5. El caso de la ciudad silenciosa

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Los papeles cayeron en la mesa de caoba bajo la mirada de Arvin Russell quien observo a su jefe sentado del otro lado, el hombre movía ligeramente la silla giratoria sin dejar de ver el joven frente a él.

-Es el único caso que ya queda y me decepciona el saber que pudiste tomar un caso en la ciudad.

Arvin tomo los papeles de la mesa y abrió el expediente, como título estaba escrito "Casa silenciosa", el expediente había fotografías de un niño sonriendo y debajo una descripción que decía "causa de muerte: asfixia".

-Hemos atrapado ya a Marcos Moon, el autor intelectual del asesinato de la casa Silenciosa­­- el hombre miro al joven- Necesito que vayas a investigar y desmientas todas las mentiras que dicen sobre la propiedad.

-¿Qué tipo de mentiras? -pregunto Arvin quitando sus ojos de los papeles para posarlos sobre su jefe.

Harry Brown soltó un suspiro y negó con la cabeza.

-Hablan sobre el hecho que la casa esta maldita y que tiene un pasado oscuro que provoca que cualquier persona que la pise se vuelva demente y mate a las personas que los rodean. Las alucinaciones son tan grandes que los asesinos confirman que se convierten en un lobo- Harry soltó una pequeña risa- Mentiras de las personas- el hombre miro a Arvin- ¿Cuento contigo para desmentir a las personas y resolver el caso de Ciudad Silenciosa?

El joven asintió con la cabeza.

-Perfecto, iré por el papeleo y todo lo necesario para que logres culminar el caso-hablo el hombre y salió del pequeño despacho dejando al joven solo.

Arvin se recargo en la silla y sus ojos cafés se posaron en la fotografía que estaba sobre la repisa, miro hacia la entrada comprobando que su jefe no venía puesto que el hombre odiaba que tocaran sus cosas, tomo la fotografía entre sus manos y sonrió. En la imagen estaba una mujer cargando a un pequeño bebe y a su lado Harry sonreía mirando hacia el frente. El joven sonrió recordando las fotos antiguas de su familia y dejo la imagen sobre la mesa de nuevo. Saco de su bolsillo una fotografía que siempre cargaba para todos lados, era una imagen de su hermana Mia y el abrazados mirando hacia la cámara, el joven sonrió con nostalgia.

-Te extraño-hablo Arvin hacia su hermana difunta.

EL DIABLO ME OBLIGÓ A HACERLO¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora