Extra 1

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Extra: Quiero tomar tu mano

Elderloth había terminado de poner el "Domo cristalino" y de sacar a todos de la isla.

Preocupado y sintiéndose ansioso decidió buscar a Aris, para ver si necesitaba ayuda en algo. Y mientras caminaba por el bosque vio que algo brillaba a lo lejos.

Un camino de luciérnagas hechas de agua guiaba a Ethan, quién llevaba a Aris en sus brazos. Llenó de heridas y cubierto de sangre.

...La mirada de Ethan era tan tétrica y desolada que Elderloth sintió un escalofrío al mirarlo.

Supo que él no había sido quién lo mató, si no estuviera muerto, también supuso que tuvieron que pelear, ya que la ropa de ambos estaba destrozada. Elderloth lloró al ver a su querido hermano menor muerto en los brazos de ese humano.

Pero se paralizó cuando descubrió hacia donde era guiado.

"La diosa..."

Entendió que era lo que quería ese humano.

Lo siguió todo el tiempo desde la distancia, y cuando llegaron al Estanque Sagrado se escondió detrás de unas rocas y escuchó la conversación que tuvieron él y la diosa.

Se sintió aliviado al saber que Aris si podía volver a la vida, pero se preocupó por el precio que tuvo que pagar el humano, y un pensamiento llegó a su cabeza cuando observó la balanza.

"¿Qué tanto ha sufrido para tener que pagar tan poco?"

A Elderloth le faltaba la mitad del pago cuando la diosa midió su sangre en la balanza.

Pero a este humano sólo le faltaba menos de un cuarto.

Y aun así el precio fue muy grande, su muerte, parte de su destino y su salud.

Era algo que no cualquiera estaría dispuesto a pagar, pero con esto estaba más que convencido sobre el amor que se tenían el uno al otro.

Sabía que su hermano iba a ser feliz.

Y justo cuando Aris despertó se fue y los dejó solos.

[...]

Caminaba por la isla, cuando de repente vio a lo lejos que el barco se alejaba con lentitud.

Vio como los atacaron, pero no se preocupó en absoluto, sabía que el humano no moriría, y podría proteger a Aris, pero se quedó observando por si necesitaban ayuda.

Los dejaron en paz y ambos continuaron su camino, no entendió el porqué, pero no le tomó mucha importancia y se fue.

[...]

Al siguiente día...

Entre unas rocas a la orilla del mar Elderloth disfrutaba de la brisa marina y la vista del mar.

Aunque se sentía un poco solo estaba feliz porque su hermano al fin pudo salir de la isla.

Estaba perdido en sus pensamientos cuando escuchó el sonido de alguien caminando sobre la arena. Y cuando estuvo lo suficientemente cerca se detuvo al lado suyo, separados sólo por una roca lo escuchó suspirar, y se sentó sobre la arena.

Elderloth se quedó desconcertado, se suponía que no había nadie en la isla aparte de él, y tomando forma humana se puso de pie y se asomó con cautela.

Un hombre de unos veinticinco años, de cabello y ojos marrones, de facciones delgadas y delicadamente marcadas, nariz y mirada suave. Y aunque su piel era ligeramente bronceada se notaba que antes era blanca.

Los ojos más bellos del mar© ✓ [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora