𝘖𝘯𝘦 𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴 (𝘛𝘳𝘢𝘱/𝘳𝘢𝘱)

-𝑻𝒓𝒂𝒗𝒆𝒔𝒖𝒓𝒂𝒔 𝒚 𝒄𝒂𝒓𝒊𝒏̃𝒐𝒔-

Dedicado a mateyos

Al parecer Mateo había empezado muy bien el día, en la mañana se la paso haciendo bromas mientras desayunaban y desde que se levantó no había borrado la gran sonrisa de su rostro.

Obviamente los chicos estaban contentos porque, Mateo unos días atrás se veía desganado y triste, pero hoy no había nada para quitarle esa felicidad.

Ya en la tarde Mateo se encontraba coloreando en su libro acostado en el piso mientras succionaba su chupete azul, iba vestido solo con un buzo de Manuel color celeste que le quedaba un poco grande y también un pañal, que estaba a la vista de todos, eso no le importaba en ese momento porque estaba demasiado metido en su little space.

--Hola bebé-. Saludó Manuel a Mateo poniéndose en cuclillas para estar a su altura.

--Hola nanu-. No hablaba muy bien por el chupete.

--Oye Teo, voy a estar en mi habitación trabajando, si necesitas algo vas y me lo pides, ¿Si corazón?-. Manuel le hacía mimos en el cabello mientras hablaba.

--Mhhh-. Mateo asintió y siguió coloreando.

Manuel se levantó y fue directo a su habitación a hacer lo dicho, Valen y Dani habían salido al cine y a comer, festejando que tenían dos años de relación.

Mateo cada vez se sentía más pequeño y no sabía lo que hacía, se levantó del piso y camino torpemente hasta la cocina, aún mantenía los crayones en sus manos.

Empezó a dibujar en las paredes su nombre y un pequeño dibujo de quienes vivían ahí con el.

Siguió y siguió hasta que se cansó y se fue con Manuel, ya una vez ahí tocó la puerta y espero a que lo dejaran entrar.

--¿Necesitas algo bebé?-. Preguntó Manuel viendo al pequeño que caminaba hacia el agarrándose de las cosas.

--Tengo sueño nanu-.

--Pues vamos a que duermas Teo-. Dicho esto lo tomó en brazos y se lo llevó a su habitación, lo arropó y espero a que se durmiera para el continuar con su trabajo.

(...)

Manuel estaba un poco sediento, así que bajo por agua, su sorpresa fue ver qué la cocina estaba rayada con crayones, pensó rápidamente en Mateo y fue por el, hace media hora había despertado y de hecho estaba en su habitación mirando televisión.

--¡Mateo!-. Gritó cuando aún iba por las escaleras.

--¿Qué pasó nanu?-. Preguntó inocente y no despegaba su mirada del televisor.

--Nada de nanu, ¡¿Ya viste lo que hiciste allá abajo?!-. Por su voz se notaba que estaba muy molesto y a Mateo le dió miedo, nunca le había hablado así.