Hubo un silencio cuando los presentes en aquella sala escucharon los pesados pasos de alguien aproximarse. Shouto contuvo la respiración por un momento en cuanto vio la figura de su progenitor entrar a la sala con esa imponente presencia que muchas veces en su juventud le obligaron ver al suelo nada más.
—Ho-Hola suegro ¿cómo se encuentra su salud? —Momo pasó saliva cuando Enji le dedicó una mirada gélida.
—En serio te casaste con ella —habló mirando hacia Shouto, Momo aplanó sus labios en un intento de mostrarse herida por el hecho de que le hubiese ignorado enfrente de todos.
—Sí. Ella es Todoroki Momo —le respondió en el mismo tono gélido, al ver a su padre así Haruo sintió más frío todavía.
¿Esa persona era su abuelo?
—Touya dijo que habías tenido un hijo.
Enji y Shouto tenían un duelo de miradas. Natsuo y Fuyumi se mantuvieron al margen, sin embargo no podían evitar sentirse intimidados también.
—Mi hijo está junto a mi esposa —le aclaró. Enji dirigió su mirada hasta la mujer que sujetaba la mano de un niño de cabello negro y brillantes ojos verdes.
Ver aquello hizo que Enji soltara un monosílabo despectivo.
—¿Dónde está? Yo solo veo frente a mí un mocoso —Shouto arrugó la frente confundido. Entonces lo entendió; que su padre creía que él y Momo habían tenido un bebé.
—¿Touya no te dijo que adoptamos?
Una risita burlona se escuchó en la sala. Natsuo sudó más de repente, aquella mirada que su padre tenía no significaba nada bueno.
—Entonces te casas de un día a otro con esta mujer y para el colmo le das el apellido Todoroki a un bastardo ilegítimo cualquiera... lo que hay que ver.
Sorprendida Momo cubrió los oídos de Haruo para que no siguiera escuchando.
Aunque Haruo no podía escuchar nada más aparte de lo que había dicho el señor gruñón, si pudo ver la furia que emanaba su padre. Podía ver en esa mirada el enojo que muchas veces vió en otras personas que se dirigieron a él.
Solo que esta vez, ese enojo no era para él.
—Cuñada, vamos, sal de aquí ahora —Fuyumi tomó la mano de Momo y la sacó con rapidez de la casa. Detrás de ellas Natsuo las seguía con Haruo en brazos.
La discusión entre padre e hijo era algo que simplemente ni ella ni Haruo debían presenciar.
Cuando salieron el frío aire se llevó las lágrimas de Momo quien se encontraba temblando. Jamás de los jamases vio mal a su suegro, siempre quiso agradarle y establecer un vínculo de respeto con él. Pero simplemente él no la aprobaba y cuando escuchó cómo le había llamado a su hijo, oh Dios, aquello se sintió como mil agujas en su corazón.
—Cuñada, estamos tan apenados por... —Natsuo se vio interrumpido por Momo, quien tenía la mirada cristalina.
—No... no voy a permitir que le vuelva a llamar así en mi presencia —Momo frunció el ceño, dispuesta a no dejar pasar aquello. Ciertamente le diría en la cara a su suegro que no tiene ni un derecho a tratarla de esa manera, mucho menos a su hijo— Haruo... cariño ¿te encuentras bien?
Pero Haruo no sentía nada especial en esos momentos.
—Haruo-kun, disculpa al abuelo por lo que dijo... él tan sólo... —Fuyumi trató de encontrar las palabras correctas para expresar lo sucedido.
—¿Por lo que dijo? —las manos del niño rodeaban el cuello de su nuevo tío mientras caminaban hacia otro lugar alejándose de la residencia Todoroki.
—Ya sabes... cuando dijo... —Momo se mantuvo callada ante aquello.
—Ah, no importa. Ya había escuchado antes esa palabra.
—¿Cómo? —Momo abrió los ojos sorprendida.
—Antes tenía otros papás —comenzó a explicar el niño como si nada— cuando ellos se enojaban decían esa palabra.
Los tres adultos guardaron silencio.
—¿Te decían esa palabra? —preguntó Momo molesta.
—... —Haruo asintió.
—¿Todos los días? Qué horror —Fuyumi sacudió la cabeza en desaprobación.
—Habían noches... cuando todo estaba en silencio y mamá lloraba en el sillón, habían muchas cosas en el suelo y estaban rotas —Haruo bajó la mirada— Yo me acercaba y la escuchaba decir si tan sólo no hubiera tenido a ese bastardo.
Momo cerró los párpados, todo el enojo que retenía en esos momentos le estaba dando dolor de cabeza.
—Un día, mamá se fue y nunca volvió. Entonces era papá quién... —el niño pareció recordar algo y decidió no seguir hablando para aferrarse a Natsuo en un abrazo.
—Haruo —Momo le habló suavemente para llamar su atención— Todo está bien ahora. No permitiré que pase de nuevo, tranquilo.
Aquella sonrisa conmovía a Haruo, haciéndole preguntarse si su otra mamá alguna vez pudo haberle sonreído de esa manera.
—Vayamos a tomar algo ¿sí? —Natsuo suspiró cansado— Sólo fui a casa del viejo para conocer a Haruo. No pensé que las cosas se saldrían de control.
—Es una buena idea —la azabache asiente mientras se aferra al brazo de Fuyumi para tranquilizarla, la pobre se veía más nerviosa que un estudiante en épocas de examen— Vayamos a tomar un chocolate caliente.
—Le hablaré luego a Shouto para decirle dónde estaremos —Fuyumi suspiró— En estos momentos seguramente hay una tensión de muerte en casa de papá.
—Shouto... —como deseaba estar en esos momentos junto a él. Sin embargo confiana plenamente en él, en que manejaría aquella situación.
Sólo esperaba que no se culpara por lo sucedido.
N/A:
Alguien tenía que hacerle de malo y Enji ganó la rifa. Nada personal Enji, sabes que te amo.
¿Ya les había dicho lo mucho que los quiero? Gracias por seguir leyendo <3
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Cuando me ames | Todomomo
Fiksi PenggemarAU quirkless | Boku no hero. Ellos se habían casado. No porque se querían, ni porque se amaran. Tampoco era un contrato de negocios entre sus familias o un accidente que hicieron ebrios en algún lugar de Las Vegas. Simplemente se habían casado. O es...