Capítulo 54 - En Sintonía.

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–Lisa, basta–susurró Jennie, aunque su advertencia perdió fuerza cuando una risilla salió de sus labios por la forma en que la chica hizo un puchero.

Las manos de Jennie de inmediato la sujetaron por la camiseta, acercándola de tal manera en que estando de puntillas pudiese plantarle un buen beso.

–La Alpha me mandó a llamar, debo ir–explicó contra su boca, Lisa la estrechó más contra su pecho.

–Últimamente te llama para todo–se quejó con el ceño fruncido, aunque divertida–. ¿Por qué ella te tiene más que yo?

Jennie sonrió, y los ojos de Lisa se iluminaron maravillados por lo que tenía enfrente.

–Eso no es cierto.

–¿No lo es?

–Bueno, quizás algo–al fin admitió, aunque terminó por encogerse de hombros–. Ella me dio alojamiento en su manada, vivo en su territorio. Mientras pueda ayudarla a ella y a Jisoo lo haré.

Lisa suspiró, asintió con la cabeza.

–Sabes que yo te seguiría a donde sea que vayas, Jennie.

Ella sonrió, y su mano subió por su cuello hasta acariciar su mejilla con ternura.

–Y yo a ti–aseguró sin titubear–. ¿Hoy tienes turno nocturno de ir a patrullar en la orilla del territorio?

–Sí. Así que no me esperes despierta, cariño–bromeó.

–No pensaba hacerlo–devolvió, sonriendo momentáneamente antes de ponerse seria–. Ten mucho cuidado, ¿de acuerdo?

–Tranquila, estos tres meses han estado muy tranquilos después de lo de Alexander. Pero no bajamos la guardia.

Jennie asintió, cerrando los ojos con cansancio.

–Sí, ni qué lo digas. Ahora con el embarazo tan avanzado de Jisoo, Rosé ha estado muy sensible.

Lisa rió, besando la frente de la bruja, y se apartó para salir de casa.

–Suerte con eso. Te veo más tarde.

La pareja ya tenían un hogar propio en la manada, al igual que Kai y Jiyoon. Aunque Jennie se estuviese arrepintiendo por hacerlo justo en ese momento, cuando casi se la vivía con la Alpha y Jisoo por cada pequeña cosa que surgía. Irene debía irse, tenía más labores fuera, aunque siempre estaba de vuelta cada dos semanas para hacerle chequeos a Jisoo.

Jamás había visto a Rosé tan paranoica.

Envolvió más la bufanda en su cuello debido al frio, pues aún era demasiado temprano. Al entrar a la residencia, escuchó unos suaves sollozos que provenían de la cocina. Eran sonidos tan desgarradores que ni siquiera lo pensó dos veces al entrar.

Rosé estaba sentada en el desayunador, el cual era de madera; pero estaba cubierto de tantos ingredientes diferentes que ni siquiera se notaba. Tenía los codos recargados en éste, y su cara enterrada entre sus manos para acallar los sonidos que surgían desde su garganta, convirtiéndose en hipidos.

De inmediato su cabeza fabricó miles de posibilidades, unas más descabelladas que otras, pero ninguna de ellas era buena.

Se acercó rápido, pero vacilante a la vez.

–Rosie. ¿Qué sucede? ¿Está todo bien? ¿Jisoo está bien?

Un fugaz dolor le atravesó el pecho cuando la Alpha apartó sus manos y la miró.

⌗𝐋𝐔𝐍𝐀 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora