Patinadores de hielo

CAPITULO 8

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Me encontraba tratando de arreglar un poco el cabello, que no era raro.. estaba echo un desastre. Mis pequeñas ondas castañas se hacía una gran maraña, si yo me decidiese hacerme yo misma consciente ese desastre pienso no lo lograría.  Metía mis dedos entre mi cabello para separarlo por mechones tratando de deshacer los grandes nudos que se habían hecho y con ayuda de un cepillo logré quitar algunos.  Mi celular suena notificándome un nuevo mensaje de WhatsApp. 

¿Lista?

Lista.

Entonces, te espero abajo.

¿Espera? ¿Cómo sabe dónde vivo? 

Ok, bajo en 5 min. 

Me coloque un gorro tratando de ocular mi cabello un poco. Opte por colocarme unos leggins color negro, un top con una blusa blanca manga larga que quedaba holgada y un suéter encima de esta. Coloque mis calentones y unas botas color blanco. Me miré al espejo observando si todo estaba bien. Como siempre sólo coloque un poco de corrector para ocultar algunas imperfecciones de mi rostro, mascara de pestañas y  un poco de color anaranjado en mis labios. Estaba por salir cuando papá en la puerta de mi habitación se encontraba con su mano a punto de golpear la puerta. 

—Buenos días. ¿A dónde tan de prisa, señorita?—Arqueo una ceja.

—Buenos días, Papá. —Con una sonrisa en los labios me abalance hacía él para colocarle un pequeño beso en su mejilla izquierda. 

—¿Y bien? ¿A dónde vas con tanto apuro?

—Afuera —Salió de mis labios sin ni quiera pensarlo.

—Ya veo, pero.. ¿A dónde? —Está vez  alzo ambas cejas. 

—Voy .. —¿Qué le digo?—con un amigo —Salió de mis labios sin pensarlo.

—Un amigo... ¿Qué amigo?—El rostro de papá se arrugó en confusión. —¿Lucas? ¿Dan?- Nombro algunos tratando de adivinar de que amigo se trataba.

—No, Papá.—Negué con la cabeza—Es un nuevo amigo que conocí. 

—Elizabeth, necesitamos tener esta platica.. —Fue interrumpido por mí.

—Papá... por favor.. —Negué con la cabeza—Sólo vamos a salir a pasear

—Pensé que no estabas saliendo con nadie..... —Sus brazos se cruzaron.

Sólo pude encogerme de hombros.—Ya me voy, te amo. —Otro beso de mi parte.

Cuando estaba dispuesta a irme, papá me toma del brazo.. se gira un poco y me dirige una palabras. 

—Elizabeth, eres mayor, lo sé. Pero eres mi pequeña.. sé una chica responsable e inteligente.. cuídate.

—Vale, Papá.. que tampoco es para tanto. Me cuidaré ¿De acuerdo? Tienes el móvil, cualquier cosa me llamas. Avísale a mamá si? me tengo que ir. Te amo. 

Baje rápidamente y me tope a Van por las escaleras

—Y tu a don....? - Le pase por un lado. 

—¡Después te cuento, adiós!—Le lancé un beso en el aire. 

Me detuve un poco antes de salir por la puerta.. me miré por última vez en el espejo que estaba cerca de la puerta principal, respire hondo y aferre el bolso a mi hombro dónde llevaba  todo lo necesario para el patinaje.  Al salir veo a Evan recargado en la puerta del copiloto, sin duda.. su color era el negro. Resaltaba más el color pálido de su piel, su cabello rubio un poco despeinado pero por alguna razón lucía muy bien, portaba un jeans negro, con una playera manga larga del mismo color.. acompañado de un suéter negro.