Capítulo 36

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Diciembre se fue, y la ida de Ron también, para Fleur le fue difícil despedirse de él, era un simple chico, tenía que estar estudiando o saliendo a citas con chicas, no recorriendo todo un país como vagabundo o huyendo de personas que quieren hacerle daño, le había tomado cariño, tanto que le daban ganas junto a la señora Weasley guardarlo en una caja de cristal y guardarlo en una repisa, para que nada le pudiera pasar, por más que tanto ella como Molly le rogó al pelirrojo menor que no se fuera, ni siquiera lo pensó y dijo que no, ambas mujeres sabían que no aceptaba porque su consciencia no lo dejaría en paz, así que luego de haber llegado el año, Ron tomó sus cosas y se fue a la búsqueda de sus amigos, y sin querer Fleur lloró ante su partida.
Los minutos pasaron, los minutos se convirtieron, los minutos se convirtieron se pasaron en horas, las horas se convirtieron en días y los días en semanas y las semanas en meses.
Una noche ella estaba cenando con Bill, bueno, ella estaba jugando con su comida, tenía una opresión en el pecho, se sentía inquieta.
—¿Estás bien amor?—, preguntó Bill con preocupación.
—Si lo estoy, no te pgeocupes, es que siento que algo va a pasar.
Bill se levantó de la mesa y la abrazó por detrás.
—Todo va a estar bien, no hay problemas.
Ella sólo asintió sin estar muy convencida.
Recogieron los platos, cuando sintieron que golpeaban la puerta, con varitas en mano salieron corrieron a la puerta, pero antes de abrir la puerta, Bill habló.
—¿Quién es?
—Vengo de parte del amo Harry Potter—, contestó una voz chillona.
Bill colocó cara de confusión y poco a poco empezó a abrir la puerta con la varita levantada, dando a ver a una pequeña criatura con ojos saltones y verdes, pero no estaba solo, iba con 3 personas y un duende, y sinceramente ninguno se veía mejor que el otro, Fleur adelantó a Bill y ayudó a los recién llegados a pasar.
Ella tomó a un hombre, se veía que era un anciano y con ayuda de Bill lo llevaron a la habitación de huéspedes, donde ella se encargó en curarlo.
—Fleur Delacour, participante del torneo los 3 magos, tu varita tiene un cabello de veela—, dijo el hombre en un quejido.
Fleur se sorprendió al escuchar al hombre, que inmediatamente reconoció como la persona que revisó su varita en el torneo.
El hombre presentaba signos de tortura, se sorprendía que siguiera vivo, el anciano le agradeció por sus atenciones y se quedó dormido.
Ella bajó las escaleras y encontró a su esposo hablando con lo que parecía ser un elfo doméstico.
—Dobby agradece su hospitalidad hacía los amigos de Harry Potter, pero dobby tiene que volver para salvarlo a él y a sus otros amigos.
—Ok dobby ve y ten cuidado.
—Sí señor, pero antes de irme, déjeme decirle que se nota su parentesco con el joven Weasley, ambos tienen un gran corazón—, hizo una reverencia hacia Bill y desapareció.
Bill tenía la cara roja después del elogio del elfo, Fleur sonrió ante tal muestra de humildad.
—¿Cómo están los otgos?
—Bien Fleur, al duende lo llevé al otro cuarto, los chicos están comiendo, vamos a reunirnos con ellos.
—Vamos.
Ambos se encaminaron a la sala donde un chico y una chica estaban devorando la comida, ella saludó a ambos, la chica alzó la mirada del plato y Fleur la reconoció, la había visto el día de la boda y hubiera pasado por hermana suya si hubiera querido, se veía demacrada, pero en sus ojos había un brillo que aleguas se notaba que no habían podido apagar, Luna, se llamaba, según sus recuerdos, le regaló una sonrisa que se veía que era sincera, ella se la devolvió pero antes de que alguna palabra saliera de su boca, la puerta abrió de golpe, todos se voltearon.
Un Ron agitado, llevaba a Hermione en los brazos, Fleur se acercó corriendo a ellos, la chica estaba inconsciente, le ordenó al pelirrojo subirla al cuarto principal, el chico obedeció, entraron al cuarto y Ron acostó a la chica.
—Fue torturada con cruciatus.
Como buena medimaga no dejó que la noticia la schokeara, revisó sus signos vitales, y respiró aliviada, gracias a Merlín estaba estable, sólo había que esperar que despertara.
La francesa se volteó a ver a su cuñado, se veía agotado, pero físicamente estaba bien, ella lo abrazó y fue correspondida.
—Gacias a Merlín estás bien Gonal estaba tan pgeocupada.
—Tranquila Fleur, estoy bien, ¿Cómo está Hermione?
—Está bien, sólo hay que espegag que descanse.
—De acuerdo, iré a ver a Harry.
Ambos bajaron al primer piso, ella entró a la cocina y Ron salió al patio.
—¿Qué sucedió?—, preguntó a su esposo al ver que Harry estaba paleando.
—Dobby ha muerto—, le contestó con tristeza.
Ella se abrazó a su espalda, el elfo había muerto para rescatar a su amigo de las manos de personas malas, todos los días habían muertos, personas que morían por querer algo diferente, ella siempre se preguntaba, ¿Cuántos más iban a morir?, pero la pregunta más frecuente y que la asustaba era, ¿Serían Bill y ella unos de los tantos muertos a manos del mal que tanto daño causaba?

Nunca digas nunca: Bill y FleurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora