Era otro día en el colegio, cada día Mateo lo sufría más porque tenía que esperar todo el día hasta llegar a casa, ahí podía ser libre y hacer lo que quisiera sin ser juzgado por los demás.
Tampoco le desagradaba estar en la escuela, pues tenía muchos amigos y le encantaba estar con ellos, aunque si tenía que elegir una de las dos, obviamente sería ir a casa y entrar en su pequeño espacio. Era su pasatiempo favorito, y más en estos días llenos de estrés, estaba en semanas de exámenes, lo que conlleva estudiar mucho para sacar buenas notas.
Sus padres no le exigían mucho, pero aún así él siempre se esforzaba en ser el mejor de la clase.
Ahora estaba sentado en su pupitre, el salón estaba vacío aún y el tenía sueño, siempre era el primero en llegar. De a poco el salón se fue llenando y llegaron sus amigos ahí, las clases dieron inicio.
En realidad el día estaba pasando rápido, ya estaba en la última clase que compartía con su amiga Nicki.
La profesora explicaba que tenían que hacer un proyecto para pasar, en lugar de hacer un exámen, era en parejas y ellos no desaprovecharon la oportunidad y se juntaron.
Nicki iba a ir al departamento de Mateo, lo que significaba que no iba a poder entrar a su pequeño espacio. Eso lo frustraba un poco, esperaba poder contenerse y no hacer una "estupidez" frente a ella, obviamente nadie de sus amigos sabían lo que el hacía por las tardes, era un secreto que jamás les revelaría.
––¿Entonces quedamos en tu casa, Matu?- Le preguntó Nicki.
––Sip, puedes ir a la hora que quieras, igual nunca va nadie- Le contestó con una sonrisa que también la compartió Nicki.
Lo que restó de la hora estuvieron hablando de cosas suyas y también sobre el proyecto. Así dieron finalizadas las clases y los estudiantes pudieron ir a sus casas.
Mateo caminó a prisa para su departamento, quería disfrutar al menos un rato siendo pequeño, al llegar dejó su mochila en el sofá y directamente fue a su habitación.
Se quitó el uniforme y lo tiró en el cesto de ropa, después se vistió con ropa que le hacía sentir pequeño, un hoddie grande de muchos colores y un pantalón corto. Pensó un poco antes de ponerse el pañal porque era muy arriesgado pero al final lo hizo de todos modos.
