Ron y tú nunca se habían cruzado en sus seis años en Hogwarts, hasta ahora. Cuando ambos se unen para romper una relación, te encuentras pasandolo mucho mejor con el pelirrojo de lo que ambos esperaban.
Esta historia no es mía, solo la traduzco.
-Li...
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Cuatro-
C
edric y yo teníamos el quinto período libre, así que estábamos en su habitación. Estaba tirado en su cama y lanzaba una pelota al aire y la atrapaba. Tomé el sofá y me acosté con la cabeza colgando del reposabrazos. Hoy había sido agotador.
Excepto que realmente no lo había hecho. No podía dejar de pensar en lo que dijo Ron y me estaba agotando. Esperaba que estar con Cedric me hiciera olvidar las cosas, pero hizo lo contrario. Quería desesperadamente preguntarle si él y Hermione estaban saliendo.
Pero sabía que no podía. Si quisiera decírmelo, lo haría. Decidí sacar otro tema para distraerme más.
-Entonces, ¿quieres estudiar juntos esta noche? Traeré los bocadillos si ustedes traen.
-En realidad.- comenzó, sentándose. No me miró a los ojos. -Tengo planes para esta noche.
Un nudo atrapado en mi garganta. Si mis sospechas eran correctas, sabía exactamente con quién eran estos planes. Traté de ocultar mi decepción. -Oh- respondí, encogiéndome de hombros. -Bien.
-Sí.- dijo, todavía sin mirarme a los ojos. Estaba distraído.
-¿Con quien?-Solté. No quise parecer tan fuerte, pero no pude evitarlo. Tenía que saberlo.
Sus ojos finalmente se encontraron con los míos. -Hermione.
-¡Bien!- Respondí con demasiado entusiasmo. -¡Debe ser divertido!-El falso entusiasmo en mi rostro me dolía.
No dijo nada. Simplemente miró la pelota en sus manos y jugueteó con ella.
Un silencio incómodo cayó sobre los dos, algo que no sucede a menudo. El aire era extraño y lleno de tensión, y me odiaba por ser agresiva.
Mi mente se aceleró pensando en otras cosas de las que hablar.
-¡Oh! ¡Mañana! ¿Estás emocionado?-Exclamé, refiriéndome a su cumpleaños. Pareció animarse ahora.
-No puedo esperar,- sonrió. -Va a ser el mejor cumpleaños de todos.-
-Siempre lo es.- respondí sonriendo.
-¿A qué hora debo planear regresar a mi habitación?- preguntó, haciendo una mueca.
-Alrededor de las 5:30.- respondí.
Él le devolvió la sonrisa. -Está bien. Regresaré a mi habitación exactamente a las 5:30 pm en mi cumpleaños con planes de sentarme solo en mi habitación y enfurruñarme.-dijo sarcásticamente.
Me reí. -Y haré absolutamente cualquier cosa más que organizar tu fiesta a las 5:30 pm en tu cumpleaños.
La fiesta de Cedric iba a ser la distracción perfecta de todo lo que Ron había dicho hoy. No sabe de qué está hablando. Solo necesito sacarlo de mi cabeza.
Al día siguiente, corrí frenéticamente por la habitación de Cedric, asegurándome de que todo se viera bien antes de la gran sorpresa.
La habitación se veía genial este año. Había decidido ir con el tema amarillo y negro que hago todos los años, para Hufflepuff, pero traje globos dorados que lanzaban confeti cuando los explotabas. Iba a amarlos.
Revisé mi reloj. 5:27 pm. Cedric debería volver en cualquier momento.
Apenas pude contener mi emoción mientras el reloj seguía avanzando, el minutero acercándose cada vez más al 6. Mi corazón latía con anticipación.
Me senté en cuclillas detrás del sofá y esperé escuchar el sonido de pasos acercándose seguidos por el pomo de la puerta girando.
El minutero llegó a las 6. Era el momento. Respiré hondo y esperé su llegada.
