⌗𝐋𝐔𝐍𝐀 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧

Capítulo 62 - Sehun.

Parte Dos.

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El plan inicial de Jisoo se vio aplacado por la necesitada presencia de la Alpha en distintos lugares. Algunos guardias dijeron haber percibido una actividad extraña a las afueras del territorio, pero lo dejaron pasar, usualmente eran sólo humanos. Últimamente los cazadores no eran muy vistos, y los licántropos forasteros sólo aparecían en la temporada de calor, y eso lo tenía bien controlado. Jungkook y Namjoon hacían un excelente trabajo en equipo. A Rosé la llamaban de un lado hacia otro, saludando con cordialidad a los miembros de la manada, deseando un feliz día a todos, recibiendo obsequios, pero aún así no perdía de vista ni por un segundo a Jisoo y Lena, quienes estaban sentadas cerca de Jennie y Lisa para desearles suerte. Lo más extraño era no ver a Namjoon por ningún lado. Qué demonios, incluso Irene se había unido a la celebración.

Al atardecer Rosé se escabulló ágilmente minutos antes del comienzo del tradicional concurso. Quería pasar tiempo con Jisoo, últimamente estar a solas había sido un gran reto, más cuando Lena estaba siempre con ellas cada minuto del día. No querían dar a entender que era una molestia ni mucho menos, ese cachorrito era un torbellino de abrazos y travesuras. Apenas Rosé se acercó a Jisoo por detrás la tomó por la cadera para acércala más hacia ella en un abrazo; rodeando su cintura con ternura. Sentir la respiración de la Alpha en su cuello fue casi delirante para Jisoo.

–Vamos al santuario, Lena–escucharon las voces de Jiyoon, Jin, Joy y Kai alentándola.

Dos sonrió enternecida cuando Lena asintió con entusiasmo. Pero una pizca de duda creció en su rostro al notar la ausencia de uno de sus tíos.

–¿Y nino Namo?

–Seguramente allá nos alcanzará–tranquilizó Jiyoon, tomando su manita para indicarle el camino.

–¿Sí nos la prestan, verdad?–preguntó Jin dudoso, a lo que Rosé respondió con un grave gruñido desde su garganta con desaprobación, Jisoo rodó los ojos para asentir divertida.

–Por supuesto, en unos minutos más los alcanzarem...

–Oh, tómense su tiempo–sonrió Kai con una mirada sugerente.

Jisoo puso los ojos en blancos.

–Dile adiós a tus mamis–escucharon a Joy decirle a su hija, quién al instante se giró hacia ellas para despedirse con su manita.

Jisoo sintió un pinchazo en su pecho, era extraño alejarse de su hija, se había acostumbrado a siempre tenerla a la vista. Aunque estuviese compartiendo tiempo con sus tíos; era distinto cuando había tanta gente y ella se alejaba cada vez más. A los pocos segundos se dio cuenta que no era sólo de ella esa angustia, que llegaba a rasparle el estomago desde dentro. También era de Rosé, transmitiéndole el mismo sentimiento a través de su lazo.

–Se siente raro... –admitió en voz alta, aspirando con fuerza el aroma a Alpha que desprendía por los poros de Rosé que naturalmente tenían la capacidad de tranquilizarla–. Se siente como...

–Como si una parte de ti se desprendiera–completó Rosé.

Y sabía que no existía ni existiría otro ser en este mundo que la comprendiese de la manera en que lo hacía Rosé.

–¿Vamos a ese lugar especial?–pidió Jisoo, girándose entre sus brazos para hacerla retroceder antes de que alguien las viese–. Anda, te quiero para mí aunque sea unos minutos.

–Soy toda tuya–ronroneó Rosé en plena sonrisa, adentrándose más al fondo del bosque a hurtadillas. Sin llamar la atención de nadie.

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