𝟐𝟓

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KIUBY

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KIUBY

Con las gafas de aviador con cristales de espejo azules y una gorra de béisbol de los Yankees calada hasta los ojos, me siento bastante irreconocible cuando salgo del edificio y recorro la calle hacia la panadería a la que voy a buscar el desayuno para Hina. Me detengo en la esquina al ver a un hombre mayor y mal vestido sentado en una vieja caja de leche tocando el ukelele. El hambre que debe de estar pasando es palpable en sus rasgos demacrados y la ropa gris y gastada. Sus ojos están rojos y legañosos.
Yo podría haber acabado así.
El pequeño perro callejero que descansa junto al músico me ladra, como si me leyera los pensamientos y me sonriera. Me obligo a detenerme delante de él, y decido quedarme a escuchar mientras el anciano toca una melodía que me resulta familiar, aunque no puedo ubicarla. Dejo caer cien pavos en el estuche abierto.
Me mira.

—Que hoy encuentres alegría y felicidad.

Asiento con la cabeza, que giro para responderle mientras me alejo:

Ya lo he hecho, y es preciosa.

Aprieto el paso hasta la panadería y adquiero algunas cosas que creo que podrían gustarle: dos cruasanes con huevo y beicon, varios bollos de arándanos y dos muffins de fresa. Por impulso, elijo también unas galletas con pepitas de chocolate recién horneadas. Nos hemos pasado la noche abriendo el apetito, y yo, por mi parte, me muero de hambre.

—Oye, ¿no te conozco? —me pregunta la camarera mientras pago en efectivo.

No.

Ella entrecierra los ojos, estudiándome con atención mientras envuelve las galletas y las agrega a la bolsa del desayuno. Me mira el tatuaje del cuello.

—Te pareces mucho a ese tipo, Kiuby, el de los Vital Rejects.

¿A quién? —pregunto, con una expresión de desconcierto en la cara.

Inclina la cabeza a un lado.

—Sí, podrías ser su doble.

«Dame el cambio de una puta vez», pienso. Se echa hacia delante con aire conspirador.

—Me lo puedes decir. No se lo contaré a nadie.

Suelto el aire.

, soy Kiuby. —Después de todo, es bastante obvio con el tatuaje.

—¡Oh-Dios-mío! —chilla.

𝓚𝓲𝓾𝓫𝔂   ✶   𝒩𝐻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora