Mi magia mi condena

Capitulo 14

Estoy caminando a mi habitación con mis guardias, aún no le he dicho nada a Héctor y se ve mal. Le duele mucho, sabe cual es el destino de su hijo, claro que yo voy a intervenir y nadie mas que Héctor, Henry, Máxime y los gemelos Aubriot sabrán lo que va a pasar.

-Ahora si quiero respuestas - Héctor me veía bastante serio, esta pasándolo muy mal. Lo sé.

-Esto fue planeado, solo busco su libertad.

-Exponiéndolo a un código rojo.

-Mismo que será pospuesto un par de días dado que mi madre esta de viaje, el cuál no puede ser pospuesto por ser asuntos reales. - Héctor solo asentía estaba mas calmado.

-Y como lo vas a sacar de la celda y de la zona prohibida.

-Henry es capitán de la guardia y tiene la llave de la zona prohibida al igual que usted, solo faltaría conseguir la llave de su celda.

-Cómo harás eso. Cómo lo vas a sacar del lugar más custodiado del palacio; aparte estará rodeado de cristales por todos lados.

-Soy un ilusionista, tengo muchos dones y aparte soy el único ser mágico capaz de romper esos cristales. La única forma de asegurar la vida de tu hijo es que se valla con tus suegros.

-Lo sé... es la única forma de anular el rastreo de su magia, sacarlo de la frontera es la solución. Ya llamo a mis suegros.

Mientras Héctor habla con sus suegros, estoy dando vueltas por todos lados perfeccionando mis ideas para que todo salga perfecto. Me acerque a uno de mis cajones del cual saque un par de pulseras de cristal negro.

-Estamos listos - afirmo Héctor al colgar la llamada.

-Henry necesito 4 caballos en la entrada de la zona posterior del palacio.

Henry nos dejo solos para encargarse de eso, en lo que Héctor y yo nos encargamos de dar inicio al plan, comenzamos a acercarnos a la zona prohibida, ningún guardia de esta zona puso resistencia en dejarme pasar, después de todo tengo una habitación aquí que uso para practicar. Respiraba de forma tranquila a lo que pasaba junto a cada guardia, ellos se quedaban quietos, bueno de hecho paralizados, luego me encargaba de bloquear los últimos momentos de sus recuerdos, puedo hacer eso mis dones los conocen todos, bueno solo saben que puedo leer sus pensamientos, no que puedo acceder a sus memorias y jugar con ellas.

Héctor ya tenia en sus manos las llaves de las celdas, ya estábamos en la puerta negra, al abrirla nos topamos con otra puerta de cristal.

- Aléjate un poco, voy a romperla.

- Espero no lastimarme - me dije a mi mismo colocando mi mano en la superficie fría de la puerta, un sonido me aturdió un poco cuando miles de cristales cayeron en el suelo.

Una vez dentro pudimos ver a un pequeño niño de 12 años conectado a una intravenosa, misma que lo mantiene hidratado, sedado y sin magia.

- A la cuenta de tres se la bloqueas y la quitas. 

Un paso dentro dimos y salieron muchos cristales del suelo, El sistema de auto seguridad de la celda, si no te mata el código rojo lo hacen esos cristales.

- Ten cuidado, si te cortas o te lastimas con ellos mueres casi al instante, es selenita recubierta con esencia de flores de campana.

- Lo sé, trabajo aquí... y se cual es el peligro.

Rompí cuantos cristales pude para que ambos podamos llegar a donde estaba, escuche algo y regrese a ver a Héctor desactivar el sistema de seguridad.