𝟎𝟕

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HINATA

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HINATA

El día ha sido muy extraño y me ha dejado impactada. La única forma de volver a recuperarme es poner Defying gravity y cantarla lo más fuerte que pueda mientras conduzco hacia Highland Park. Es mi canción favorita del musical Wicked, principalmente porque trata de la independencia femenina, de dar un salto a lo desconocido confiando en tus instintos, de avanzar teniendo en cuenta lo que crees que es correcto. Me gustaría ser así. Desesperadamente. Quiero dar ese salto y ser todo lo que alguna vez he imaginado...

Pero no será en Highland Park.
Con un suspiro, atravieso las verjas dobles y aparco junto al Mercedes de Minato.
Hanna y yo habíamos vivido cómodamente en un barrio de Dallas, pero esta casa es una locura.
Es una mansión de tres pisos en ladrillo encalado con detalles decorativos de estilo provenzal francés, desde las persianas rústicas en las altas ventanas hasta la enorme puerta de entrada de aspecto medieval. Alrededor de la parte trasera hay un patio cubierto con dos barbacoas, una piscina en forma de lago de montaña y una cocina al aire libre que parece recién salida de una revista. Más allá de la piscina hay un jardín muy elaborado, donde se puede encontrar un pequeño laberinto de arbustos, bancos de piedra y nichos. De unos cinco acres, la propiedad es una de las más grandes de
Highland Park.
Intento imaginarme a Naruto creciendo aquí, pero no puedo. No encaja aquí, y yo tampoco.
Llamo el timbre porque no me siento como en casa, y responde un Naruto recién duchado, con una apariencia increíblemente sexy. Lleva el cabello húmedo y unos vaqueros de cintura baja con una camiseta negra de los Beatles. Mis ojos traidores se quedan clavados en los hombros bien definidos.
Una pequeña sonrisa aparece en sus labios.

-Hola, Señorita Diecisiete.

Su acento me hace estremecer; es recortado, suave y con varias capas
de profundidad.
Estoy de nuevo bajo su hechizo, absorbida por su encanto otra vez. Recuerdo el beso que nos dimos...
La magia que me envolvió cuando encerró mi cara entre sus manos.
Me siento frustrada, pero guardo esos pensamientos y sentimientos bajo llave y entro en el vestíbulo.

-Vamos a aclarar una cosa,hermanastro: marcar más ese acento sexy no va a funcionar conmigo.

-Nunca he pensado que lo haría,
hermanastra.

Se apoya en la pared, y sus ojos azules se mueven perezosamente por mi atuendo. Luego aprieta los labios.

-¿Lo llevas por mí?

Enderezo los hombros, mi cuerpo recuerda automáticamente las lecciones de modales que he aprendido. Sí, llevo el vestido lila y los stilettos. Y me siento bien.
Paso por delante de él con la agilidad de una gacela.

-Lo llevo por mí.

-No me sorprende. No vale la pena disfrazarse. Por cierto, estás muy guapa.

Su mirada es pensativa mientras me mira, y yo suspiro, recordándome que es mi nuevo hermanastro y que tengo que comportarme como una adulta y llevarme bien con él. Paseo mi mirada por su ropa.

𝓚𝓲𝓾𝓫𝔂   ✶   𝒩𝐻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora