Ron y tú nunca se habían cruzado en sus seis años en Hogwarts, hasta ahora. Cuando ambos se unen para romper una relación, te encuentras pasandolo mucho mejor con el pelirrojo de lo que ambos esperaban.
Esta historia no es mía, solo la traduzco.
-Li...
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Diecisiete—
—¡Ronald!— Escuché a Hermione decir, y me di la vuelta para ver a Ron parado en la puerta.
—Hola Hermione.— dijo, acercándose a nuestra mesa.— Hola t / n. Harry dijo que estarías aquí.— Ron miró más allá de Hermione y me miró.— ¿Que hacen chicas?— preguntó mientras cruzaba los brazos sobre el pecho.
—Hermione y yo hemos estado pasando el rato.— expliqué.
Ron hizo una mueca.— Está bien. ¿Lista para pasar el rato conmigo?— preguntó, extendiendo sus manos.
Me reí del extraño comportamiento de Ron, pero luego recordé que esto tenía que ser parte del plan. Volví a mirar a Hermione, que estaba sosteniendo su mano sobre el rostro de Ron.
—Sólo un segundo.— le dijo, acercándose a mí.—¡Recuerda lo que dije!— exclamó en un susurro.— Te lo prometo, te sentirás mucho mejor si le explicas cómo te sientes.
—Bien.— dije, mirando a Ron que estaba haciendo todo lo posible por mirar ocupado mientras hablábamos.
—Por mucho que odio que te vayas, deberías hacer esto. Será bueno para los dos.
Suspiré y me levanté del banco.— Ella es toda tuya.— dijo Hermione.
Ron sonrió y se acercó a la salida. Me volví para abrazar a Hermione.— Me divertí mucho hoy.— dije.
Ella sonrió.— ¡Yo también! Hagámoslo más a menudo.
Estuve de acuerdo y seguí a Ron hasta la puerta.— Está bien, entonces, ¿qué sigue?— preguntó una vez que estuvimos afuera, asumiendo que tenía un plan deliberado elaborado para que lo hiciéramos a continuación.
—¿Qué quieres decir con lo que sigue?— Preguntó.
—¡Ya sabes, por el plan!— Exclamé.— Por eso viniste a verme, ¿verdad?
—Oh, sí. El plan.— dijo Ron rotundamente.— Eso es definitivamente lo que era.
Estaba actuando raro.— Está bien ... ¿y ahora qué?— pregunté.
—Quiero decir, no es realmente parte del plan. Estaba un poco aburrido sin ti.— admitió.
—Aw. ¿Me extrañaste?— Bromeé, y juguetonamente me alejó.
—Cállate.— se sonrojó.— También necesitamos estar juntos más a menudo. Ya sabes, no puedo permitir que la gente sospeche como anoche.
Mi mente recordó la fiesta y nuestro beso. Las mariposas instantáneamente inundaron mi estómago con solo pensarlo.
—Bien, no quiero que eso vuelva a suceder.— dije torpemente. Ron no respondió.
Los dos llegamos a la zona de césped en la parte trasera de la escuela.
—¿Que estamos haciendo?— pregunté.
—Pensé que tal vez deberíamos hacer algo 'en pareja'. No lo sé.— respondió.
Delante de nosotros había una manta y una canasta tejida encima. Miré hacia atrás para ver a Ron sonriendo de oreja a oreja.
—Vamos.— dijo, corriendo delante de mí hacia la manta.
—Ron…— dije mientras lo seguía.— Esto es ... wow.
Parecía orgulloso de lo que había preparado. Ambos nos sentamos a ambos lados de la manta con la canasta de picnic entre nosotros.
—Y traje bocadillos.— exclamó mientras estiraba la mano y sacaba una rana de chocolate.
—Oh, gracias a Dios. No sé qué hubiéramos hecho sin bocadillos.— dije con sarcasmo. Ron se metió la rana de chocolate en la boca y puso las manos detrás de su cabeza mientras se recostaba para mirar al cielo.
—¿No es loco?— preguntó.
Me recosté junto a él y miré hacia la puesta de sol.— ¿El qué?
—Nunca hablamos antes de nada de esto. Antes del plan, quiero decir. Como siempre.
Me volví de costado para mirar a Ron, que seguía mirando al cielo con una expresión de ensueño en el rostro.
—Lo sé.— dije.— Ni siquiera querías sentarte a mi lado el día de clases.— recordé.
Se volvió hacia mí ahora.— Oye. Eso es solo porque Harry y Hermione me dejaron fuera.— dijo a la defensiva.
—Claro, claro.— respondí, y ambos nos reímos.
—Ahora ... somos como mejores amigos.— dijo. Tuve que morderme el labio para no sonreír demasiado ante su comentario.
—Es extraño lo que puede hacer el tiempo.— dije simplemente. Traté de recordar la escuela antes de este año, pero era más difícil de lo que pensaba recordar cómo era sin Ron. Se había vuelto tan prominente en mi vida recientemente.
Una brisa fresca sopló sobre nosotros dos y me estremecí. Si hubiera sabido que íbamos a estar afuera, no me habría puesto una camiseta.
—¿Tienes frio?— Preguntó Ron, inmediatamente desabrochando su propia sudadera.— Toma.— dijo entregándomela.
—¿No tendrás frío?— Me preocupé.
—No, estoy bien. Tómalo.
Le quité la sudadera de las manos y me la puse. Estaba caliente y olía a él. Nunca quería quitármelo.— Gracias.
Él sonrió y me miró fijamente mientras lo abrochaba.— Sabes, voy a necesitar mi ropa de vuelta en algún momento.— dijo, refiriéndose a la ropa con la que dormí anoche y ahora la nueva prenda que me había prestado.— Incluso si te ves mejor con ellos que yo.
Su último comentario me dejó perpleja. Mantuvo sus ojos fijos en los míos mientras las mariposas demasiado familiares regresaban a mi estómago. Sonreí y miré hacia el cielo, sin saber cómo responder.
Bostecé mientras él también miraba hacia arriba.— ¿Todavía estás cansada, eh?— preguntó.
—Sí, bueno, estuvimos despiertos un rato anoche.— me defendí.
—Aquí, puedes descansar.— dijo mientras levantaba su brazo para ponerlo alrededor de mí y detrás de mi cabeza.
Demasiado cansada para estar confundida, apoyé mi cabeza en su hombro mientras él envolvía su otro brazo alrededor de mí y tiraba de mí con fuerza.Normalmente, me preocuparía que pudiera sentir mi corazón latiendo a un millón de millas por hora estando tan cerca de él, pero apenas podía permanecer despierta por el estrés. Estaba tan cómoda y cálida allí en sus brazos que no pude evitar quedarme dormida.
