CAPÍTULO VEINTITRES: Badate a' fatti vostri.

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Astrid S —Such a boy

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Astrid S —Such a boy

Después de hablar con Santino al respecto sobre la mudanza tome la decisión de hacerla , sé que es poco tiempo, pero estoy segura de que nos ira bien, aparte insegura o no así podre garantizar que no se valla con la tal Alya.

Sé que a Elli no le va a gustar en definitiva pero no la pienso obligar a venir conmigo, si quiere se puede quedar en casa con mi padre quien estoy segura no se opondrá a mi decisión.

Estoy consciente del giro tan drástico que estoy por darle a mi vida, pero estoy feliz por ello, no solo tengo a Evan a Santino, sino que tendré cientos de lujos, siempre soñé con una vida así y a pesar de que en cierto momento de mi vida pensé seriamente en dejar mis objetivos por amor estoy encantada de poder tener ambos.

Una empleada me lleva a la misma entrada por la cual llegue con Santino, afuera esta ya un carro esperando por llevarme a la que a partir de hoy no será mi casa, el chofer me abre la puerta y me deja ingresar, una vez empieza el camino habla por primera vez.

—Señorita soy Tommaso y a partir del día de hoy seré su guardaespaldas y chofer— se presenta, sé que no puedo quejarme al entrar en esta vida sabía que Santino sería algo protector.

—Rachel mucho gusto.

Me encanta el hecho de que Santino buscara a alguien a quien yo pudiera entenderle, casi nunca es romántico, pero tiene algunos detalles que hacen que me enamore más.

El resto del trayecto sucede en completa normalidad, dentro de poco ya me encuentro en la casa de mi padre.

Tommaso abre mi puesta y vuelve a subir al carro, camino a paso lento mientras busco las llaves en mi bolsa, no sé exactamente qué le voy a decir a mi amiga, solo espero que no se lo tome tan a mal como espero.

Una vez adentro me doy cuenta que ella no se encuentra en el lugar, así que me dispongo a guardar mis cosas en maletas, y algunas otras cosas en cajas.

Estoy por guardar un cofre en donde tengo cosas de importancia, pero decido abrirlo ya que estoy segura de que ahí guardo una foto con Santino cuando éramos jóvenes. Levanto la tapa y lo primero que veo es el número que guarde.

Por mi cabeza pasan muchísimas cosas, pienso en que debería hacer, esta de un lado dejar que Santino siga con ese rencor o ayudarlo a sanar, me recuerdo que soy su novia y que tengo ciertos derechos, me siento obligada a ayudarlo siempre, no lo pienso más y comienzo a marcar el número, contesta al segundo tono.

—Hola— habla del otro lado.

—¿Lucí? — pregunto, ya que puede que alla cambiado de número.

—¿Rachel? — claro que es ella.

—No me lo puedo creer, pensé que habrías cambiado de número.

—No linda, supongo que lo guarde porque en el fondo esperaba tu llamada.

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