Capitulo 13

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El ajetreo en el palacio no ha parado, por lo que veo aun no viene mi tío, así que iré a arreglarme para recibir a la familia Dávila. Subí a mi habitación con mis gracias detrás de mi apenas entre me acosté en la cama estirando la mano para buscar algo bajo las almohadas. Una barra de chocolate. 

- Creo que si algún día hacen una requisa en tu habitación encontraran unas mil de esas. 

- Puede ser papá. - dije abriendo la envoltura viendo como se acerca peligrosamente a mi chocolate. 

- Son muy ricos, pero si tu madre te ve comiendo solo se va a resentir. 

- Creo que el resentido es otro - dije viendo como partió un pedazo del dulce.

- Dayan esta por llegar. Arréglate para recibir a la familia. 

Sonreí dijo Familia, mi tío viene con sus hijos, aunque ambos me diferencian casi 8 años me llevo bien con ellos, son unos encantos muy tranquilos, para tener 4 años, casi la misma edad de mi pequeña protegida y hablando de ella la acabo de ver correr de la entrada de mi recamara. 

Mi padre se fue apenas se termino mi chocolate, estaba muy rico, y me dirigí a un cajón que estaba en mi mesa de noche para ver una cajita de cristal rosada sobre una medio azulita. Mañana es el cumpleaños de mi primos y me encargue de buscar un lindo regalo para ambos. 

Me comencé a arreglar para la llegada de mi familia materna, en si no hice mucho solo me cambie de camisa a una blanca con mangas largas y medio arregle mi cabello para que no se note que esta alborotado. 

***

No paso nada importante o interesante el día de ayer, hoy por otro lado es igual no hay nada interesante solo se preparo un pequeño espacio para los niños que pasaron todo el día jugando, claro sin contar a mi pequeña prima Alissa que esta a mi lado aferrada al bolsillo de mi traje.

- Que sucede princesa - le pregunte cargándola.

-  Nada. 

Tan bella paso sus brazos por mi cuello abrazándome, por otro lado yo la abrazaba acariciando su cabeza y su cabellos muy similares a los de su madre, pero con mesclado con el rubio de mi tío. 

- Quieres salir de aquí, porque yo si. - levanto su carita que hasta hace poco estaba en mi pecho. 

- Sí...

- No se diga más. Héctor, Henry pueden buscar mi caballo para dar un paseo con la princesa en el jardín. - Ambos asintieron y Henry se fue en busca de mi caballo. 

Una vez fuera en el jardín estaba mi hermoso corcel blanco esperándome, primero ayude a mi primita a subir, después subí con ella para dar un pequeño trote por el camino del jardín, después de unos minutos comenzamos a jugar en el campo de entrenamiento para no aburrirme y tampoco iba a hacer muchas cosas no quiero que le pase nada a Alissa. No negare que varias veces he caído del caballo, pero ese es un secreto que nadie debe decirle a mi madre.

Después de casi una hora ya estamos dentro del castillo, mi hora favorita de una fiesta la hora del pastel. Estábamos sentados en el suelo en una ronda, mis primos, mi mejor amigo y como no mi pequeña protegida, a diferencia de Alissa su hermano Austin es callado, reservado y no suele ser muy sociable, ni porque este con personas de su confianza a diferencia de Aliss que si se siente en confianza puede ser muy extrovertida.

Después de un rato llego la hora de abrir los regalitos, la mayoría eran dulces después de todo son muy pequeños. 

- Ustedes son parte importante de mi familia, son parte de mi y confió plenamente en ustedes, son especiales y únicos para cada uno. -  Les di las cajitas. 

Mi magia mi condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora