Capítulo 33

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El día en que podría conocer al bebé de su amiga Intelli por fin había llegado. Momo esperaba nerviosa en el pasillo del piso del hospital donde ella había dado a luz, en sus manos llevaba una bolsa de regalo con unas cuantas cosas para el bebé.

Mientras esperaba visualizó a un hombre llegar y sentarse junto a ella. Él le sonrió levemente y sus oscuros ojos se posaron sobre los suyos.

—Debes ser la amiga de Saiko —dijo mientras le extendía la mano— Soy su esposo, Shindou Yō. Un gusto conocerla.

—El placer es mío, soy Todoroki Momo.

Ella estrechó su mano con la de él sintiéndose menos tensa por su presencia.

—Gracias por venir, Saiko habla mucho sobre ti —Yō llevó una mano atrás de su cabeza— Me gustaría haberte conocido antes pero estaba muy ocupado, tuve que despejar toda mi agenda para tener tiempo y conocer a mi bebé.

—Felicidades, debe estar muy feliz.

—SÍ —Yō carraspeó un poco para bajar su emoción a lo que Momo soltó una suave risa— Estaba muy feliz cuando Saiko me dijo que estaba embarazada, de verdad quería expandir mi familia con ella.

—Ya veo, Intelli-san dijo algo similar y me alegre mucho por ustedes. Espero que el bebé crezca felizmente.

—Gracias, amo mucho a Saiko. Cuando me casé con ella tomé su apellido; quería que mis hijos también tuvieran el suyo.

Momo se vio conmovida por la dulzura con la que él hablaba.

—Se nota que la quiere mucho —le dijo, de repente bajó la mirada al suelo en silencio meditando sobre algo.

—¿Sucede algo?

—No, todo está bien —no es como si deseara hablar sobre sus problemas con alguien a quien acababa de conocer.

—Saiko solía decir lo mismo cuando pasaba por situaciones —Yō apoyó su espalda sobre el respaldo de la silla. Momo no dijo nada y él siguió hablando— A veces nos cuesta afrontar cosas. Yo tengo miedo, a pesar de que deseaba tener un hijo tengo miedo de no ser lo suficiente para el bebé.

Momo pudo de cierta forma entenderlo, ella también tiene miedo de no ser lo suficiente.

—Pero es normal —aquellas palabras de Shindou la sorprendieron— Tener miedo, pensar en que no somos suficientes. Son pensamientos frecuentes que llegan a nuestras mentes pero de alguna forma u otra somos capaces de cambiar eso.

—Yo... tengo miedo de no saber lo que estoy haciendo.

Momo le miró un tanto desanimada, tenía miedo de no ser una buena madre, de que incluso su amistad con Shouto terminara aunque ya lo habían hablado, ella seguía sintiendo miedo.

—Todos tenemos miedo, sólo hay que aprender a afrontar las cosas —Yō miró hacia el techo con una sonrisa— Eso es lo que pienso, voy a esforzarme para ser un buen esposo y criar de la mejor manera a mi hijo.

Ser un padre primerizo asustaba. El pensar en equivocarse y no saber que hacer asustaba.

El matrimonio también daba miedo.

—Creo que lo entiendo, a veces tengo miedo de no ser lo suficiente para mi hijo y mi esposo —de pronto hablar se sentía más liviano que antes— Cometí errores y tengo miedo de seguir cometiendolos. Fracasar, llorar y ver que no puedo avanzar.

—No soy un experto en el tema —dice el contrario, mientras ve a una enfermera salir de la habitación de Saiko— Pero nadie nace aprendido, el formar una familia se aprende con el tiempo pero es un trabajo en equipo, sin embargo pareces estar tan metida al asunto de querer hacer que las cosas funcionen por ti misma. Tú y tu esposo deben esforzarse, de esa forma verás que las cosas entre ustedes pueden mejorar.

—Sí, así es —ella asiente sintiéndose mejor aunque en su rostro aún se reflejaba ciertas dudas.

—Bueno basta de caras largas ¿piensas conocer al bebé luciendo así de triste? Venga ánimos —sonriente Shindou se levanta de su asiento y se detiene frente a una Momo confundida— A ver una sonrisa, vamos sonríeme.

Ella sonríe disipando toda tristeza de su rostro, tenía razón, iba a ver a su amiga y no quería lucir ni una pizca de triste frente a ella.

—Gracias —Momo se levantó de su asiento— bien, vamos a ver a Intelli-san.

La tarde transcurrió de maravilla para Momo, cuando por fin pudo conocer al pequeño Ikki.

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—Pienso que a este punto deberías contratarme como tu niñero por excelencia.

Denki le pasó una taza de café a Momo mientras en la sala, Haruo jugaba con la pequeña Chiaki quien parecía le había tomado un gran cariño al niño.

—Lamento las molestias, pero Shouto está trabajando y hoy era un día de feriado en la escuela. Si iba a visitar a Intelli-san debía ser hoy.

—No te preocupes, Haruo es un niño muy bueno —Denki sonríe mientras levanta el pulgar— Es bastante obediente, a diferencia de Tatsuki, ese pequeño terremoto... mi casa tiembla cuando Camie y él me visitan.

—Puedo imaginarlo —Momo se ríe, parece que Tatsuki tenía un genial característico de su padre.—Ah, por cierto compré un vestido que creo podría quedarle bien a Chiaki-chan.

—¿Bromeas? —Denki se hizo el ofendido— ¡Obviamente le quedará bien! Mi dulce Chiaki es la más linda de todo el universo.

—Sí, es verdad —no podía evitar sentirse feliz por Denki, las cosas habían mejorado para él. Ahora había regresado a su trabajo y Chiaki iba creciendo con mucho amor, tenía un padre que daría todo por ella.










Cuando me ames | TodomomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora