Capitulo 26

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Termino de arréglame, la princesa Leduc llegará dentro de poco, mi horario de hoy gira en torno a ella, mientras que el día de mañana estará en torno a su hermano, el recién coronado Rey, se supondría que llegaría junto a su hermana pero debido a un asunto de su reino debió quedarse, lo que me permitirá pasar con la Princesa.

- Todo esta listo majestad.

La vos de Henry es casi un susurro a mi lado, pero de todas formas volteo mi mirada hasta mi habitación, todo esta en perfecto orden, me gusta la eficiencia con las que trabajan estas señoritas, después de agradecerles y pedirles que se retiren, me dirijo al espejo de mano que guardo en un cajón.

- Deje de hacerse daño majestad, no piense en eso. 

- De que habla Sr. Fayolle.

- Sé lo que hace solo este calmado, pronto tendrá el control nuevamente, nadie notará los lentes de contacto, tranquilo. - suspiro un poco, antes de volver a verlo.

- Puede que con la luz diferente se note, y eso me preocupa.

Lo único que no ha regresado a la normalidad desde que recupere mi magia es el color de mis ojos, el verde intenso y brillante no me deja tranquilo, si bien mi magia se ha mantenido al margen no quiero imaginar como notar si cambian o algo, sin importar como me sienta no dejan de ser verdes, ni por mas miedo que sienta no cambian.

- Díganle a mi madre que deseo verla.

- Eso no va a ser posible, los Reyes salieron temprano y no volverán hasta la tarde. - asiento para luego acostarme en la cama, lastima que no puedo hacer nada hasta la llegada de la princesa.

Hasta donde sé, Máxime Fayolle se ha vuelto muy cercano a la princesa, siempre esta con ella, y ahora no solo como su traductor, debido a que la princesa habla perfectamente los mismos idiomas que yo. Escucho la burlas de Sherling diciendo que estoy celoso, pero que quieren que haga el interés es fuerte, solo espero que mi magia piense igual de lo contrario se que sufriré demasiado. 

Siempre he dicho que el encierro en mi habitación es insoportable, pero el día de hoy los minutos pasan como si fuesen horas, llame a mis guardias para que se alisten, no soporto un minuto más encerrado, quizás les mentí que me dejaron salir a dar un pequeño paseo, pero realmente necesitaba aire fresco, lo bueno y creo que malo es que no hayan confirmado mis palabras. 

- No debe alejarse del Jardín.

Asentí antes de subir al caballo, miro hacia la ventana de la habitación de mis padres, no sabia que la vista daba al jardín privado, lo bueno es que mi madre no se encuentra, de lo contrario estaría en serios problemas, aunque quisiera correr no puedo, así que sigo un suave ritmo en mi caballo, lo llame blanco cuando era más pequeño, no supe pensar un mejor nombre. 

- Debemos regresar majestad ya casi es hora y debe cambiarse. 

Asiento a la voz de Henry y me acerco a la entrada del establo para dejar al caballo en mano de los cuidadores, después soy seguido por mis guardias hacia mi habitación nuevamente, donde ya tenían todo listo, el baño y mi ropa para ser exactos, después de mi baño rápido y de vestirme, me pude peinar aunque mi cabello anda un poco rebelde hoy, pero no puedo usar ningún tipo de fijador o gel, porque después no puedo controlar el color real de mi cabello y deja de ser rubio y vuelve a ser negro. 

 - Los guardias del pueblo informan que se acerca el auto con la princesa. - asiento y me aseguro de estar listo antes de salir de mi habitación. 

- No hagamos esperar a la princesa - dije al salir de mi habitación.

Sherling siempre esta a mi lado, salvo que a ella nadie la ve, pero trata de mantener mi mente ocupada, me siento nervioso nunca me había sentido de esta forma pero trato de mantenerme calmado, me acerco lentamente a la princesa que esta saliendo del auto con ayuda de su acompañante que justamente en Máxime, lo salude antes de que ayude a Alenia.

- Princesa Alenia, que alegría volver a verla. - hago una pequeña reverencia y dejo un beso en la tela de satén de los guantes que cubren sus manos.

- Siempre es un placer visitarlo su majestad. 

Ambos caminamos juntos aunque Máxime va un par de pasos detrás nuestro, lo siento decaído pero no piensa en nada, así que decido ignorar eso, pero es imposible cuando sus sentimientos son tan fuertes, por otro lado la princesa tampoco dice nada pero esta feliz, siempre le ha gustado venir al Reino. 

- Nos acercamos a nuestro destino. - les digo mientras caminamos, hacia el jardín privado para comer algo primero. 

- Pedí que prepararan este espacio para poder disfrutar de unos dulces y bocaditos, espero y los disfruten.

Todos tomamos asiento alrededor de una mesa de cristal, en lo que el personal del servicio sirve el te y unas galletas. Dado que todos podemos tomar el te que tenemos enfrente no hay problema, después de todo Max es un ser mágico de magia negra al igual que yo y la princesa es una mortal. 

Son unas galletas de mantequilla en forma de flor con mermelada de durazno, la princesa sonríe se que le gustan, de hecho todo lo que se ha preparado hoy va en torno a los gustos de la princesa, no dejo de sentirme nervioso mi pulso esta acelerado y no se ha calmado del todo, realmente no esperaba esto, ahora si creo en las palabras de Sherling realmente me siento atraído por la princesa, pero es extraño es como si mi magia no tuviera nada que ver con mis sentimientos, y ahora que reacciono mi magia se altera por mis propios sentimientos, que pasaría si mi magia no elije por mi como ha sido el caso siempre con todos los Dávila de mi familia.

- Es una posibilidad, recuerda que eres diferente - y aquí esta Sherling entrometiéndose en mis pensamientos como siempre.

Y que si tiene razón, eso significaría que no necesitaría de mi magia para enamorarme, y el amor no es una emoción en si es un sentimiento y mis ojos cambian conforme a mis emociones, no sé porque me excuso en eso, ya lo sabré bien dentro de poco, no falta mucho para llegar a mis 14 años y ver si realmente mi magia va a elegir a mi pareja o si al final lo haré yo, por tal motivo creo que será mejor que no siga metiéndome la idea de que me gusta la princesa. 

- Sharikan agradezco mucho todo lo que haz organizado para mi.

- Siempre es un placer realizar todo esto solo para verla feliz princesa. 

Incluso ella misma se sonroja apenas, y puedo sentir que el sentimiento es mutuo, me alegra en el fondo saber eso, pero realmente debo sacarme esa idea de la cabeza, regreso a ver a mis guardias para que avisen a los chicos del servicio para que organicen todo para la cena dentro de pronto, cuando regreso mi mirada nuevamente a mis invitados me pierdo en el tono grisáceo en el color de los ojos de la princesa, no puedo evitar sonreír y ella hace lo mismo.

- Que lindos -  La voz de Sherling en mi cabeza me regresa a la realidad.  

Dirijo la mirada a otro lugar que justamente es a la nieve que comienza a caer, el clima cambiante en el reino es algo maravilloso, en cuestión de segundos Alenia esta fuera del techo que nos cubría y juega con los copos que caen a sus manos cubiertas por los guantes, se ve muy feliz y algo impresionada, y la entiendo no es común ver caer nieve bajo pequeños rayos de sol, pero eso es lo increíble en este reino mágico. 

- El clima cambiante es lo que mantiene ciertas especies de plantas con vida. - hasta que por fin pude escuchar a Máxime hablar.

- La mayoría de las flores en el reino necesitan de un clima frio para sobrevivir. Por esa razón el clima aquí siempre es frio, claro que hay épocas en las que el clima es demasiado frio por eso suele salir un poco de sol para mantener el equilibrio.

Ya después de divertirnos por un momento en el jardín nos pidieron que ingresemos nuevamente, mis planes cambiaron por completo, no pudimos continuar con varias de mis actividades planeadas así que solo recorrimos el castillo, bueno no todo obviamente mi palacio es un laberinto por lo que solo recorrimos el primer piso donde solo hay cuadros de pinturas. Pero disfrute el tiempo a solas con la princesa, bueno casi porque Sherling estaba molestando, pero Máxime si no estuvo con nosotros, fue a visitar a su madre y pasara la noche ahí, después de todo esta en su hogar, y comprendo que no regresa porque no quiere dejar a la princesa y allá tiene la libertad que no tiene aquí. Y sinceramente lo entiendo.

Continuara...   

   

Mi magia mi condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora