CAPÍTULO DOS: Che sarà sarà.

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Wasted Times—The Weeknd

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Wasted Times—The Weeknd

Un día tienes una pequeña esperanza para ser feliz y luego aunque lo notes se escapa.

Los días después de mi cita con Evan pasaron rápido y conforme iban pasando mi preocupación empezó a crecer.

Después de una semana no soporto el silencio de Evan así que vuelvo a ir a su casa, toco la puerta, pero nadie responde, en esta ocasión preocupada rodeó la casa e intentó tocar la puerta, pero al hacerlo, esta se abre, digo sus nombres algo fuerte, silencio, entro con intenciones de encontrar por lo menos a mi suegra pero no está, ¿habrán salido?

Llega el primer mes y aun no tengo noticias de Evan.

Este mes la he pasado encerrada en mi cuarto llorando por las noches pensando cientos de cosas. ¿Por qué se fue sin decirme nada? ¿Le habrá pasado algo? ¿Me extraña? ¿Volverá? ¿Dónde está? ¿Por qué se fue? ¿Acaso hice algo mal?

Muchos pensamientos pasan por mi mente, en especial que él no sería capaz de dejarme, el me ama yo lo sé, no se pudo haber mudado sin decirme nada.

El tiempo pasa cada vez más rápido y yo pierdo las ganas de vivir, después de todo, él era el que me daba vida ¿Es que acaso no fui suficiente para él y por eso me dejó?

De a poco me voy hundiendo en la depresión, ya son tantas cosas, mis padres y sus peleas, la escuela, Evan y su extraña desaparición, por más que lo he buscado, nadie sabe nada de él...

Han pasado ya cuatro meses desde la última vez que vi a Evan, estoy yendo con el psicólogo, mis padres están "tratando de salvar su matrimonio", en la escuela me va como una mierda, cuando Evan estaba aquí me ayudaba con los temas escolares ya que él es muy inteligente, desde que llegó mantuve una calificación aceptable, pero ahora que no está, no solo me va como la mierda, sino que tampoco me importa.

Y en todo este tiempo solo tengo una buena noticia, Elli mi mejor amiga de la infancia volvió a LA y hemos retomado nuestra amistad con más ganas, ella me ha apoyado en todo este proceso desde que llegó y vaya que llegó en el momento justo.

—¡Rachel!—la he invocado.

—¡Aquí estoy!—le gritó de regreso, mientras entra algo apurada.

—Tengo noticias— me dice sonriendo.

—¿Dime qué pasó ahora?

—Mi mamá me estaba comentando que se va a mudar de familia al vecindario.

—No me digas que se muda Leonardo di Caprio al vecindario ¡Oh My Good!— digo con fingida sorpresa.

—No sé quién se muda solo sé que la señora Fisher vino a desocupar la casa.

Me doy de bruces contra una pared imaginaria al oír esto.

No le doy tiempo de explicarse, salgo corriendo y en siete minutos estoy frente a la casa de Evan, la señora Lucí sale cargando una caja y está cae al piso cuando me ve.

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