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PACO X CA7RIEL
Little: Paco (Ulises) Edad mental: 2 años uwu
Omnisciente
––¡Llegamos, lindo!- Dijo Catriel tomando la manito del pequeño, éste último solo sonreía al ver todas las atracciones que había en ese lugar. Un parque de diversiones.
Ya desde hace unos cuantos días atrás el pequeño le había insistido en ir a dicho lugar, y obviamente el siempre respondía a cada uno de sus caprichos, tal vez esa era la razón por la cuál era un poco mimado.
––¡Sí! ¡Ya quiero subirme a todos los juegos!- Intentó correr a la montaña rusa pero una mano lo detuvo.
––Ya sé que estás ansioso por subir a todos lo juegos, pequeño... Pero recuerda que no debes separarte de mi lado, no quiero que te pierdas, ¿Okey?- Algo que le gustaba era mantener a su chiquito fuera de todo peligro, básicamente era un sobreprotector.
––No voy a separarme de tú- Sonrió como un niño obediente y espero a que el mayor asintiera para empezar a caminar a la pequeña fila de la montaña rusa para seguirlo a su paso.
Estuvieron esperando en la fila unos diez minutos hasta que tocó su turno. Sin duda la estaban pasando bien ese día, en especial el más pequeño, Catriel le había comprado muchos dulces y bebidas dulces, no había nada más en el mundo que le gustara más que eso.
––¿A dónde quieres ir ahora, peque?- Suspiró, estaba cansado por recorrer todo el lugar y ahora estaban descansando en una banca.
––Ya quiero ir a casa, estoy cansado- Hizo un puchero y el mayor asintió. ––Bueno, solo quiero una última cosa- Soltó una risita.
––Lo que sea para mi nene- Habló dulcemente y acarició su mejilla.
––¡Quiero un algodón de azúcar!- Dijo entusiasmado y con una sonrisa levantado sus bracitos, su cara cambió al ver al mayor negando.
––Lo siento, nene... Ya comiste muchos por hoy y no quiero que le haga mal a tu pancita luego, otro día te compraré un algodón de azúcar- Sabía que a su bebé no le iba a gustar esto y tal vez haría un escándalo, pero en serio ya eran muchos dulces por hoy.
––Pero yo quiero mi algodón- Dijo triste.
––Pues lo siento pero no, por hoy no más- Dijo firme, aunque no le gustaba ver la carita triste del pequeño.
––Por favorcito, ¿Sí?- Juntó sus manitos rogando.
––Ya te dije que no, mejor vamos a casa, nene-
––¡Quiero mi algodón!- Gritó llamando la atención de algunas pocas personas que pasaban por ahí que después siguieron caminando.
––Ya dije que no y punto- Se empezaba a enojar, no le gustaba que su bebé hiciera berrinches. Lo tomó de la mano pero el peque se dejó caer al suelo, cruzó sus brazos y frunció su ceño.
––No me voy a ir hasta que me compres mi algodón- Se comportó como un malcriado.
––Levantate por favor, ya dije que no te voy a comprar el algodón- Dijo aún manteniendo la cordura.
––¡No!- Le sacó la lengua.
––Está bien, entonces supongo que te quedarás ahí porque yo ya me voy a casa...- Caminó un poco mirando al pequeño que aún seguía ahí enojado por no cumplir su capricho de comprar el dichoso algodón de azúcar.
––¡Cómprame el algodón, cómprame el algodón!- Repetía gritando. Se acercó a él y lo cargó para llevárselo de ahí. El menor empezó a llorar. ––Q-quiero mi a-algodón-
––¡Basta! No más berrinches, estás castigado-
Al escuchar eso, el pequeño lloró más desconsoladamente, así estuvo todo el camino de vuelta a casa.
[...]
––P-perdón, ya no lo voy a v-volver a hacer- Decía mientras limpiaba sus lágrimas con su hoddie.
––No te lamentes, igual vas a estar castigado... Vas a tener una semana sin tus peluches- Retiraba los peluches de los estantes de la habitación. A todo ésto el menor lloraba aún más, no quería que se llevaran sus peluches, y menos a su conejito.
––Prometo portarme bien la próxima vez- Decía entre sollozos cuando vió que la habitación se quedaba sola.
––Ya lo sé, bebé... Pero creo que tú y yo estamos de acuerdo en que te portaste mal y mereces el castigo aunque no quieras- Se sentó en la cama y lo puso en su regazo.
––Pero te llevaste a mi conejito blanco- Dijo amenazando con llorar de nuevo.
––El castigo aplica con todos los peluches, nene- Lo abrazó y dejó mimitos en su espalda para calmarlo. ––Tengo una propuesta para que te sientas mejor y puedas tener tus peluches antes...- El menor inmediatamente lo miró esperando que hablara, realmente le interesaba volver a tener a sus amiguitos peludos.
––¿Qué propuesta?- Dijo curioso.
––Si te portas bien todos estos días, prometo llevarte de nuevo al parque de diversiones y te regresaré a tu conejito antes... ¿Qué dices?- Asintio efusivamente, el podría hacer eso.
Después de eso, el pequeño intentó ser lo más bien portado para dar una buena impresión de que realmente quería a sus peluches de vuelta.
[...]
Ya en la noche fue la misma rutina de todos los días, tomar su leche tibia en su vasito e ir a la camita.
Fueron contados los minutos que pasó Catriel para hacer dormir al pequeño, como ya estaba cansado no fue tan difícil.
Era obvio que no le gustaba castigar a su bebé, pero en ocasiones era necesario. Aunque el pequeño sabía que todo era por su bien.
Fin.
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Ayy me siento feliz por actualizar rápido ksksjs
Espero que les haya gustado y que haya sido de su agrado♡︎
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