Capitulo 17

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Después de que me interrogaran si ya me sentía mucho mejor podía comenzar con mis actividades del día, no habían muchas cosas, la Srta. Drove pensaba que era lo mejor al fin y al cabo ayer no me podía levantar de la cama hoy tengo mucha más fuerza pero creen que no es suficiente. Me dirijo a la biblioteca para revisar unos archivos que me entregaron, los revisaría en mi habitación pero me gusta trabajar en silencio.

No son muchos y son documentos de algunos habitantes que quieren salir de la frontera mágica, son varios mortales, así que solo reviso los motivos y los sello, pero si son seres mágicos como es el caso que tengo en mis manos me preocupa, es una chica de 23 años y esta embarazada, así que no puedo dejarla cruzar, su esposo es un ser mágico y ella una mortal, así que el bebé que crece dentro de ella es un ser mágico. Sellado, denegado.

Una vez ya con la Srta. Drove que trae otro sello que es el de mi familia, revisa una ultima vez mis decisiones, no objeta ninguna todas están correctas, pero si me pregunta porque no deje cruzar a la pareja, se lo explique y al final me respondió que era correcto, el bloqueo mágico que tendrá al cruzar la frontera no lo sentirá ella pero si el bebé, eso le puede costar mucho, incluso perder a su bebé, es mejor evitar ese tipo de problemas.

Después de poner el sello de mi escudo familiar, pude salir de ahí, leo rápido por eso no pase mi mañana encerrado en la biblioteca, en el camino de regreso a mi habitación, me tope con Sherling. La veo sonreír a un par de metros de mi ya cuando paso cerca de ella bloque todo lo que estaba a mi alrededor, ella me hizo prometer que nadie sepa de ella, y mucho menos hablar sobre ella con alguien.

- Linda mañana - su voz sigue tan suave como la primera vez

- Si por linda te refieres a revisar una montaña de documentos y permisos para el cruce de la frontera.

- Lo siento... eso es mi culpa.

- No, Sherling, no es tu culpa no sabias que no soy como ellos. 

- Lo sé, fue un error llamarte tantas veces... pero lo bueno es que estas bien, pudo pasarte algo.

- Tranquila estoy bien y eso no cambiara. Ahora cambiemos de tema, que hacías antes de hablarme. 

Realmente ella no hacia mucho, solo da vueltas por el palacio todo el tiempo, dice que nada ha cambiado desde que ella era una niña, y eso es verdad, el palacio no cambia se mantiene todo igual, el palacio en si es una antigüedad. Pero ella pasaba todo el tiempo caminando por todos lados, el castillo es un laberinto, mucho más la zona prohibida, no voy a negar eso, es verdad me he perdido varias veces en ese lugar, claro que nadie se ha dado cuenta, no suelo salir mucho de mi habitación, a veces uso mis ilusiones para escabullirme de mis guardias, si por mis padres fuera nunca saldría de mi habitación.

Hasta ella se ríe de mis travesuras, pero cuando ya estoy perdido me toca desactivar mis ilusiones, lo que hace que me gane un castigo, pero perderse aquí es aterrador, no sabes ni siquiera donde estas. Y me pierdo porque trato de evitar a toda costa toparme con un guardia.

- Si quieres te enseño, como escabullirte mejor. - Se que será mala idea pero igual acepte. 

Pero de todas formas debía de llegar por lo menos a mi habitación suerte que estamos llegando, Henry abrió la puerta, es hora de jugar, desde que empezó a abrirla conecte mi magia a un cristal que tengo escondido, cree una ilusión rápido, y dije que me sentía un poco mareado y débil así que me acostaría a descansar un poco, gracias a mi desconexión de ayer, ninguno dijo nada, después de todo eso era normal, aunque gracias a todo el te de uva que he tomado me siento bien pero ellos no tienen que saber lo contrario, la puerta quedo abierta, ambos se pusieron a cerrar cortinas para que la luz no me moleste para dormir, soy un ilusionista, ellos no notan que todo a su alrededor es una ilusión nada es real que joven yo que se acerca a mi cama no soy yo, es solo la fantasía que quiero que vean.

Mi magia mi condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora