KENSIE ━━ remus lupin

013. 𝘁𝗿𝗲𝗰𝗲

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Ya estaban la gran mayoría de alumnos en el Gran Comedor. James, Sirius y Peter también estaban.
Sirius y Peter al lado de Lily Evans y James al lado de Madison, dejando un hueco para su amigo, que todavía no había aparecido.
— Potter, ¿sabes donde esta Mackensie?— susurró Madison, inclinándose hacia el lado.
— No lo sé, pero creo que nuestro plan a funcionado— respondió James. Sirius y Peter se rieron.
— ¿Como que vuestro plaaan.....? Aaaaaah— cayó Madison—. ¡No puede ser! ¿¡Habéis conseguido que estén a solas!?
James cerró los ojos y afirmó, intentando no reírse. Madison abrió la boca con una mirada emocionada. Soltaron una risa entre los cuatro y empezaron a comer los primeros platos.
Estuvieron hablando durante un rato hasta que vieron al dúo entrar en el Gran Comedor.
— Mirad la parejita— añadió Peter, señalando a Remus y a Mackensie. Los tres restantes voltearon la cabeza para mirarlos. Vieron a Remus y a Mackensie hablar y despedirse.
— Y dicen que no se gustan...— susurraron Madison y James a la vez.

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— Creo... que será mejor que entremos— susurro Remus, apartando la vista de la chica y posándola en el castillo.
Mackensie quitó su brazo, que seguía rodeando la cintura de Remus, y se apartó con una sonrisa. También mirando el castillo.
Sus manos ya no estaban entrelazadas y Mackensie iba unos centímetros más adelante. Remus miraba a la chica desde atrás con una sonrisa tímida.
Llegaron a la puerta y Lupin la abrió con su mano, poniéndola por encima de la cabeza de Mackensie.
— Muchas gracias— agradeció Mack, pasando y sujetándola para que él pasara. Se volvieron a dedicar una sonrisa. Cuando ya no hacían contacto visual sus mejillas se sonrojaron.
Pasaron la puerta del Gran Comedor mientras hablaban. Se pararon a un lado de la puerta y mientras que Mackensie jugaba con sus dedos (señal de que estaba nerviosa) y Remus ponía su mano en la nuca se despidieron.
— Me ha gustado pasar esta última hora contigo, Kensie— añadió Remus.
— Igualmente— sonrió—. Que aproveches la cena.
Puso su mano en el brazo de Remus y se dio la vuelta. Se dirigió a la mesa de Ravenclaw.
La sonrisa de Remus al verla caminar era muy visible, pero no le duró mucho.
La rubia se acercó a Jayvyn, el cual le pasó las manos por la cadera y la abrazó tiernamente. La chica posó sus brazos en el cuello del chico. Cuando se separaron Jay le dio un beso en la mejilla.
— Pensaba que te había pasado algo— le susurró muy asustado. Nadie lo escuchó, solo Mackensie.
A Remus se le borró la sonrisa en ese instante. ¿Estaba celoso? No, era imposible. O no tanto... No, era completamente imposible. Mackensie no le gustaba, solo que... le parecía guapa, ya está. Nada más.
Desvió la mirada y dio zancadas hasta la mesa de Gryffindor. Iba con la cabeza agachada y se acomodaba el pelo.
— ¿Que habéis hecho?— preguntó James, con una sonrisa pícara—. ¿Habéis tardado mucho, no?
Los amigos rieron y Lily y Madison hicieron como que no escuchaban la conversación. Ya habían puesto la comida así que, Evans y Ryddle mientras disimulaban comían. Maddie empezó a beber de su vaso dorado.
— Casi la beso— susurró Remus, sin apartar la vista de la mesa y, como no, tocándose la nuca y el pelo.
Madison se atragantó con la bebida.
— ¡¿Que tú que!?— añadió, después de que James le diera golpes en la espalda para que no se ahogara—. ¿Que has hecho que, exactamente?
Maddie echó hacia atrás a James, poniendo su mano en la cara del chico, para ver a Remus.
— Tranquila... He dicho casi, pero... Ella no se ha dado cuenta— añadió, deprimido, levantando las manos como si Madison le estuviera apuntando con un cuchillo—. No lo haré más, relájate.
— No es eso Remus, ¡me encanta!— gritó emocionada. Remus bajó las manos con expresión de sorpresa y de no entender absolutamente nada—. Remus, me gustas para mi amiga. Tenéis química.
— Eso es verdad— dijo James quitándose la mano de la chica de la cara. Peter y Sirius chasquearon los dedos en su dirección, dándole la razón.
— Pero no le gusto... Solo le interesan las criaturas mágicas— dijo cabizbajo.
— Bueno... tampoco te alejas mucho de ese tema— susurraron sus tres amigos, con una sonrisa pícara.
— Ahí tienes razón Lupin— añadió Madison, tirandose hacia atrás—. No te voy a mentir, esa chica tiene un problema con las criaturas mágicas pero hasta donde yo sé, a ti, también te gustan. ¿No es así?
— Si— afirmó.
— ¡Pues ya está!— dijo—. Iremos a Hogsmade juntos y os dejaremos solos otra vez— añadió, chocando sus yemas de los dedos como si planeara un plan malévolo.
— ¿Pero ella no iba con Severus y Silvia?— preguntó James, mirando a la chica.
— Sip, pero... Vamos al mismo sitio al final y al cabo, ¿no? La convenceré, y ya está.