Patinadores de hielo

CAPITULO 17

Al bajar nuevamente Evan y yo nos dirigimos al hotel en busca de comida. Caminábamos al tiempo y el permanecía a mi lado, su brazo se estiro hacía a mí hasta dar con la mía, entrelazando sus dedos en los míos para tomar por completo mi mano y mi respiración se vio agitada nuevamente ante los actos de Evan. Mi pecho subía y bajaba por la agitación y por el rabillo pude notar como sus ojos miraban mi perfil. Y sentí como su mano apretaba suavemente la mía. Caminamos apresurados con rumbo al restaurante del Hotel. Nos encontramos en el lovi para preguntar el lugar del restaurante por lo que la persona encargada de recibir a toda aquellas personas que entraban y salían nos apuntaba con el índice la dirección del mismo. 

En la entrada se encontraba una chica, la cuál nos acomodo en uno de las mesas. Éstas eran de sillón. Grandes ventanales adornaban el lugar dando la vista perfecta desde dentro.

Tomé asiento y Evan se sentó a mi lado.

—Y bien.. ¿Qué quieres desayunar? —Dijo mientras observaba el menú en sus manos.

—Ahm —Me tomé algo de tiempo en responder mientras observaba el menú—Unos pancakes estaría bien—Respondí. 

—Vale—Con su mano capto la atención de alguno de los meseros para dirigirse a nosotros.

—Buenos días, ¿Están listos para ordenar?

—Buenos días—Evan se acerco para leer el nombre que permanecía en la camisa blanca de éste —Isaac, a mí me sirves pancakes con algo de fruta, por favor.. ah y un vaso con agua fría— Finalizó.

—A mí igual y un café—Agregue.

Con el pedido listo por parte de ambos, isaac gira sobre sus talones.

—¿Te encuentras bien? —Evan pregunto.

—Sí —casi sin pensarlo respondí—¿Por qué? —Pregunté.

—Te noto un poco distraída—Sus cejas se juntaron.

Me quedé inmóvil en mi lugar, mi cuerpo siendo incapaz de responder.

—No quiero incomodarte, sólo qué.. si necesitas algo, hablar con alguien aquí estoy—Una sonrisa tranquilizadora se pinta en sus labios.

—Gracias. Es sólo qué las cosas ahorita son un poco.. —Me interrumpió.

—¿Complicadas?— Finalizó la oración por mí.

Medite su respuesta para luego asentir. 

—Entonces...-Alargó la palabra. ¿Quieres hablar al respecto?

Negue con la cabeza.

—De acuerdo—Susurró mientras una de sus manos acariciaba mi cabello. Todo estará bien.

No preguntó más del tema al respecto y eso lo agradecí internamente. Sólo nos quedamos allí conversando sobre sus campeonatos en el Hockey y yo sobre los míos. No sé cuánto tiempo transcurrió pero Evan me escuchaba con total atención lo que salía de mi boca y el tuvo la misma atención de mi parte. Ambos nos encontrábamos sentados sonriendo por algunas vivencias de ambos de cuando niños. 

El móvil que permanecía en el bolsillo de mi suéter sonó, el cual busque al tiempo. Era Elle. Lo tomé para luego salir del restaurante y poder hablar con Elle. 

—¿Hola?

—Elizabeth. Van esta en casa.

Carraspee un poco antes de hablar.

—¿Ajha?—Dije algo nerviosa. 

—Amiga.. Es mejor regreses a casa—Su tono de voz sonaba preocupante.

—¿Pasa algo?—Pregunté.

—Tu madre está en el hospital.

Me quedé inmóvil en aquel lugar sin saber que responderle a Elle. Trague con dificultad para colgar el móvil. Diablos que me sentía mal. No tenía idea que había sucedido, pero un gran sentimiento de culpa inundo todo mi cuerpo. Mis pies caminaron apresuradamente hacía el lugar dónde había dejado a Evan. Al mirarme entrar pude observar cómo cada facción de su rostro cambiaba. 

—Me tengo que ir—Dije mientras hacía un gran intento por tranquilizar mis emociones.

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Finalmente después de un largo camino a casa de Elle, nos encontrábamos allí. Evan abrió la boca para decir algo pero salí del coche tan rápido como pude, me vi interrumpida en dicha acción cuándo su mano tomó firmemente mi brazo colocándome en frente de él. Limpié disimuladamente el residuo de mis lagrimas que recorrían mis mejillas con la esperanza de que Evan no háyase visto aquel acto de mi parte. Evan tomó mi rostro y pasó delicadamente uno de sus dedos por una lagrima que salía de mis ojos. Tenía tantos sentimientos y emociones encontradas en ese momento que no sabía cómo actuar. Su rostro viajo hacía el mío y sus labios se vieron cerca a los míos, colocándome un sutil y casto beso. Alejo su rostro y su mirada era tranquilizadora. Y casi seguido tomé camino hacía la casa de Elle, dejando a Evan a mis espaldas. 

Al caminar hacía casa, pude ver a Elle. Estaba parada afuera de su casa observando todo aquella escena con Evan. 

—¿Dónde está mi madre? —Sentí lágrimas acumularse en mis ojos. 

—En el hospital. Van esta adentr... —Pase por un lado de Elle adentrándome a su casa. Van permanecía en la sala. 

—¿Dónde estabas, Elizabeth? —Espeto.

—¿Crees que vine hasta aquí para hablar contigo sobre eso, Van? ¿Dónde está mamá?

—En el hospital del condado. 

—¿Qué ha pasado? 

Van apretó los labios—Papá se fue de casa—Finalizó.

—¿Cómo? ¿Se fue con Emily?— Mis palabras salieron con severidad. 

—No lo sé—Su miraba permanecía en el suelo. 

—Tu lo sabías todo. ¿no es cierto? 

Sus ojos viajaban por todo el suelo

—¿Lo sabías, Van?, desde antes... lo sabías. —Mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Vete... —murmuré.

—Elizabeth.. —se acercaba a mí.

—He dicho vete—Mi mirada era amenazadora—¡Vete!

Mire como Van se giro para después salir por la puerta principal, escuche a lo lejos como encendió su coche e irse. Mi pecho subía y bajaba por mi respiración. 

—Ell.. —Su voz fue suave.

—Detente— Dije —Sólo quiero ver a mi madre. 

Elle sólo asintió y nos dirigimos al hospital dónde se encontraba mi madre. 

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Gracias, gracias, gracias a todos!