Capítulo 48 - Aire de Lluvia.

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Habían pasado algunos días, días en los que Namjoon estaba más que apegada con Jin, y Rosé parecía querer morderle la mano a cualquiera que quisiese tocar el vientre de su Luna.


Nayeon y Nick estaban alojando una de las viviendas de la manada, sin embargo, ambos estaban un poco excluidos por los demás miembros, quienes al ver a los cazadores andar por algunas partes, preferían evitarlos. No era para menos, sabían que éstos habían ayudado al rescate de los niños y de Rosé, pero tantos años al acecho no iban a pasar desapercibidos. Y a menos que la Alpha organizase una convocatoria para celebrar en luna llena la adquisición de dos nuevos miembros en la manada, los demás los aceptarían.


Pero por ahora, debían aguantarse las miradas de miedo, enojo, y desconfianza. Pues no tenían algún otro lugar donde ir después de traicionar a la Comunidad.


–¿Tú sabías donde estaba él todo éste tiempo?–acusó Jisoo molesta.


Jennie la miró con una mano en el pecho, ofendida por la pregunta.


–Pero por supuesto que sí, ¿qué clase de bruja sería sí no?


–Tú viste lo angustiada que estaba Rosé buscándolo, y no dijiste nada–refunfuñó con el ceño fruncido–. ¿Por qué?


La bruja rodó lo ojos.


–Rosé debe aprender que sus acciones tienes consecuencias, es muy impulsiva. Y ya sé que siendo Alpha debe aprender a sobrellevar esa parte de ella, pero no esperes que después de cómo se pusieron las cosas entre ambos se solucionase tan rápido. Creo que los dos necesitaban tiempo.


Jisoo suspiró rendida, y una parte de ella no podía evitar creer que Jennie estaba en lo cierto.


–Bien, entiendo. ¿Y porque llamarla justo ahora?


–Namjoon siempre ha sido para ti un consejero, Jisoo. Desde que llegaste aquí lo buscas para resolver dudas o cualquier lío en el que Rosé y tú se meten. Pensaba que teniéndolo aquí lograrías tomar una decisión respecto a... tú sabes...


Por alguna razón, cuando se trataba de referirse al bebé, Jennie se convertía en todo un lío.


–Bien, entiendo tu punto, y te lo agradezco en verdad–dijo sincera–. Pero ya tomé una decisión.


Jennie abrió los ojos sorprendida, intentó decir algo pero las palabras no le salían. ¿Tan pronto lo había hecho?


–No quiero que Rosé... llegue a encariñarse con él cuando no se quedará–respondió ante el interrogante gesto de la bruja.


–¿Rosé? ¿O tú?


Jisoo abrió la boca indignada, casi atragantándose con su propia saliva al intentar responder con determinación.

–¿Qué dices? ¡Claro que no!


Jennie sonrió.


–Oh, vamos. Te encanta ver a Rosé tan protectora con ambos, tal vez sea un poco intimidante para los demás–añadió refiriéndose a Nick–. Pero admítelo, es adorable.


¡Por supuesto que lo era! No era necesario que se lo recalcaran. Siquiera escucharla llamar cachorrito a su vientre ya la tenía babeando.


Pero por otra parte, Jennie tenía razón. Y es que era verdad, quizás fue por Rosé, pero ciertamente ella no quería sentir nada por esa nueva vida que ya se avecinaba, y avanzaba demasiado rápido; claro signo de un Alpha en camino. Y sí Jennie estaba en lo correcto, y éste se desarrollaba con tanta prisa, no le quedaba mucho tiempo para abortar. El lazo que compartía Rosé con ese bebé comenzaba a ampliarse conforme los días pasaban, temía que con ello también el suyo, y todo se complicara a tal magnitud de no dar marcha atrás.

⌗𝐋𝐔𝐍𝐀 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora