CAPÍTULO TRECE: Di buona volontà sta pieno l'inferno.

40 10 46
                                    

Sam Smith— How do you sleep?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sam Smith— How do you sleep?

Me encontraba durmiendo muy profundamente cuando escuche que sonaba mi teléfono, lo conteste pensando que podría ser Evan.

—Amor— siento una gran desilusión al darme cuenta que no es Evan, sino que es Jake— Rach necesito que vuelvas, te extraño nada es bueno si tu no estas, cometí un error y lo estoy pagando, perdóname.

—Basta Jake— le digo— es que no te cansas.

—Rach.

—Estoy con alguien más— se queda callado- y le amo de verdad.

—No lo dices enserio— dice apenas en un suspiro- deja de mentir Rachel.

—No miento, lo amo, era mi novio hace muchos años y nunca lo deje de amar.

Cuelgo la llamada.

Las cosas han cambiado demasiado, hace tampoco tiempo estaba llena de presiones por una boda que en realidad no quería del todo y ahora tengo al amor de mi vida conmigo, pero no estamos bien. No sé qué es lo que sucede con Evan, pero quiero que vuelva.

Lloro gran parte de la madrugada hasta quedarme dormida, y me despierto demasiado tarde.

—¿Qué tan mal estuvo la noche?— me pregunta Francesca.

—En la madrugada me llamo mi ex prometido pidiendo que regresara.

—Ohhh— me pasa un plato con fruta— bueno pues tienes razones para estar así.

—No entiendo que me pasa de un tiempo para acá.

—A mí me paso parecido cuando mi padre se murió al mes me termino el infeliz de mi ex y pensé no supero una cosa cuando ya me está pasando otra.

—En ocasiones la vida es una mierda.

—Así es, pero se supera todo— me dice— nada es para siempre.

Después de una charla sobre los trágicos momentos de nuestra vida, entre carcajadas recorremos las calles de Siena, no puedes ser infeliz o por lómenos no con Francesca a tu lado.

—Dios me encantan esos silettos—Fran abre la puerta del local— ¿Vienes?

— No, estaré por aquí paseando me marcas cuando termines.

—Muy bien— me dice lanzándome un beso.

Camino por las calles viendo lo hermoso que es todo aquí, Siena me hace olvidar todo lo que me atormenta. Levanto mi vista observando las parejas que caminan de la mano sonriendo hasta que una toma mi atención.

Una hermosa chica pelinegra le enseña algo en una tableta a su acompañante quien se encuentra vestido, se ven tan lindos desde donde me encuentro, a él se le nota que tiene mucho dinero ya que va vestido con traje hecho a la mediada muy seguramente de uno de las mejores marcas, todo estaba bien hasta que me doy cuenta de que el cuerpo se me hace familiar, la respiración me empieza a fallar cuando me doy cuenta que tiene el cabello igual a Evan, su complexión, sus movimientos gritan que es el.

La PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora