Capitulo 12

26 1 0
                                    

El tiempo avanza demasiado rápido, nunca pensé que seria tan aburrido estar fuera de las paredes del castillo.  Pero así lo siento, ha pasado un año desde que ayude a Dereck y me siento muy bien, los gemelos guardan muy bien mi secreto, de igual forma Máxime, su padre ya me conto que le preocupaba mucho que su hijo se exponga, al igual que a mi lo tenían confinado en casa. La diferencia es que él si es un ser mágico. Un caso extraordinario, único hasta donde tengo entendido. Lo único que tiene de nosotros, es sus ojos, pero igual que yo los oculta y camufla su magia. 

En este momento camino al salón del trono por la llegada de los habitantes que desean hablar con mi madre. Llegue antes que mis padres, cosa que me sorprende; casi al instante llego mi padre, acomodando su corbata, luego entro mi madre con la Srta. Drove siguiéndole los pasos.

No vino mucha gente hoy, y los pocos que habían venido eran para conseguir permisos para el cruce de fronteras. 

Estábamos por salir en lo que entraron varios guardias, mi madre los observaba con intriga hasta que los guardias se separaron un poco. No podía creer lo que veía. 

- Encontramos a este joven, notamos algo extraño y es una ilusión. Algo oculta. 

Mi madre se levanto y se acerco a Máxime. 

- Así que tus ojos son verdes.Máxime respiraba inquieto. 

- Madre... - no me dejo seguir hablando. 

- Hace cuanto. - Regreso a ver a uno de los guardias. - Tráiganme a Héctor...

- Mamá, es un caso en un millón -  La interrumpí, casi gritando para que me escuchara tome aire al ver como con la mirada me decía que mejor no hable, pero no me importo. - él nació con esa magia, no es culpable de nada, y no lo digo solo porque sea un compañero y amigo mío. Lo digo porque sentí su magia el día que lo conocí, hay rastros muy leves de magia blanca, y si hubiera hecho lo que crees no hubiera nada de magia blanca en su sistema.

- Enciérrenlo hasta que se pueda confirmar. - dijo antes que los guardias asintieran y se llevaran a un Máxime esposado hasta la zona prohibida. 

No dije nada solo salí corriendo a mi habitación, me encerré ahí. Así sea que se confirme que es un ser mágico Máxime no tiene muchas oportunidades, estará bajo constante vigilancia de la guardia dado que tiene magia negra y si da un paso en falso, ya no hay salvación. Escuche como se abrió la puerta, dejando ver a un Héctor muy estresado y a Henry tratando de calmarlo.

- Gracias... no lo hubieran dejado defenderse. 

- Es mi amigo, y no dejare que le hagan nada, en 24 a 48 horas lo han de dejar en libertad. Hasta que confirmen que es de nacimiento.

***

Una semana muy estresante, he visto a mis padres muy poco, lo bueno es que soltaron a Máxime transcurridas unas 30 horas, y como lo supuse hay guardias por todos lados. Suele verse un poco estresado pero trata de estar calmado, se siente sofocado y lo entiendo, yo suelo sentirme así y no es nada bonito. El grupo entero esta reunido en el único lugar donde no hay guardias cerca, la escuela; estamos en nuestro tiempo libre mirando el vacío.  Nadie dice nada, todos miramos el cielo recostostados en el césped.

- No tenemos nada mejor que hacer verdad - me reí por comentario de Lucas y regrese a verlo.

- Tienes una mejor idea, que no venga con un posible castigo incluido.

- Creo que ver el cielo es mucho más entretenido. - todos estallamos en risas, acepto la derrota.

- Formas de la magia ya comienza, nos vemos a la salida - dijo Rick apenas se escucho el primer timbre, se levanto para ayudar a Paula y se fueron. 

Se escucho el Segundo timbre, magia básica, así mismo Jess y Lucas se fueron. Los otros 6 que quedamos en el suelo nos comenzamos a levantar para dirigirnos al salón, una vez dentro escuchamos el último sonido que marca el final del descanso, quien no llego a su salón después del mismo no debe molestarse ni en pedir permiso para ingresar. No en vano el timbre suena tres veces en intervalos de 5 min. Para mantener el orden.

Las siguientes horas pasaron muy rápidas, vimos historia, y luego biología de la plantas del Reino, esa clase en particular me encanta. Después de eso cada uno volvió a su vida cotidiana, los gemelos se fueron a casa, Máxime de igual forma con la mirada de todos los guardias, Paula, Jess, Cristian, Lucas, Moisés se fueron juntos a sus casas, después de todo casi la mayoría de mi grupo eran vecinos. Por otro lado emprendí camino al palacio seguido por mis guardias personales, mismos que me hacían preguntas de como me habia ido el día de hoy. 

Una vez dentro del palacio pude ver demasiado movimiento, y justo ahí recordé que mi tío Dayan y su esposa venían a pasar unos días con nosotros. Al ver a todos los chicos de servicio revoloteando por todos lados asumo que mis tíos no tardaran mucho en hacer su entrada. 

Sigo mi camino hasta el comedor, paso de largo directamente a la cocina, observo a la Sra. Miriel revisar algunas cosas mientras que su hija Amélie pintaba dibujos en una esquina del mesón, es una niña muy tierna y divertida, se lleva bien conmigo para tener 4 años. 

- Buenas tardes - menciono entrando en la cocina, suelo almorzar aquí después de clases porque mis padres a esta hora están sumergidos en sus asuntos Reales.

- Buenas tardes Sharikan, tuve un problema con uno de los cocineros, me espera un momento por favor.

- Supongo que olvidaron que soy alérgico al camarón verdad...

- El chico es nuevo, pero ya esta solucionado.

- En ese caso no veo problema, ¿Qué pintas Amélie? - le pregunte en francés, ella se arco con su cuadernito para mostrarme su dibujo.

- Amoureux - Respondió, antes de que viera el dibujo. 

- Fontaine des Amoureux - dije al reconocer la fuente en forma de cisnes que da vida al lugar más especial para enamorados. Ella asintió, entre risitas.

La mayoría de los pequeños dibujos de mi querida protegida están en mi habitación, siempre me suele regalar uno de los que dibuja. 

- Me la llevare un momento, regreso en cinco minutos. - la madre asintió y tome la mano de mi pequeña protegida, dado que suele escabullirse para estar conmigo.  

- Silence - le hice señas para que no nos valla a delatar sus risitas, Amélie por el momento solo habla Frances, y la verdad no se porque se le complica el español que es el idioma que más se habla a su alrededor, pero bueno no deja de ser la niña consentida del palacio, hasta por mis padres. 

Llegamos a mi escondite no tan secreto para nadie en el castillo. 

- Es un pequeño regalo para más tarde. - recalco lo ultimo antes de darle la barra de chocolate que tanto le gusta. 

- Merci Shari - dijo antes de lanzarse a mis brazos, de verdad adoro a esta niña.

Regresamos a la cocina justo en el momento exacto, la Sra. Miriel estaba acomodando la mesa para almorzar en conjunto entre mis guardias, ella y su hija que de hecho sé que solo degustara su chocolate, dado que siempre almuerza antes de que llegue por lo que es muy pequeña aún, todos reíamos, es el mejor momento del día, me gustaba ver a una pequeña Amélie bañada en chocolate, es un encanto no paro de decirlo. 

Continuara...

Mi magia mi condenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora