Nunca digas nunca: Bill y Fleur

Capítulo 11

Si a Bill Wesley le hubieran dicho que él, siendo conocido por saber controlar sus impulsos, besaria a su asistente a la que había ofendido, sólo por que su parte impulsiva no se supo controlar, se les habría reído y les hubiera recomendado que dejaran el polvo de unicornio, ya que obviamente estaban sufriendo alucinaciones.
Pero este caso no era así, él la había besado como si no existiera un mañana, su parte Gryffindor hizo su gala en el momento donde se suponía que NO debía aparecer, ya que estaban haciendo una tregua y venía él a arruinarla por no pensar las cosas antes de hacerlas y ahora estaba en un viacrucis que ni Merlín mismo lo podía sacar, pero una vocecita en su interior le decía que valía la pena el riesgo, con una sonrisa entró a su casa.
Al entrar vio que todos sus hermanos hacían limpieza al modo muggle, entendía que los más jóvenes como Ron, Harry, Ginny y Hermione lo hicieran ya que eran menores de edad y no podían hacer uso de la magia, pero los gemelos y Charlie sí podían, pero lo más extraño de todo era ver a sus padres relajados conversando tomando limonada, ellos siempre tenían algo que hacer, y más su madre que era una dedicada ama de la casa, tomó asiento al lado de su madre.
~Ohhh cariño, aquí estás, George traele un vaso de limonada a tu hermano~. Gritó su madre.
Cuando George le llevó su limonada con cara de abatido decidió preguntar.
~Mamá que sucede, por que todos están trabajando como sirvientes, si tú casi nunca dejas que ninguno colabore, y a parte Charlie y los gemelos pueden hacer las labores con magia~. Dijo como si fuera lo más obvio y su madre estuviera desvariando.
~Ohhh cielo, es que hicimos una apuesta con Daniel, y él y yo nos aliamos y ganamos~. Dijo triunfante.
~¿Y de qué trataba la apuesta?~. Preguntó con curiosidad.
~Daniel y yo dijimos que tú ibas a iniciar el beso con Fleur~. Dijo con una sonrisa~. Los otros dijeron que iba a ser Fleur, pero como te diste cuenta, Daniel y yo teníamos razón, Daniel ganó 7 galeones y una cita con Charlie~. Contó esto último sonriendole a su segundo hijo~. Y como has de imaginar, el aburrido de tu padre no participó.
Sinceramente el primogénito de los Wesley, no sabía si sorprenderse por: A) Molly Wesley apostando, cosa que ella nunca permitía B) que su familia andara de chismosa viendo lo que pasaba con Fleur C) que hicieran una apuesta a costillas de él o D) que lo hayan visto besarse con su asistente.
~¿Y por qué en el creyeron que Fleur me iba a besar?~. Preguntó con curiosidad Bill.
~Ps ella es semi veela y pensábamos que su poder te iba a idiotizar e iba a besarte, y todos sabemos que no eres para nada impulsivo, pero demostraste lo contrario~. Dijo Ron.
~Yo les dije que se veía aleguas las ganas que le tenías a la muchacha, además ya que fuiste desagradable con ella en el hospital dudé que fuera tan tonta, como para dar el primer paso, uds los hombres son tan… predecibles~. Dijo con suficiencia su madre.
Después de esa pequeña charla con su madre, decidió irse a su habitación, para poder pensar en los acontecimientos de ese día, él no sabía como identificar los sentimientos hacia la rubia, lo poco que sabía era que cuando la había visto llegar con ese muchacho, sintió que aplastaban su corazón, pero cuando ambos aclararon que eran amigos, ese mismo sentimiento fue sustituido por una alegría que le daban ganas de subirse a la mesa y bailar la conga, pero una parte de él sentía miedo, miedo a salir herido o que fuera rechazado, sabía que era casi imposible que ella se fijara en él, no era rico y su familia era una traidora a la sangre, y con esos pensamientos tan alentadores se quedó dormido.