Capítulo 15

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Capítulo 15:
Bill se sentía como si fuera la primera vez que fuera a salir con alguien, tenía todo planeado, quería pasar todo el día con Fleur y como era sábado no había ningún problema por el día siguiente. Cuando ella llegó, él creía que estaba viendo un ángel, estaba hermosa más de lo que ya era, con un vestido floreado y unas zapatillas, estaba sencilla pero impresionante al mismo tiempo, no supo que la estaba mirando embobado hasta que ella lo saludó.
~Hola Bill~. Saludó con una sonrisa.
~Hola Fleur~. Respondió el saludo~. ¿Estás lista?
~Muy lista.
Y tomándola de la mano, la llevó a un sitio dónde aparcaban bicicletas, el tomó 2, dándole una a ella.
~Espero que sepas andar en Bici.
~Clago que sé~. Le contestó con esa mirada desafiante que solo ella podía dar.
Ambos se subieron en su nuevo transporte, y empezaron a pasear por el Londres Muggle, mostrando a su acompañante los lugares típicos de la ciudad. Aparcaron en una zona de bicicletas y caminaron hasta un mercado típico, ambos se perdieron en lo hermoso de las artesanías, iban conversando de cada cosa rara o hermosa que veían, como máscaras hechas de arcilla, bolsos elaborados a mano, hasta que él vio  una pulsera con el símbolo del yin y el yang, junto el símbolo del infinito y esta pulsera estaba tejida con un hilo rojo, no supo que fue pero guiado por un impulso, compró dos pulseras, una para él, otro para su acompañante, en otra ocasión se la daría no quería asustarla cuando viera los símbolos de la pulsera y lo mal interpretara. Bill sonreía cada vez que su acompañante miraba todo como una niña pequeña, ya al final del mercado vio una máquina de fotografías y arrastrando a la rubia entraron, y se tomaron fotos, fotos que Fleur quiso guardar como recuerdo de esa cita, ya estaba a punto de atardecer y tomando de la mano corrieron hasta un callejón para aparecerse, cuando él hizo aparecer a ambos, abrió los ojos y vio como Fleur abría la boca sorprendida, estaban en un mirador que daba la mejor vista del atardecer, y en un lado había un poco listo para ambos, con delicadeza dirigió a la muchacha para que se sentara, se acomodaron y empezaron a comer, comida obviamente hecha por Molly para la ocasión.
~Está muy deliciosa la comida Bill~. Le dijo la chica.
~Se lo diré a mi madre, ella la preparó, cuando dije lo que tenía planeado, no hizo falta decírselo 2 veces y ella se encargó de todo~. Sonrió recordando lo contenta que se colocó su madre cuando le contó sus planes y no dejó que él la ayudará ya que según ella lo iba a arruinar.
~Quedó todo muy bien, y me encantó la cita, quién diría que tú y yo pasando un día juntos sin gritarnos mutuamente~. Le dijo ella con una sonrisa.
~Si lo sé y me quiero disculpar por ser un idiota, no te debí haber tratado como lo hice, lo siento mucho, y aparte te debo una explicación de mi comportamiento~. Tomó su mano y procedió a hablar~. Hace un tiempo cuando estaba en Egipto, me enamoré de una muchacha, salimos por un tiempo yo estaba ilusionado con ella, tenía planes, un día se marchó sin decir adiós, le mandé cartas pidiendo una explicación, y solo me contestó que nunca me amó y que el ilusionado en esa relación solamente era yo, poco tiempo después me marché y fui a casa con el corazón hecho pedazos, me prometí que no me iba a enamorar de otra persona, y así lo hice hasta que llegaste tú, y sentí que perdí el control al solo verte, y pensé que al alejarte y tratarte mal no me ibas a gustar pero pasó todo lo contrario~. Finalizó con una sonrisa.
~No pasa nada amog mío.
Y se unieron en un beso.  Demostrando que no importaba el pasado, sino el presente, y con ese beso sellaron un pacto de dejar todo atrás

Nunca digas nunca: Bill y FleurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora