre sus familias o un accidente que hicieron ebrios en algún lugar de Las Vegas. Simplemente se habían casado. O es...