Merecido
Después del gran estruendo que provocaron los Salvajes Magifuegos Weasley, las risas y burlas estallaron en el patio.
Cormac quién fue la víctima de la pesada broma, se encontraba en shock a la mitad del patio...su cara estaba manchada de pólvora, uno de los magifuegos había quemado la parte trasera de su pantalón, dejando como consecuencia un gran y enorme agujero que revelaba el vergonzoso estampado de sus calzoncillos.
Pero eso no era lo mejor...si no que uno de los magifuegos pasó justo por en medio de su cabeza quemando su cabello y dejando una línea calva en medio de su cabello rizado.
Por otra parte, su corbata y camisa estaban quemadas y rotas por el fuego, pero no de la misma manera que sus pantalones y cabello.
El rubio sintió tanta vergüenza que salió del patio corriendo y diciendo entre sollozos lo mucho que le habían arruinado su apariencia.
Cuando por fin Cormac desapareció del patio, ustedes tres se soltaron a reír muy fuertemente al igual que los otros alumnos y alumnas que se encontraban ahí.
- Dios Morel...sí que fue una de las mejores bromas que he visto...- dijo Fred orgulloso mientras se limpiaba una lágrima que había brotado de su ojo por la risa que esto le causó.
- Sí...eso le enseñará a Cormac a no tocar a una mujer sin su consentimiento...- dijo George con cierto tono victorioso en su respuesta.
- Ahora le siento más tranquila... esto no se podía quedar así- dijiste mientras sacabas tu varita.
Ambos gemelos se confundieron mucho al ver que sacabas tu varita, no sabían exactamente que ibas a hacer con ella.
- Scourgify...- pronunciarse mientras hacías un movimiento con tu varita y apuntabas en donde estaban las manchas de pólvora y los restos de los Salvajes Magifuegos Weasley.
Inmediatamente todo estaba limpio, como si no hubiera ocurrido nada en aquel patio.
Los gemelos estaban boquiabiertos por la acción que habías realizado...en menos de un segundo ya habías limpiado todo el desastre que había ocasionado tu broma.
- ¡¿Cómo hiciste eso?!- preguntó Fred sin poder creerlo aún.
- ¡¿Nos puedes enseñar?! Te lo suplicamos...- dijo George mientras él y Fred se paraban en frente de ti y se arrodillaban haciendo un gesto de puchero.
Tú solo pudiste reír ante su actitud y asentiste a su petición gustosa.
Ambos se pararon dispuestos a retirarse contigo del patio cuando una voz molesta se escuchó mientras entraba al patio.
Era la profesora Mcgonagall quién venía junto con Cormac, el cuál se veía demasiado gracioso con su nuevo corte.
- !Quién fue el o la responsable de esta broma de tan mal gusto!- exclamó la profesora Mcgonagall muy enojada.
Ustedes tres mantuvieron la calma, ya que no había evidencia que pudiera inculparlos.
- ¡Fueron esos malditos gemelos y su cómplice de Beauxbatons profesora!- chilló Cormac.
De inmediato ambos se acercaron a ustedes tres, Cormac entre lágrimas intentando cubrir su raya calva de la cabeza y la profesora Mcgonagall con una expresión de confusión y enojo.
- ¡¿Es verdad lo que está diciendo el joven McLaggen jóvenes?!- preguntó la profesora Mcgonagall molesta.
Los gemelos iban a hablar pero fueron interrumpidos por ti...decidiste tomar las riendas del asunto antes de que ese par se culparan.
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𝕋𝕖𝕟í𝕒𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕤𝕖𝕣 𝕥ú...♧♡[{𝔾𝕖𝕠𝕣𝕘𝕖 𝕎𝕖𝕒𝕤𝕝𝕖𝕪 𝕪 𝕥ú}] ♡♧
Pertualangan♤♡◇♧Se acerca el torneo de los tres magos y tú: _____ Morel y tú pequeña hermana Amélie Morel, estudiantes de la escuela Beauxbatons asisten junto a las demás estudiantes a Hogwarts, cede de el mismo... Al llegar tú y Amélie, se abre un nuevo mundo...