Complicado • Minisong

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Terminaron su jornada laboral como cualquier otra, cansados, aburridos, algo estresados pero felices porque el día en ese infierno que lleva por nombre escuela por fin terminó.

Al sonar la campana todos los alumnos salen corriendo a la mayor velocidad que pueden, es irónica la forma en la que todos buscan huir diariamente al terminar el día y después se sienten tristes y con ganas de regresar cuando son vacaciones y no saben que hacer con su miserables vidas.

De forma desanimada, Minhee levantó su trasero del asiento y arrastrando los pies se dirigió al de cabello naranja.

—¿Piensas salir de aquí? El lugar está casi vacío—formuló llamando la atención contraria recibiendo un movimiento de cabeza negando.

—Estoy tan cansado que podría quedar dormido aquí— balbuceó cerrando sus ojos por un momento

El más alto se sentó en el frío piso con las piernas cruzadas cerca de Hyeongjun apoyando su barbilla sobre el pupitre en el que descansaba su pequeño amigo.

—Minhee... — musitó aún con los ojos cerrados.

—¿Si? —

— Estoy cansado~~ —canturreo de forma tierna y el de cabello en un extraño color claro sonrió ante tal acto.

— Te llevo a casa— mencionó y el menor abrió sus hermosos ojos.

— Tsk, no tienes auto — lo miro sin tomar en cuenta la cercanía que había entre ellos y al parecer todo volvió a la normalidad ya que estaban acostumbrados a estar juntos sin tener que evitar la mirada aunque las mariposas en el estómago no desaparecían de ambos pero ya era algo poder mirarse fijamente, como los amigos que eran, cosa que no evitarían para siempre ya que cada vez se volvía más difícil para ambos.

— Eso lo sé tonto —rodó los ojos mientras hablaba.

— Entonces no digas estupideses —se echaron a reír cuando la frase aún no estaba terminanda.

— Está bien, acompáñame —continuó — Minjae siempre vuelve solo a casa.

Ambos sonrieron y se levantaron, Hyeongjun de su asiento y Minhee del suelo.

— ¿No te entumiste?

— Mm... Algo — rieron una vez más

Ese par si que se reía cuando estaban juntos, en opinión de sus amigos ellos tenían algo más que una amistad, serían la pareja perfecta e incluso los shipeaban pero obviamente no se los dirían.

Salieron del salón ahora totalmente vacío para ir a comprar algo de comer o beber para tomar en el camino como solían hacerlo cuando se acompañaban a alguna de sus casas, cosa que hacían seguido.

Ambos vivían solos, bueno, con sus hermanos, ya que sus padres trabajaban y vivían aparte, pero el trabajo no era presisamente lo que hizo que llegaran a vivir de este modo, ambas partes habían decidido un año atrás que los dejarían vivir solos para que supieran lo que era salir del nido, relativamente ya que los visitaban de vez en cuando uno o dos días o salían de viaje, como fue el caso de las dos semanas de ausencia de Minhee y la mañana de Hyeongjun.

Durante el camino tuvieron una charla amena de como había sido el viaje de Minhee y lo aburrido que había estado Hyeongjun mientras bebían un jugo que compraron por ahí cerca.

— Quizá nos veamos mañana —mencionó Minhee haciendo que su menor se picara la boca con la pajilla de su bebida.

— ¿Qué?, ¿Que dijiste? — preguntó con una clara seña de confusión en su rostro.

— Mi padre quiere ver a tu madre y quizá vaya con el, tu madre me cae muy bien, y si de casualidad estas ahí pues... podría verte — sonrió con los labios en una línea y continuó—.

—Aunque quizá vaya a ver a Woobin, no lo he visto desde días antes de irme y de seguro querrá cocinar algo para mi. — explicó mirando a la nada y como final un movimiento de hombros de arriba hacia abajo expresando que no estaba seguro de sus planes.

—Oh... ya veo —.

Siguieron caminando en silencio hasta llegar a la puerta de la casa del menor.

— ¿Quieres pasar? — invito amablemente.

— Oh, no, yo ya me voy — sonrió y dejo que abriera la puerta.

— Bueno, entonces nos vemos, descansa, ¡Hasta luego! regresa a salvo— hizo un ademán con la mano despidiéndose.

— Lo haré ¡Nos vemos! —imitó el gesto y cuando el pequeño cerró la puerta se giró y caminó a su hogar para descansar.