Capítulo 3

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Momo le vio furtivamente, no necesitaba más de una neurona para darse cuenta que su pareja estaba molesto, la duda existencial era la razón por la que estaba así podría atribuir la teoría que algo inesperado había ocurrido en el trabajo o que algu...

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Momo le vio furtivamente, no necesitaba más de una neurona para darse cuenta que su pareja estaba molesto, la duda existencial era la razón por la que estaba así podría atribuir la teoría que algo inesperado había ocurrido en el trabajo o que alguna persona en la calle le hizo tropezar, o que llego tarde a algún lugar. La razón podría ser cualquiera. Apenas habían entrado a la casa Momo se dirigió a la cocina para ordenar las cosas que había comprado con Shinsou en el supermercado, mientras lo ordenaba todo pensaba en si tal vez la cena podría levantar su ánimo, le preguntaría si le gustaría cenar soba.

Momo trato de mostrar su sonrisa más brillante en cuanto se dio la vuelta para preguntarle, pero su sonrisa se congelo repentinamente en el momento en que lo vio tecleando en su ordenador con una cara de pocos amigos.

Vacilo, pero volvió a tomar valor para preguntarle.

—Shouto ¿Deseas cenar soba?

—Sí —no se esforzó en responder, ella sintió que necesitaba un vaso de agua después de escuchar aquello.

—¿Te encuentras bien?

El suspira y mirándola asiente. Agradecía su preocupación, pero en esos momentos no deseaba entablar una conversación con ella.

—Ha sido un largo día, es todo.

Ella obviamente no le cree, pero decide dejarle tranquilo. Ante el extraño silencio ella solo se movió para volver a la cocina sumergida en sus pensamientos y aunque no quería involucrarse en el malhumor de Todoroki deseaba que volviese a estar de buenas otra vez.

A la mañana siguiente el primero en despertar fue Shouto, sus pisadas se escuchaban levemente sobre el piso mientras se desplazaba de su habitación hasta el baño, se lavó los dientes y cuando se enjuagó la boca observó su reflejo mientras sentía algunas gotas de agua resbalar por su mentón. Se preguntó si Momo se habría sentido ofendida de alguna manera cuando la noche anterior él no quiso hablarle, ni siquiera después de cenar frente a ella.

El recuerdo de las palabras de Momo seguía molestándole, eran un matrimonio válido, uno de verdad, no entendía por qué era necesario actuar como una esposa real frente a otros. Probablemente lo que en verdad le molestaba era eso, que ella se hubiese considerado una esposa falsa. Shouto suspiró, ya lo entendía.

Él se estaba tomando demasiado en serio aquella relación. Momo siempre fue su amiga, se habían casado por un beneficio común, no porque se amarán.

—Debes tener eso en mente —se dijo mientras se limpiaba la barbilla con el dorso de la mano. — Nos casamos, pero no porque estuviésemos enamorados, simplemente nos casamos.

No entendía porque decir aquello le hacía sentir vacío.

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Los días de lluvia se detuvieron y fue cuando el sol volvió a hacer aparición que Momo salía con una sonrisa de su casa. Su primer día de trabajo y ya sentía las expectativas, su mirada observa a los peatones ir de un lado a otro por la calle mientras ella viajaba en el taxi que Shouto le había conseguido. A diferencia de él, la escuela en la que trabajaría quedaba relativamente lejos al menos mas lejos que la oficina donde trabajaba Shouto.

Cuando me ames | TodomomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora