Capitulo 3

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P.O.V Sharikan.

Un día más encerrado en mi habitación, paso todo el día de la misma manera, encadenado, sin magia, pero ya no es lo mismo de antes, ahora no solo lucho con mis emociones, si no también con mi magia, y que por eso obviamente con mi madre, tener bloqueada mi magia de esta manera no es bueno, las cadenas mágicas que bloquean mi magia me lastiman solo si uso mi magia.

-Príncipe Sharikan, buenos días, le traje su té -menciono la Sra. Rouse ingresando a mi habitación.

-Gracias-le sonreí.

Muy pocas personas hasta ahora me han visto como soy realmente físicamente. Entre ellos están mis padres, la Sra. Rouse, Erick, y mis tíos tanto el tío Javi, como él tío Dayan.

-Después de tomar su té arréglese para desayunar.

- Esta bien gracias.

No me dijo nada más solo me sonrió. Me tome mi té, baje al comedor ya arreglado, en si solo torne mi cabello y ojos al color respectivo de la familia Dávila.

Terminamos de desayunar, sabia que tenia que entrenar con mi madre, así que regresé a mi habitación para cambiarme y arreglarme para poder entrenar con mi madre. Después de arreglarme espere a Erick para que me acompañe.

-Príncipe Sharikan, esta listo.

-Si lo estoy, aunque no quiero ir.

-No tiene opción, acompáñeme.

No le respondí solo suspire, sabía que tenía 3 largas y estresantes horas esperándome. En cuestión de pocos minutos estábamos en una habitación bien escondida en el palacio.

-Lamento la demora madre -mencione al entrar y ver a mi madre ya dentro de la habitación.

-Tranquilo, no llegas tarde, yo llegué antes.

-Esta bien.

-Erick muchas gracias, ya puede retirarse.

No respondió solo medio la reverencio para retirarse.

-Iniciamos con el control, empecemos fácil, felicidad, piensa en algo que te de tal emoción y no le permitas a tu magia que se apodere de ti.

Me senté en el suelo y pensé en algunas cosas que me ponen feliz, mi madre tiene razón, empezamos con algo fácil, de todas las emociones esta es la más fácil de dominar.

Luego de unos minutos, mi madre me pidió que cambiara por otra emoción, era otra que no me daba tantos problemas, aquella emoción era la tristeza.

-Erick,puedes ingresar.

Dicho eso él entro rápidamente, sabia que lo que seguía no era bueno, mi madre me pidió que me ponga de pie, también que me mantuviera tranquilo para pasar a la siguiente emoción, el miedo, el mismo que aun no domino ni un 10%, comencé a traer recuerdos que llevaran a dicha emoción, mi cabello se volvió completamente negro, mis ojos eran de un color agua marina, trate de reprimir dicha emoción quise mantenerla dentro de mi pero no podía, esta comenzaba a apoderarse de mi magia, por lo cual rápidamente mi madre dio la orden a Erick que me encadenara hasta que me calme. Minutos después todo volvió ala normalidad.

-De verdad lo siento, no puedo.

-Yo se que puedes, solo tienes que concentrarte, vamos dejemos el control de las emociones para mañana,  para ver que tanto controlas tu magia, te tengo un regalo que te ayudara.

Mi magia mi condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora