Ethan era arrastrado por los túneles subterráneos, chocaba contra las paredes rasposas hiriendo un poco su cuerpo, ya estaba al límite, no podía seguir aguantando la respiración, y justo cuando sentía que iba a ahogarse y perder la conciencia la cosa que se enrolló alrededor de su cuerpo lo sacó del agua, y lo arrojó con brusquedad y fuerza hacia el suelo.
Tosió y sintió un dolor en el pecho, el aire al fin pudo entrar en sus pulmones, y tirado sobre el suelo rocoso y frío abrió los ojos.
La cueva era oscura, húmeda y fría, había un pequeño agujero en medio, de donde había salido, del agua salía un brillo tenue de color celeste, que era lo único que iluminaba pobremente la cueva.
Tres sombras se pararon frente a él.
—¿Enserio creíste que podrías irte así nada más?—declaró una voz sombría.
Ethan levantó la vista desde el suelo pero no podía distinguir quienes eran esas tres sombras. La sombra que estaba en medio se dio la vuelta y caminó hacia el agua, metió la mano y sacó un coral azul en forma de copa, y dentro de el había una esfera hecha de agua que brillaba con un resplandor celeste claro.
La linterna de coral iluminó el rostro de esa persona, aparentaba tener unos veintiséis años, tenía un largo cabello plateado que estaba atado con un broche de plata en forma de concha con perlas incrustadas, las puntas de su cabello se degradaban en un azul marino, sus ojos eran celeste y sus rasgos eran afilados y rígidos, su mirada era fría y oscura. Lo único que traía puesto era una fina tela de color celeste claro brillante que estaba atado alrededor de su cintura, de el colgaban algunos hilos plateados con conchas y perlas.
Caminó hacia Ethan sosteniendo la linterna con su mano derecha, se posó delante de él y lo observó desde arriba, con una mirada tan fría como el hielo.
—Un ser tan repugnante como tú nunca podría llevárselo—la persona al lado derecho habló, era una mujer hermosa de ojos verdes y cabello negro, tenía una tela similar que cubría su pecho, de un verde brillante como algas marinas, se miraba suave y delicado. De su cintura colgaba uno similar, pero era mas corto en comparación al de pelo plateado.
—¿Qué fue lo que le hiciste? ¿Cómo lograste engañarlo?—preguntó con un tono de desprecio la persona que estaba al lado izquierdo, era un hombre de baja estatura, de unos sesenta años, su cabello era blancuzco, de tono amarillento y una gema blanca colaba en su frente. Sus ojos eran tan blancos y traslúcidos que parecía estar ciego, una túnica café lo cubría, parecía rasposa y tenía algunas escamas feas y torcidas.
—Sirilius siempre a sido ingenuo y estúpido—comentó el de cabello plateado.
—Contesta—ordenó la mujer.
Ethan se sentía adolorido, los pequeños rasguños en su cuerpo le ardían con el agua salada, tenía frío y no entendía nada sobre lo que estas personas le estaban hablando.
—Yo....no sé de que hablan—respondió Ethan frustrado.
—No trates de hacerte el ignorante, algo le hiciste al príncipe—refutó el anciano.
—¿Príncipe? ¿de quién hablan?
—Argiss Sirilius Artemis Zale Obelix Thyrthon décimo tercero de la línea familiar, heredero al trono de BlueLower—respondió con calma el hombre de cabello plateado.
Ethan empezó a comprender un poco la situación.
—Tú querías llevarte al príncipe—objetó la mujer.
—Príncipe Elderloth, no perdamos tiempo con este humano, hay que matarlo de una vez— sugirió el anciano.
—Si, ¿acaso importa el como engañó al príncipe Argiss?, si lo matamos todo volverá de nuevo a la normalidad—dijo la mujer.
ESTÁS LEYENDO
Los ojos más bellos del mar© ✓ [Libro #1]
RomanceGéneros: Boys love (chicoxchico), fantasía, aventura, drama y misterio. [Primer libro] Estado: Finalizado (Con secuela finalizada) 39 Capítulos + Extras. 。.:*☆⊹.◊*゚✧*。☆*:・゚✧ Ethan ya no quería seguir viviendo, no lo soportaba, lo hacía sentirse suci...