Hace mucho deseó la muerte con todo su ser, luego no deseó nada, se sentía vacío. Y cómo por arte de magia conoció a alguien muy especial que le dio sentido y razón de vivir.
Pero...esa persona está muerta, y vuelve a desear la muerte mucho más fuerte que antes, porque ahora que ya conoció esa calidez no podría vivir sin ella.
Sin su amor.
La muerte era su consuelo, y su salvación, de esa inmensa y sofocante oscuridad y soledad que lo devoraba insaciablemente.
Su mente ya estaba perdida y su corazón destrozado.
Pero justo cuando estaba listo para degollar su propio cuello y aliviar su dolor quiso ver por última vez a su amado.
Y observó cómo una pequeña luciérnaga se posaba sobre su mejilla y brillaba en la oscuridad del atardecer.
Ethan la observó por unos momentos, y una profunda insatisfacción lo invadió y repentinamente entró en sí. Luego apareció otra, y otra...formando una línea de luciérnagas que lo guiaban hacia el bosque.
—Yo...no lo acepto—musitó y bajó la espada. Que ya había hecho un corte profundo en su piel.
—Me niego...
Y lleno de indignación, tristeza e ira arrojó la espada, sus heridas estaban sanadas y el veneno ya no le afectaba. Se inclinó hacia Aris y contempló su rostro.
—Voy a traerte de vuelta... sólo espera un poco más—exclamó limpiándose el rostro.
Lo tomó en sus brazos con delicadeza y se levantó, respiró profundo y tranquilizó su mente agobiada, y con paso decidido se dejó guiar por las luciérnagas.
El día había llegado a su fin y la oscuridad dominaba los alrededores, todo era silencioso y el único sonido eran sus pisadas, que hacían crujir las hojas.
Su cabello plateado teñido de rojo se balanceaba de un lado a otro con cada paso, y su expresión serena y triste era suavemente iluminada por los insectos luminosos.
Ethan estaba lleno de negación y determinación. No podía creer que estuvo apunto de quitarse la vida sin intentar salvarlo, su mente se había ofuscado y se perdido en la tristeza por unos instante. Pero si al final no podía traerlo de regreso esa sería su única opción.
Caminó por el bosque sin parar, y al cabo de unos minutos llegó ante la extraña entrada del "Estanque Sagrado", entró sin miedo y atravesó el estrecho pasaje.
Y ante él se mostró aquella vista que nunca había visto en persona. Un bello estanque cristalino e inmóvil. Y el cielo se reflejaba con claridad en su perfecta superficie.
Ethan dejó el cuerpo de Aris sobre el suelo, y colocó su cabeza en sus piernas. Mojó su dedo con la sangre de sus ropas, se inclinó hacia el agua y hundió el dedo.
Y casi al instante una figura se formó sobre el agua. Una estatua de él mismo se presentó sobre el estanque que permaneció imperturbable, en la misma postura, sentado sobre sus piernas y con una expresión triste y seria.
—Hola Ethan—saludó la figura, con su misma voz profunda y con sus ojos deprimentes.
Ethan guardó silencio y observó la figura por unos segundos.
—Tu sabes quien soy ¿no es así?
—...Si—respondió luego de silenciar sus pensamientos.
—Entonces dime, ¿qué es lo que quieres?—hizo una pausa y miró a Aris—Aunque yo sé muy bien lo que quieres necesito escucharlo de ti. Adelante, pide tu deseo.
ESTÁS LEYENDO
Los ojos más bellos del mar© ✓ [Libro #1]
RomanceGéneros: Boys love (chicoxchico), fantasía, aventura, drama y misterio. [Primer libro] Estado: Finalizado (Con secuela finalizada) 39 Capítulos + Extras. 。.:*☆⊹.◊*゚✧*。☆*:・゚✧ Ethan ya no quería seguir viviendo, no lo soportaba, lo hacía sentirse suci...