Pero no hubo nada. Sin pisadas, sin picaportes, sin falsificaciones sorprendió a Cedric. Solo yo escondida en una habitación oscura y hermosa decorada sola.
Revisé mi reloj de nuevo. Quizás estaba llegando tarde o algo así. Nunca ha sido de los que llegan a tiempo.
Traté de mantener una actitud positiva y me quedé detrás del sofá, pero a medida que pasaba cada minuto, tenía más y más dudas de que alguna vez cruzara la puerta.
Eran las 6 en punto ahora, y todavía no había señales de Cedric. Renuncié a toda la sorpresa y me senté en el sofá normalmente.
Definitivamente había una buena razón por la que se perdió su propia fiesta sorpresa. Probablemente se retrasó con un maestro o se quedó atascado haciendo una tarea extra larga. No me ignoraría a propósito.
El tiempo siguió pasando mientras esperaba y esperaba el regreso de Cedric. Estaba empezando a pensar que no volvería a su habitación cuando la perilla de la puerta finalmente comenzó a girar. Salté detrás del sofá rápidamente para tratar de sorprenderlo.
La puerta crujió al abrirse lentamente y escuché voces susurrando y riendo. Cuando la puerta finalmente se cerró, me levanté y agité mis brazos alrededor. -¡Sorpresa!
No podía decir quién estaba más sorprendido: Cedric al verme saltar detrás de su sofá en una habitación que pensó que estaba vacía, o yo al ver a Cedric besándose con Hermione contra su puerta.
Hubo un momento de silencio mientras todos nos mirábamos, juntando lentamente las piezas de lo que acababa de suceder.
No supe que decir. ¿Qué se supone que debes decir cuando accidentalmente sorprendes a tu mejor amigo por su cumpleaños mientras él está en el medio besándose con una chica?
-Oh, Dios mío, t / n, lo olvidé por completo,- dijo Cedric finalmente, dejando caer sus manos del rostro de Hermione.
La vergüenza y la angustia que sentí en ese momento fue demasiado para soportar. Quería arremeter y gritarle a Cedric. Dicirle lo molesta y molesta que estaba con él en este momento.
Pero no pude. Sé que no podría. El conflicto nunca ha sido mi fuerte.
-¡No, está bien! Dejaré que ustedes dos vuelvan a lo que estaban haciendo.-dije torpemente, recogiendo rápidamente mis cosas para irme. Ya no podría estar aquí.
-T / n, espera!- Cedric llamó, pero yo ya había salido por la puerta. Las lágrimas inundaron mis ojos mientras caminaba más rápido que nunca.
De repente, antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, me encontré fuera de la habitación de Ron y Harry. Golpeé la puerta y me limpié los ojos.
Fue Ron quien respondió. Parecía confundido al verme con las mejillas manchadas de lágrimas cuando obviamente había estado llorando. - ¿T/ n? ¿Estás bien?
-Estoy bien.- dije. -Solo quiero entrar.
Se sintió sorprendido por mi franqueza y brusquedad. Era poco común que los Hufflepuffs fueran agresivos para conseguir lo que querían.
-¿Quieres entrar? ¿Por qué? ¿Qué cambió?
-Eso no importa.-Resoplé, pasando a su lado y entré en la habitación. -Solo quiero entrar. Quiero romperlo.
Ron cerró la puerta detrás de él y se metió las manos en los bolsillos con torpeza. -Está bien.- Dijo con escepticismo, observando mi estado claramente frágil. -¿Así que oficialmente están saliendo?
Puse los ojos en blanco y me senté en su cama. -Sí. Si no lo estuvieran, no creo que estuvieran uno encima del otro en la habitación de Cedric en este momento.
Ron hizo una mueca ante la palabra y se estremeció. -Bruta.
-¿Así que, cuál es el plan?- Yo pregunté.
Ron me miró con un brillo travieso en sus ojos que no había visto antes. Él sonrió y dijo: Oh, aquí está el plan.
