Jisoo no tenía idea sobre que fue lo que Víctor hizo para hacerle perder la consciencia, recordaba fragmentos de diferentes sitios. Había más hombres, de eso estaba segura. Y en sólo un pestañeo, ya no estaba en la calidez de su habitación. Hacía frío, mucho. El viento le calaba hasta los huesos, podía escuchar el sonido de sus propios dientes chocando entre sí.
—Rosé—gimió su nombre. No le gustaba sentirse vulnerable, asustada. Quería la calidez del cuerpo de la Alpha.
Su visión era borrosa, aún así logra distinguir el brillo de unos faros. Era un auto, negro, y Víctor la cargaba hacía el. Pero mantener los ojos abiertos se convertía en una acción imposible con cada paso del chico. Y en un parpadeo más, ya se encontraba recostada en el asiento trasero de un Jeep. El sonido del motor vibraba en sus oídos, se sentía aturdida, agobiada.
Distinguía dos figuras masculinas al volante, sabía que una de ellas se trataba de su hermanastro, pero la segunda le era desconocida. Más robusto y alto, un tatuaje en particular en el dorso de su mano en el volante brillaba levemente por la luz de la noche. Una luna llena.
—La ha marcado—dijo Víctor, parecía frustrado. Se pasaba las manos por el rostro con molestia—. Debimos hacer esto antes, ella apesta a Rosé. A este ritmo nos encontrará rápido.
—Cierra la boca—gruñó el hombre del tatuaje con ira, causando que la pelinegra se encogiera del miedo. Tiritando del frío en su corto camisón y volviendo a sí misma poco a poco—. Ese ya no es nuestro problema. La llevaremos y se acabó.
El chico lo miró incrédulo, como si no reconociera al hombre sentado a su lado por lo que acababa de decir.
—Si, y se acabó—concordó aclarando la última palabra, apuntando su dedos índice a hacía él a modo de advertencia—. No la tocarás. Sé cuanto odias a Park y a su hija. Sigue el plan.
El hombre no añadió más, y Víctor se giró en su asiento captando la atención de Jisoo, los ojos dorados escrutandolo con la mirada y abrazandose a sí misma par mantener la poca calidez en su cuerpo. Para su disgusto: el chico se quitó su propia chaqueta, a la vez colocándola sobre el cuerpo descubierto de la cazadora. Jisoo intentó apartarla con molestia, pero Víctor la sujeto con fuerza.
—¿Qué mierda haces?—reclamó el hombre.
—Oculto su olor. Tengo sangre Alpha, mi hedor es tan fuerte como el de Rosé—al escuchar la explicación de su hermanastro, Jisoo luchó aún mas contra los intentos de Víctor de cubrirla—. No seas tonta Jisoo, hace un frío del carajo, y estas débil por la mordida y la droga.Entonces si la habían drogado, pero confiar en Víctor ya no era una opción después de esto. ¿A donde la llevaban?
—Duermela de nuevo, o nos dará problemas todo el camino—ordenó, y el chico hizo una mueca de disgusto.
De la guantera del coche sacó un frasco similar al que ella tenía la noche pasada para dormir a Jimin. Su expresión cambio a una de pánico, aterrorizada por la idea de volver a estar a ciegas, de la desesperación de que sus extremidades no obedecieran a sus ordenes.
—Detén el auto.
Las llantas hicieron un sonido sordo al derrapar con la graba del camino, escucho como la puerta del copiloto se abría y cerraba con fuerza, y poco después Víctor ya estaba sobre ella en el asiento trasero. Por las luces que sobresalían desde atrás, sabía que había mas autos que los seguían de cerca resguardando por sí la manada Dark Moon se hacía aparecer.
Víctor atrapo sus manos entre sus cuerpos con fuerza, y al notar que Jisoo no cooperaría en tomarse el líquido, no tuvo más opción que poner una mano en su nariz.
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⌗𝐋𝐔𝐍𝐀 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧
Ciencia Ficción-Mate-la escuchó murmurar, casi en un ronroneo. Por su tono de voz, apostaba a que tenía una gran sonrisa en el rostro-. Mía. 𝐈𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨: 𝟐𝟖 𝐝𝐞 𝐎𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥: 𝟗 𝐝𝐞 𝐅𝐞𝐛𝐫𝐞𝐫𝐨. ×Esta historia no me pertenece, todos los der...