Complicado • Minisong

18

Durante el beso que tuvo con Hyeongjun por la tarde estuvo luchando mucho consigo mismo para controlarse y no hacer algo que su novio no quisiera o para lo que aún no estuvieran listos.

Había estado teniendo sueños húmedos con Hyeongjun dos días atrás, por lo que decidió no ir esa noche a su casa, por suerte el menor no se despertaba fácilmente y no notó el problema que se había cargado el mayor esos últimos días.

No sabía si podía resistir lo suficiente para pasar esa noche a su lado sin dejarse llevar por las hormonas así que envío un mensaje avisando que no iría.

Aún quedaba un día libre del fin de semana y no tenía planes, quería ver a Hyeongjun pero no sabía si podía hacerlo.

Pensó en quedarse dormido todo el día pero justo cuando apagó la luz y cerró las ventanas apareció Chani en su cuarto con los brazos cruzados.

— Así que ya son novios— no tenía pensado preguntar, tenía una idea clara de lo que estaba pasando entre el par de adolescentes que tenía por hermanos.

— No, y no te metas— respondió cortante mientras acomodaba su cama para dormir y no despertar hasta el día siguiente.

— No te pregunté— su tono fue frío pero burlón, como solo Chani podía hablar.— Podrán engañar a nuestros padres y a Minjae que aún es un niño, bueno, ustedes también lo son pero el lo es más— pausó— pero a mí no me engañan.

— No tengo idea de lo que hablas— en todo el rato no le había dirigido la mirada y no tenía pensado hacerlo.

— ¿Crees que no sé que se estaban tragando vivos?, Ja! Por favor, las camisas abotonadas al punto de asfixia en ustedes solo puede significar que se tatuaron o que se hicieron chupetones—.

— Ya cállate y dejame dormir bestia— rodó los ojos y se echó a la cama.

— ¿No puedes verlo o pensar en el sin pensar en que te lo quieres follar, cierto?— rió a carcajadas y Minhee se levantó y comenzó a golpearlo, era más alto y podía golpearlo en la cabeza sin que Chani alcanzara siquiera a tocar la de su hermano menor.

— ¡Eres un sucio!, ¡Bestia!, ¡Barato! ¡Estúpido e irrespetuoso!, No sé cómo puedes hablar de esa forma, me da vergüenza ser tu hermano— seguía golpeándolo pero luego lo dejó.

— ¿Entonces?— volvió a reír— Sé que es verdad, tuve tu edad—.

— Déjame solo Chani— lo miró mal, le lanzó una almohada y se escondió entre las cobijas. Estaba lidiando con su problema y Chani solo venía a empeorarlo todo.

— Solo quería ayudar pero si no quieres te lo pierdes— hablo digno y salió de la habitación dejando solo a Minhee luchando internamente por saber cómo iba a manejar todo.

Ambos pasaron el día pensando en como lidiar con la situación tan complicada que se cargaban, querían hablar sobre el tema con el otro pero no querían incomodarlo y lo más importante, no sabían como.

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El sol salió el lunes por la mañana, eso anunciaba el día más odiado por los estudiantes y la última semana para llegar todas las mañanas a reunirse en un salón de clases con cara de mi vida es miserable por tener que asistir a este lugar.

Cruzó la puerta y lo primero que divisó fue a un pequeño Hyeongjun sentado jugando con sus dedos quien lo miró y le sonrió con los ojos entre cerrados, se veía tan lindo que quería jugar con sus mejillas.

Dejó de bobear y entró al lugar a dejar su mochila para casi inmediatamente encontrarse con la sorpresa por parte de Dongyun, el más chismoso de la clase, de que su maestra no iría ese día y estarían en el salón de gimnasia todo el día.

Eso en parte era bueno porque les serviría para despejarse del trabajo un rato pero le preocupaba un poco que como todos los chicos usaban el mismo gran vestidor, alguien pudiera ver las marcas de Hyeongjun que aún permanecían en su cuello y pecho.

Hyeongjun no estaba de otra forma, debía ser cuidadoso para que nadie notara el color violeta que resaltaba en su piel, no solamente para que nadie supiera lo que tenía con Minhee, en realidad eso le daba igual, solo que en la escuela estaba prohibido tener cualquier tipo de marca en la piel ya que era un lugar muy conservador y cualquier anomalía era reportada a los padres de los estudiantes.

Caen mal, así de castrosos eran conmigo en la secundaria.🙄