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Littles: Mateo y Dani
Omnisciente
Era la hora de la siesta, la mejor parte del día, según Mateo. Él amaba dormir, y más si era abrazado de Dani.
Ambos estaban dormidos ahora, juntitos en la cama, mientras en la habitación solo se escuchaban sus suaves respiraciones, y el sonido del chupete del más chiquito.
Valen había salido por cosas que hacían falta, aprovechando que los nenes estaban dormidos. Sabía que los pequeños duraban entre 40 a 50 minutos, así que no se demoraría mucho.
Para su mala suerte, eso no pasaría hoy.
Dani despertó antes de tiempo, demasiado, apenas llevaba 10 minutos de siesta y se había despertado.
Se sentó en su lugar y bostezó, viendo al pequeño al lado aún dormidito. Sonrió y se levantó de la cama con cuidado de no caerse, siempre que despertaba y caminaba, al principio sus pasos eran algo torpes y llegaba a caerse algunas veces.
Bajó las escaleras buscando a Valentín, siempre que el mayor no estaba con ellos era porque estaba preparando algún postre para sus niños, así que supuso que estaba en la cocina.
No había nadie, le sorprendió un poco, estaba por ponerse a llorar cuando vio una notita pegada en la puerta de la nevera.
Se acercó y la miró tratando de descifrar lo que había ahí, estuvo algunos minutos hasta que lo comprendió, Valen había salido de compras.
¿Cómo lo supo?
Fácil, en la notita había un dibujo de Valen frente al súper. Si bien, Dani no sabía leer muy bien, pero podía saber que el del dibujo era su Valen porque arriba de él había un corazón celeste junto con una "V", y una vez les dijo que ese era su color favorito, y lo del supermercado era obvio, habían ido ahí muchas veces y lo conocía bien.
Valentín sabía que los nenes se podían despertar antes. Siempre que salía trataba de dejar una nota indicando dónde estaba, pero con cosas que ellos podían comprender, así como dibujitos o palabras clave.
[...]
Habían pasado solo 5 minutos y Dani se encontraba muy aburrido sentado en la cama mientras movía sus pies que no tocaban el piso, Mateo aún no despertaba y quería jugar con él, pensó en despertarlo pero al final descartó esa idea, no quería verlo llorar luego.
Lo mejor sería esperar a que despierte por su cuenta.
Luego de unos largos 10 minutos Mateo despertó "solo". Eso porque Dani hacía ruidos no tan fuertes y que parecían accidentales.
