Mi magia mi condena

Capitulo 5

P.O.V Rey Paulo

Nos recostamos en la cama para descansar junto a mi esposa, Sharikan la miraba detenidamente, no le quitaba los ojos de encima.

-Sharí... ella esta bien, ya es tarde, es hora de dormir.

Me quedo mirando por un momento, para luego aceptar, pero se quiso a quedar a dormir entre mi y mi esposa, se lo concedí solo porque sabia lo mal que se sentía, y así fue se quedo dormido, me quede mirando a ambos, ambos descansaban, Sharikan tenia su cabeza sobre mi brazo, sentí un movimiento brusco de su cabeza, regrese a ver el reloj frente a mi para ver que justo daban las dos y media de la madrugada.

-Descansa mi niño, te veré mañana- le dije acariciando su pómulo aunque se que no me escucha.

Al Sharikan no ser un ser mágico normal, hay un momento en el día en que su magia se apaga por completo, es como un momento de carga. Le pasa todo los días a partir de las 2:00 por eso se lo manda a dormir temprano, claro que siempre hay un día en el cual le entran sus rabietas y hace caso omiso, a partir de esa hora de a poco comienza a apagar su magia, es como si su vida se extinguiera, primero comienza con un fuerte dolor en la cabeza, luego el dolor se extiende hasta su pecho, hasta que su respiración para, y es como si estuviera muerto, la primera vez que paso nos hizo pegar un susto tanto a mi esposa como a mi, pero mi hermano me dijo que solía pasar con los seres de magia negra, los mismos que siempre mueren un año después de cambiar su magia en un código rojo, solo espero que mi hijo no corra esa suerte.

Cuando él se levanta luego de esa pequeña desconexión, amanece de 2 formas diferentes, cuando la desconexión llega a él y esta dormido amanece normal, con mucha energía, y su magia es bastante fuerte, pero si esta despierto durante ese proceso amanece del lado opuesto, muy débil y con un fuerte dolor de cabeza.

Luego de un par de horas de observarlos, me fui a dormir, no dormí mucho quien lo haría, mi esposa esta inconsciente, en si dormí un par de horas y me volví a levantar, ambos seguían inconscientes.

-Se que eres diferente a las demás creaciones mágicas, pero te empeñas en actuar como ellos, hasta cuando vas a dejar que tu magia tome el control de ti, pides libertad pero como quieres que te la demos si solo te dedicas a causar problemas, eres especial, eres diferente y eso te hace único, solo deja de pensar que tu magia tiene tu vida arruinada, porque no es así.

Hablar con alguien que no me escucha es algo tonto pero lo hago para pensar en como hablar con él sin hacerlo sentir mal.

Sharikan es especial, nadie puede negar eso, pero no saben lo que realmente es; a él le duele todo lo que pasa por su vida, si no es mi esposa que lo lleva al límite diariamente. No voy a decir que aveces estoy de acuerdo con los castigos que le da ella. Pero seamos sinceros es un niño con dudas de como usar su magia, quizás con un poco de libertad pueda tomar otras decisiones y tener un mejor desenvolvimiento en cuanto al manejo de su magia.

He pasado casi la mitad de la mañana en la habitación con las dos personas que cambiaron mi vida por completo, se que Sharikan  ya esta consiente pero solo falta que despierte. 

Los miro y solo veo respirar a Sharikan, me acerco a mi esposa para ver sus niveles de magia, los mismos que aun no se restablecen por completo.

-Papá... donde estoy que paso- hablaba mientras trataba de sentarse en la cama.

-No paso nada, tranquilo estas en mi cuarto Sharí.

-¿Cómo esta mamá?

-Aún no se despierta, pero se que lo hará pronto.

En vista de que ninguno quería moverse nos quedamos en la habitación, la Sra. Rouse se encargo de traer el té de Sharikan y hacernos llegar el desayuno.

Luego de unas cuantas horas casi alrededor de las 2 de la tarde mi esposa comenzó a despertar.

Fin del P.O.V

La Reina comenzaba a despertarse con un pequeño quejido mientras sostenía su cabeza, con ayuda de su esposo que la ayudaba a sentarse, se sentía débil y eso se notaba con cada movimiento que tenia ella. 

-Mamá, estas bien- le pregunto su hijo con toda la preocupación en sus palabras.

-Qué fue lo que pasó.

-Nada, cariño... nos alegra que estés bien.

La Reina no entendía a que venia la preocupación por parte de su esposo e hijo. Sharikan se acerco a ella y la abrazo con fuerza, se sentía muy feliz al saber que no le había hecho daño a su madre. 

La piel de la palma de su mano toco la piel de uno de los brazos de la Reina, este pequeño roce fue la primer seña de un don propio que crecía en Sharikan, una especie de conexión magia se estableció entre madre e hijo. La mirada de la Reina estaba perdida, mientras que por sus pensamientos pasaban las imágenes de lo que había pasado horas atrás, y era lo único que pensaba Sharikan. Esa fue la primera muestra del don del pequeño príncipe de 8 años.

-Sha...ri...kan que fue lo que hiciste.

-Mamá yo lo siento, no fue mi intención... no quise hacerte daño- Los ojos del pequeño se llenaron de lagrimas, estos ya eran de un color verde claro intenso. -Yo no quise que te pasara algo, no podía controlar mi magia, de verdad no quise hacerte daño.

-Mi vida, no hablo de eso, me refiero a como hiciste para que yo pueda ver lo que pasaba por tu mente.

-No... lo... sé.

-Deja de llorar mi amor, no me gusta verte así.

La reina miraba con ternura a su pequeño, a pesar de que era muy exigente con él, no cambiaba que Sharikan era su vida entera. Ella sabia que le exigía demasiado al pequeño, pero eso es algo que nunca va a cambiar, ella vivía con el miedo diario de que su magia tome el control de el como hace unas horas lo hizo.

Una vez estando los Reyes solos, hablaban sobre algunos cambios en la vida del pequeño Sharikan, cambios en base a como tendrán a Sharikan ahora.

El Rey sabia que lo único que Sharikan quería era poder sentirse un poco más libre, cosa que la Reina no acepto, según ella Sharikan no esta listo para eso.

-Elizabeth, si no haces ese pequeño cambio va a llegar un día en que no vas a poder controlarlo, sabes lo fuerte que se vuelva cada día, tiene 8 años y su magia es 3 veces más fuerte que la tuya y la mía juntas. Estas cometiendo un grave error, no puedes decirle a un Dávila que no puede conocer algo que por derecho le pertenece, hace más de 3 años que el no ha salido del palacio, lo único que quiere es ver su reino, cosa que así no lo apruebes pasara, mañana no voy a estar presente llevare a mi hijo a dar un paseo por el pueblo, lo llevare con mis padres. Es lo que haré así sea que no te agrade la idea, también es mi hijo y tengo derecho sobre él.

Paulo no le dio chance a su esposa de contestar, luego de dejar la habitación fue a hablar con Henry para que le ayude a tener todo listo para un largo paseo por el reino y sus alrededores. Llevar a su hijo con sus padres para pasar con ellos lo que les restara de la tarde y parte de la noche que pasarían con ellos.