Cuando Momo entró a la casa su mirada cansada se enfocó en una sola cosa; en el hombre que tras sus lentes miraba la pantalla de la laptop sin más.
Había un silencio tan profundo que el sonido de las teclas siendo presionadas rítmicamente hacían eco a su alrededor. Ella sintió por un momento que respirar era un reto.
—¿Dónde está Haruo? —preguntó, cerrando la puerta detrás de sí. El tecleo intenso siguió hasta que se detuvo para dar inicio a un choque de miradas.
—Se está bañando —respondió Shouto con una mirada helada. Las cejas de Momo descendieron levemente en confusión— ¿Por qué no fuiste a verlo en tu descanso?
—¿Cómo? —preguntó perpleja. No tenía no idea de a dónde se dirigía aquella conversación, lo único que sabía era que Shouto la miraba seriamente ya de pie con los brazos cruzados frente a su firme pecho.
—Haruo se tropezó. Cuando fui a traerlo a la escuela su uniforme estaba sucio, su cabello desordenado y su labio sangraba —le informó, aquello dejó impresionada a Momo.
—¿Qué...?
—¿Qué pasó? Sí, eso me gustaría saber también —se apresuró a responder, ella se estremeció ante tal tono de voz— Pensé que su madre lo sabía.
—Estuve ocupada —ella bajó la mirada, la preocupación la carcomia por dentro.
—Sabes, lamento lo que pasó en el supermercado —Momo parpadeo un par de veces para mirar a los ojos al más alto— Tenías razón.
Aquello le molestó por alguna razón.
—Por favor, cuida de Haruo en la escuela también —añadió Shouto para volver a su asiento a trabajar en la laptop. Desorientada se tambaleó un poco en su lugar.
Una mirada triste se plasmó en ella; el no le ordenó ni le reclamó más. Sólo le pidió un favor, sobre algo que ella naturalmente tenía que hacer.
Con un suave y débil caminar se dirigió hasta su habitación, faltaba poco para que oscureciera y aprovecharía a descansar un momento.
Momo se dejó caer sobre la cama, abrazó la almohada más cercana y ocultó la mitad de su rostro en ella. Un nudo se formó en su garganta y aquel dolor punzante en su pecho le hicieron abrazar más fuerte la almohada mientras encogia las rodillas.
—Lo haré mejor. Mañana será un día mejor —se prometió así misma mientras cerraba los ojos.
Cuando volvió a abrir los ojos el tiempo había pasado, removió su cuerpo lentamente en la cama dándose cuenta que su cabello estaba suelto y que una sábana cubría la mitad de su cuerpo.
Se incorporó en la cama y miró a su alrededor, aquello seguramente había sido obra de Todoroki. Y como si lo hubiera llamada telepáticamente el susodicho entró a la habitación con un vaso de agua en las manos.
—Shouto...—dijo en un hilo de voz. La luz en la habitación era poca pero aún así podía ver su silueta moverse a través de la habitación.
—¿Te sientes mejor? —preguntó, ella vio como tomaba asiento en el borde la cama junto a ella— Toma, bebe agua.
Sin previo aviso Momo comenzó a llorar.
—Gracias.
Todoroki encendió la lámpara cercana, contemplando las cristalinas lágrimas descender libres por las mejillas de su esposa. Un dolor punzante se apoderó de su interior en ese momento.
—No llores —le pidió— No lo hagas por favor.
—Estoy cansada... es todo —balbuceó con la nariz roja— Prometo que cuidaré de Haruo en la escuela... lo prometo.
Después de beber agua, Momo se sintió más tranquila y cuando sus lágrimas cesaron ella terminó de beber mientras su mano era sujetada por Todoroki.
—Gracias por cuidar de mí —dijo dejando el vaso en la mesita de noche, Shouto seguía sujetando su mano— Eres la persona en la que más confío... eres mi amigo.
—No tienes que agradecerme. Para mí tú también eres la persona en la que más confío... eres mi esposa.
La mirada de Shouto era suave, neutra, una mezcla de tranquilidad y confianza que ella necesitaba. Aquel sentimiento cálido que permanecía en su interior desde hace varios días comenzó a emerger.
—Shouto ¿qué se te pasó por la mente cuando te hablé sobre casarnos?
—Que no había nadie mejor para compartir mi vida que contigo.
Bump, bump. El corazón de Momo incrementó su ritmo cardíaco.
—Puede que nos hayamos casado para escapar de la tensión de nuestras familias. Pero realmente no me arrepiento; me siento más feliz a tu lado que cuando vivía en la residencia Todoroki.
Una lágrima resbaló por la mejilla de Momo, antes de morir en la comisura de sus labios Todoroki la limpió.
—Shouto... jamás pensamos en amarnos ¿verdad?
El silencio de Todoroki fue un martirio para ella, podía escuchar a la perfección la respiración del contrario.
—No. No lo hicimos.
—Nos casamos por salir de nuestras familias sin tener que ser sorprendidos por algún matrimonio arreglado o algo así —murmuró Momo— No tuvimos en cuenta los sentimientos del otro... hasta este momento me he dado cuenta de lo irresponsable que fui. Lo siento tanto.
—Bueno, ambos aceptamos a final de cuentas la responsabilidad es de ambos.
—... —Momo miró por un par de segundos a Shouto, él seguía tomando su mano y la calidez que emanaba esta era reconfortante.
—¿En qué piensas?
—Shouto. Si yo comenzara a tener sentimientos por ti ¿eso te molestaría?
—Si ese fuera mi caso ¿a ti te molestaría?
Un poco avergonzada negó, Todoroki sonrió levemente.
—No sé nada al respecto. Siempre fuiste tú la única chica con la que me sentía cómodo al hablar, nunca tuve una novia sólo te tuve a ti; mi compañera, mi amiga.
—Se podría decir que es lo mismo en mi caso. Siempre lo consideré alguien admirable y aunque sentía que en cualquier momento las que eran mis amigas me dejarían de hablar jamás sentí que ese sería el caso contigo.
Todoroki se acercó hasta el oído de Momo y le susurró:
—No te voy a abandonar.
Momo se estremeció ante el suave tono que usó él. Las palabras de Shouto seguían en el aire alrededor de ella.
—Creo que valdrá la pena entonces... descubrir si puedo ser capaz de amarlo o no —dijo sonriente. Todoroki pensó que verla sonreír de esa manera era mil veces mejor que verla llorar.
—Cuando me ames... para ese entonces espero saber también si yo puedo quererte de la misma manera.
Todoroki besó el dorso de la mano de Momo. Si aquello que sentía en esos momentos era más que el sentimiento fraterno de un vínculo de amistad era cuestión de tiempo para que lo averiguara.
Mientras tanto ambos cuidarian de su pequeña familia.
Nota de la autora:
Ustedes leen esta historia bien tranquilos y todo pero lo que no saben es que esto no es más que un prueba y error.
Sí, estoy intentado ver si puedo escribir drama algo a lo que no estoy tan acostumbrada a escribir así que estoy dando lo mejor de mí ^^
¡Gracias por leer! Me alegran el día c:
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Cuando me ames | Todomomo
Fiksi PenggemarAU quirkless | Boku no hero. Ellos se habían casado. No porque se querían, ni porque se amaran. Tampoco era un contrato de negocios entre sus familias o un accidente que hicieron ebrios en algún lugar de Las Vegas. Simplemente se habían casado. O es...