Capítulo 60 - Familia.

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Todos deben tener un deber en la manada, había un orden, habían obligaciones, pero también libertad. ¿No te gusta lo qué haces? Podías pedir una reubicación de tu tarea, sin embargo algunas eran mejores pagadas que otras, y de menos desgaste físico. Y habían ciertas cosas que algunos miembros no podían hacer por su aptitudes o edades.

Se cultiva la tierra, se pesca en arroyos, se cazan en ciertos días para que no haya escasez de carne. Mantener en buen estado las construcciones por las lluvias que se avecinaban en la temporada, tener seguro el perímetro por cualquier amenaza, el ganado en buen estado, los cercos... Se trata ir a los pueblos cercanos lo más mínimo posible por insumos, la manada debe proveerles todo y ser autosuficientes. ¿Quién era la encargada de todo eso? La Alpha.

De cierta forma Namjoon estaba agradecido de no ser puesta en una labor de mierda, como arar el campo o limpiar mierda de vacas, ya que desde hace meses, cuando supo lo de Yoongi; optó por quedarse en un perfil bajo sin llamar la atención. No era tonto, sí intentaba algo más estaba seguro de que no se saldría con la suya, lo lincharían sin pensarlo dos veces. Pero para su suerte, nadie sospechaba ni de él ni por asomo. Para todos seguía siendo el intachable beta cercano a Rosé, y a quien todos mantenían el mismo respeto. A pesar de ser un recolector.

Las Omegas de la manada no podían transformarse, físicamente son débiles, en su mayoría son más mujeres que hombres. Y en Betas son más comunes los hombres que las mujeres, aún así Namjoon era el único de su clase recolectando frutos en el bosque junto a las Omegas.

Trabajar con ellas era una de las tareas más codiciadas, no se necesitaban de muchas, era un trabajo bien pagado, y sin requerir tanto esfuerzo. Además de disfrutar mucho del clima húmedo y fresco que les brindaba la naturaleza. Era algo tranquilo, y no quería ser malagradecido pero enserio extrañaba su lugar en la guardia. Y para su mala suerte, en sus horas de trabajo, y desde su lugar en el bosque, Jisoo siempre salía a la misma hora junto a Alice; cargando a la caprichosa Lena. Era la hora en que Rosé salía a ocuparse de sus labores junto a Jungkook, y Jisoo salía al patio trasero siendo resguardada desde lejos por Lisa y otros más como perros guardianes dispuestos a todo.

Se sentía patético, cargando una canasta con bayas, con la piel pegajosa por el sudor, su cabello pegándose a su cuello, y las manos sucias. Las lágrimas quemaban sus ojos, lo cual le enfurecía. No era débil, no lloraría porque eso significaría que ya no tenía solución, y aún la hay, pero incluso Jin se enfureció con él cuando se enteró por Jisoo lo que había hecho. Él iba a la casa de la Alpha seguido para ver a su pequeña sobrina, pero él no lo tenía permitido aún. Aún así lo mantenía informado de cada mínima cosa. Como cuando Lena tiraba del cabello de Jisoo, hacía burbujas con su propia saliva. O incluso saber que había vomitado en Rosé cuando terminó de comer. Eso era lo mejor. Pero prefería verlo en persona.

Se apoyó en la superficie de un árbol, recuperando la compostura.

Era extraño que no hubiese ni una sola señal de Sehun en estos meses, ya casi ocho. Pero después de lo que había sucedido; no era su prioridad. Intentaría recuperar la confianza de Rosé y Jisoo a como diese lugar.

–Ya terminó nuestro turno–se acercó una sonriente Jeongyeon, la única Omega con la que había podido socializar durante esos meses–. Vamos, no tarda en llover. No querrás pescar un resfriado.

–Déjame aquí, con suerte seré parte de la tierra y seré alimento de plantas.

–Los animales cagaran en ti, deja de decir tus cosas suicidas de nuevo–se quejó divertida, tirando de su brazo–. Anda, hiedra venenosa.

No puso otra objeción más, las bromas de esa chica la mantenían cuerda en su nuevo trabajo.

Jeongyeon era alguien bastante reservada, pero con el tiempo y la convivencia diaria, al fin comenzaron a caer en una buena amistad. De hecho, Namjoon tenía una errónea idea preconcebida sobre que las Omegas se sentían inferiores a los Betas por su falta de fuerza o la ausencia de convertirse en un lobo. En realidad Jeongyeon estaba totalmente conforme con ella misma, y debía admitir que sabía defenderse a sí misma. Pues Namjoon la había retado en numerales veces a modo de juego en ratos libres y sin duda esa chica le había partido el trasero.

⌗𝐋𝐔𝐍𝐀 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora