Rosé... mi Rosé.
Rezaba para volver a estar juntas.
Bastó sólo una mirada de Jungkook para saber que debían continuar. Lo sabía, sabía que debían dejar Dark Moon lo antes posible. Pero este era su hogar ahora, y sus habitantes eran su familia.
–Vámonos–escuchó la voz de Joy.
Ni siquiera era consiente de la cantidad de tiempo que caminaron en la misma dirección, pero algo le oprimía el pecho a cada paso, una punzada en la marca, y el susurro constante en su cabeza de un nombre del cuál sería difícil apartarte. Llegó un punto en el que tuvo que entregarle su hija a Jin. Sentía nauseas, la vista se nublaba en lapsos de tiempo.
Quizás también la falta de oxígeno en el subterráneo, y el alejamiento de su Alpha le estaban afectando más de lo que creyó.
Se apoyó en una de las paredes, dejando salir un suspiro tembloroso de sus labios.
–Vamos Soo, ya nos falta poco para salir del territorio...
Ese es el problema.
Mientras más se alejaba contra su propia voluntad, su corazón se aceleraba en latidos que retumbaban con tal fuerza que podía percibirlos hasta en la punta de sus dedos. Una bruma de calor la envolvía, el sudor no tardó en comenzará a brotar de sus poros: obligándole a deslizarse hasta el suelo.
No podía arriesgar la vida de Lena, su futuro, todos sus planes juntas. Y no quería que todos esos pensamientos quedarán como sólo eso; una fantasía.
–Está ardiendo en fiebre ya–escuchó la voz de Jungkook a la lejanía. Ni siquiera era consiente de el dorso de su mano tocando su frente y mejillas–. Será mejor que ustedes se adelanten... Lisa e Irene están a la salida del túnel esperándolos. También algunos guardias más.
–No nos iremos sin Jisoo–chilló Jiyoon en desacuerdo.
–Por favor, Yoon–suplicó Jisoo entre quejidos, con esa mirada nerviosa revoloteando en dirección del pequeño cuerpo de su hija dormida en brazos de su hermano–. Quiero que viva.
Sabía lo afligidos que estaban sus hermanos por ella, lo veía en sus rostros. Pero se estaban demorando demasiado.
–Yo me quedaré con ella–informó Jungkook al par.
–Y yo–intentó decir Joy.
Y antes de que Jisoo se negase a ello fue Jungkook quien habló.
–No, tu ve con ellos. Lena necesita protección.
–Entonces vámonos ya–espetó Kai sin siquiera mirarlos directamente. Sólo manteniendo su vista en otro punto.
Y por primera vez su falta de sensibilidad fue algo que Jisoo agradeció infinitamente.
Una vez dejó de verlos a la penumbra del túnel, y sus pisadas no eran más que un ligero sonido a la lejanía al fin pudo exteriorizar el dolor que se extendía en cada célula de su cuerpo.
–Es Rosé–intentó decir, aún así Jungkook negó obstinado–. Esto... esto no es como en Cold Moon–murmuró en un vahído.
–¿Qué quieres decir?
Una corriente eléctrica la atravesó como un latigazo, tan efímera y dolorosa que la cicatriz de su marca volvió a ser abierta.
Estaba expuesta, latente, y la sangre se deslizaba tibia por su cuello. Era como la noche en que Rosé la había marcado, pero esta vez no estaba ella para aminorar el dolor.
Jungkook miró todo con una expresión de pánico, se movía vacilante, sin saber qué hacer exactamente.
–Está muriendo Jungk... la siento... siento cada suspiro...
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⌗𝐋𝐔𝐍𝐀 ; 𝐂𝐡𝐚𝐞𝐬𝐨𝐨 𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧
Science Fiction-Mate-la escuchó murmurar, casi en un ronroneo. Por su tono de voz, apostaba a que tenía una gran sonrisa en el rostro-. Mía. 𝐈𝐧𝐢𝐜𝐢𝐨: 𝟐𝟖 𝐝𝐞 𝐎𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥: 𝟗 𝐝𝐞 𝐅𝐞𝐛𝐫𝐞𝐫𝐨. ×Esta historia no me pertenece, todos los der...