22-Domingo.

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Veintidós-

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Veintidós-

Me desperté cansada e irritada. Supongo que eso es lo que pasa cuando lloras hasta quedarte dormido.

Me senté y miré para ver el colchón de aire vacío de Ron. Merlín, todavía no estaba lista para enfrentarlo hoy.

Los acontecimientos de la noche anterior todavía se estaban reproduciendo en mi cabeza, a pesar de que había hecho todo lo posible por olvidarlos. Me encogí ante la idea de ver a Ron hoy.

Me recosté y traté de aparentarme de alguna manera. No tuve tanta suerte.

La puerta crujió cuando Molly asomó la cabeza en la habitación. - Buenos días querida.- dijo con una sonrisa.

Le devolví la sonrisa. Ron pudo haber sido un idiota, pero eso no significaba que Molly todavía no fuera un amor. Traté de guardar mi mal humor solo para Ron.

-El desayuno está listo cuando quieras bajar.- dijo antes de volver a bajar las escaleras.

Cerré los ojos e hice todo lo posible por volver a dormirme. Una vez más, no tuve tanta suerte. Suspiré y salí de las mantas. Iba a tener que enfrentarle en algún momento, así que bien podría terminar de una vez.

Caminé penosamente por las escaleras para encontrar tres pares de ojos mirándome. Ron estaba haciendo lo contrario y haciendo todo lo posible para no mirarme.

-Buenos días.- dijeron Fred y George simultáneamente.

-Buenos días.- le respondí, sentándome en el asiento vacío en la mesa junto a Ron. Por supuesto que estaba al lado de Ron. Se supone que debemos estar saliendo.

-¿Cómo has dormido?- Preguntó Ginny.

-Bien.- respondí mientras vertía almíbar sobre mis panqueques.

Debieron haber notado la tensión en el aire, porque los tres miraron de un lado a otro entre Ron y yo.- ¿Pasó algo anoche?- Fred preguntó con curiosidad.

Miré a Ron, esperando que respondiera, pero mantuvo los ojos en su plato. Ginny nos miró a los dos expectante.

-No.- dije finalmente, sin mirar a Fred a los ojos.

-¿Tienes mucha tarea que hacer hoy, Ron?- George preguntó en un esfuerzo por hacer que su hermano hablara.

Ron solo asintió. Esto fue inusualmente silencioso para él.

Sentí que los tres seguían mirándonos mientras comíamos en silencio durante un par de minutos. Lo odiaba.

Todos terminamos de comer y limpiamos nuestros platos. Fred, George y Ron corrieron a sus habitaciones para trabajar en cualquier tarea escolar que trajeran a casa para el fin de semana. Ginny se quedó sentada a mi lado.

-Está bien, ¿qué fue todo eso?- preguntó, refiriéndose a Ron y yo dándonos el trato de silencio.- ¿Le dijiste?

Respiré pesadamente y me miré las manos. No supe que decir. Definitivamente no confesamos nuestro amor eterno el uno por el otro anoche.- Sí, lo hice.- mentí.

-Oh no.- respondió ella, luciendo molesta. Supuso que ya sabía el resultado por la forma en que había ido el desayuno esta mañana. -¿Que dijo el?

-Solo que el sentimiento no era mutuo.- escupí, no queriendo hablar mucho más del tema.- Voy a hacer mi tarea.- comentó, levantándose para agarrar mis cosas de la escuela.

Abrí la puerta de la habitación de Ron donde todas mis cosas estaban para encontrar a Ron caminando de un lado a otro.

-T / n, escucha.- comenzó una vez que aparecí, pero lo interrumpí.

-No, no lo hagas. Está bien. Sigamos adelante.- disparé sin levantar los ojos del suelo y caminar hacia mis útiles escolares.

-Pero tengo que explicarme", dijo, con las manos cruzadas sobre la cabeza.

"¡No hay nada que explicar!- grité.- Lo entiendo. Te gusta Hermione. Me gusta Cedric. Fue un error.- mentí. Era extraño decir que me gustaba Cedric ahora que sé lo falso que es.

-Sí.- dijo, sin saber de qué otra manera responder a mi arrebato.- Me alegro de que estemos en la misma página. Ni siquiera sé por qué hice eso en primer lugar.

Tenía que frotar sal en la herida, ¿no? Mis ojos se llenaron de lágrimas de nuevo y el nudo familiar se formó en mi garganta.

-Sí.- dije, con la voz quebrada. Debería haber mantenido la boca cerrada.

-T / n.- dijo con simpatía, acercándose a mí.

-¡Cómo se supone que me vas a consolar!- Grité, las lágrimas rodando ahora por mi rostro.- ¡Lo entiendo! ¡No te gusto! ¡Lo sé! ¡Lo sabía cuando me inscribí en este estúpido plan!

Ron se estaba alejando de mí ahora.- No sé qué decir ...- se detuvo, manteniendo los ojos fijos en el suelo. Estaba evitando mirar el lío en el que estaba yo en ese momento.

-¡No tienes que decir nada! ¡Está hecho, Ron! Nos besamos, sucedió, se acabó. Lo hiciste por error.- disparé.- Sigamos con este plan y sigamos adelante. ¡Ni siquiera importa que Cedric ya no me guste y creo que él y Hermione hacen una gran pareja! ¡Sigamos haciéndolo por ti y tus propias razones egoístas!- No podía dejar de hablar. Una vez que comencé, las palabras seguían saliendo

Finalmente me miró a los ojos con una expresión confusa.- ¿Ya no te gusta Cedric?- preguntó.

-¡No!- Grité.- ¡Estoy enamorado de ti!

El silencio siguió a la última declaración mientras mis palabras flotaban en el aire. No quise decir eso, pero no pude evitarlo. El calor se apoderó de mis mejillas por la vergüenza y me di la vuelta para mirar hacia la pared.

Ron no dijo nada. Su falta de respuesta fue una respuesta suficiente para mí. Comencé a trabajar en mi tarea en un esfuerzo por terminar esta conversación del infierno.

Escuché la puerta detrás de mí abrirse y cerrarse y me di cuenta de que Ron había salido de su habitación. Ahuequé mi cabeza entre mis manos y lloré. Habían pasado demasiadas cosas en las últimas veinticuatro horas para que yo las soportara.

No vi a Ron durante todo el resto del día. Me quedé en su habitación trabajando sola. Ginny venía de vez en cuando para decirme cuando el almuerzo y la cena estaban listos, pero le dije que no tenía hambre. Ella entendió.

Un poco después de que Ginny llamara para cenar, hubo un tercer golpe.- Entra.- dije, esperando ver a Ginny de nuevo. Pero fue Ron quien entró.

-Vamos a volver.- dijo sin levantar los ojos del suelo.No dije nada y recogí mis cosas. Lo seguí por la puerta y bajé las escaleras hasta la sala de estar donde Fred, George y Ginny estaban parados con sus maletas.

Molly se acercó a darme un abrazo antes de irnos. -Te extrañaré, querida.- dijo, abrazándome por última vez. Le agradecí por recibirme y por el suéter por última vez.

Entonces, los cinco nos tomamos de la mano y nos aparecimos de regreso a la sala común de Gryffindor.

Break It Up -Ron Weasley ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora