Capítulo 32: Argiss (Parte 1)

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Parte 1: Soledad


«¿Quién soy?»

Fue el primer pensamiento que Ethan tuvo, no tenía ningún recuerdo de quién era ni de donde se encontraba, estaba confundido, su cuerpo se sentía ligero y todo estaba oscuro y silencioso. Luego una imagen apareció ante él.

Un lugar muy extraño que jamás había visto, las paredes eran de piedra blanca, decorada con corales brillantes y hermosos, las algas flotaban por todos lados y unas hermosas linternas, que parecían burbujas iluminaban el lugar.

Estaba en una habitación bajo el mar.

«¿Estoy en el agua?»

Se preguntó sin comprender.

Este era el primer recuerdo de Aris...

La soledad.

No había nadie cerca y todo estaba silencioso.

Era como si Ethan estuviera viviendo la vida de alguien más, pero no entendía porque estaba bajo el agua.

Poco a poco se fue acostumbrando a la situación y se dio cuenta a quién pertenecían los recuerdos que estaba viendo.

Aunque no entendía por qué.

Un niño de unos cuatro años estaba dentro una concha gigante que acababa de abrirse por sí sola, y el pequeño niño, al abrir los ojos observó que se encontraba solo en esa habitación.

El décimo tercero príncipe de BlueLower había nacido.

Pero no había nadie para presenciar tal acontecimiento.

¿Por qué?

Porque a nadie le importa, ni siquiera lo suficiente como para querer estar pendiente de eso. Tenían cosas más importantes que hacer.

Aris espero por mucho tiempo, pero se sintió asustado por estar solo, así que se levantó de la concha e intentó nadar. No fue tan difícil y logró estabilizarse y nadar sin problemas.

Ethan miraba con asombro al pequeño niño... ¡¿Mitad pez?!

«¿Qué rayos...?»

En verdad no entendía nada...

El corto cabello blanco flotaba en el agua mientras nadaba hasta la puerta, sus bellos ojos azules reflejaban miedo, no quería estar solo. Abrió la puerta y avanzó por un largo pasillo en forma de túnel.

Pero no había nadie cerca.

Siguió y siguió hasta que escuchó unas voces.

—Él me robó mis joyas, estoy seguro. Castíguelo reina Kirya—dijo alguien con molestia.

Aris asomó la cabeza y observó el lugar. Un salón espacioso, el techo se hundía hacia arriba y de él colgaban adornos de diversas formas y colores, que brillaban e iluminaban todo el lugar, y al fondo habían dos tronos rodeados de otros seis más pequeños. Tres a cada lado.

En unos de los dos tronos estaba sentada una sirena, de cola blanca que brillaba como perlas, su cabello negro con tonos azulados flotaba con elegancia, y su mirada fría, con esos ojos tan azules y profundos que congelaban con sólo un vistazo. Y sobre su cabeza una corona de plata, decorada con perlas y cristales que colgaban de ella.

Rápidamente miró hacia algo que se movió a los lejos y clavó sus ojos en Aris, quién tembló y se escondió.

—Ha nacido el príncipe—dijo sin ninguna emoción y añadió alzando la voz—Acércate.

Los ojos más bellos del mar© ✓ [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora