La risa de Leonora llena de triunfo sonaba en la habitación mientras las hermanas estaban llenas de rabia y daban vueltas dando la solución a su problema. La hermana Negro abandono la habitación en busca de una mejor arma.
—Vigílala—ordeno la mujer a su hermana Sombra y le sonrió a Leonora— La mataremos, aunque no nos ayude en nada.
La mujer abandono el templo y Leonora miro a la otra hermana que tenía la mirada sobre el demonio quien esperaba entre las sombras su alma. La joven rubia miro la estrella dibujada en el piso y luego una sonrisa se colocó en sus labios al tener un plan en mente, coloco sus ojos azules en Sombra.
—Sabes, no nos hemos presentado como se debe— comenzó a hablar Leonora y Sombra la miro— Mi nombre completo es Leonora Elizabeth Clarke, viví mis primeros años de la infancia en Nuevo México y luego entré a estudiar Psiquiatría en la Universidad de Wolfworld, una buena academia para jóvenes y señoritas, aunque con una disciplina muy estricta.
La atención de la mujer Sombra se colocó en la joven.
—Después de ello trabaje como investigadora y luego en el área de Psiquiatría. Este es mi tercer caso en resolver y es realmente impresionante todo lo que lograron.
—¿Y qué es lo que te impresiona de todo esto? ¿Qué estas a punto de morir? — pregunto Sombra alzando una ceja.
—Entre otras cosas, lograr invocar un demonio todo para ser eternas y hermosas por el resto de su vida. Una gran idea, pero...—Leonora fingió pensar y luego la volvió a ver— ¿Quién manda entre ustedes dos? ¿Negro o tú?
La mujer tardo un poco en contestar.
—Ambas— se decidió al fin con la respuesta.
Leonora sonrió y negó.
—Mentira, lo veo. Todo se hace como manda y ordena Negro, te ha dejado de lado en todo. ¿Por qué lo has permitido Sombra? — pregunto la joven alzando una ceja— Todo se hace como ella dice y quiere. Tú mismo nombre lo dice, eres la sombra de tu hermana— sonrió la joven provocando una confusión en la mujer.
Leonora miro hacia el techo del templo de madera y sonrió.
—No necesito morir para cumplir lo que quieres. Solo debes matarla y ya.
—¿Por qué mi hermana lograría completar el ritual?
Leonora la miro.
—Vamos Sombra, tú sabes más que nadie que tu hermana y tu son vírgenes. Lo sé. Solo las personas vírgenes se alzan mucho ante los ojos del demonio. Ante los ojos de él— señalo con la cabeza al demonio que estaba en el techo, luego regreso sus ojos a la mujer— ¿Por qué no tener todo ese poder para ti? ¿Por qué compartirlo con Negro cuando tú puedes obtenerlo y ser la favorita de el?
Antes de que Sombra pudiera contestar, Negro regreso al lugar y dejo un balde lleno de sangre al lado de la joven, la mujer miro a su hermana y le ordeno.
—Ve por la restante.
Sombra intercambio una pequeña mirada con Leonora y esta con ella sin que Negro se percatara de ello, luego la mujer salió dejando a la joven con la otra hermana.
—¿Qué es eso? — pregunto Leonora mirando los baldes de metal frente a ella.
—Sangre— contesto la mujer mirándola con una sonrisa— Ya que no eres una persona virgen he tenido una segunda opción para lograr el sacrificio. Antes de ti hubo más muertos y les extraje su sangre pura y tú la tomaras para que él al fin pueda llevarte.
Leonora sonrió para sus adentros y miro la entrada de la iglesia comprobando que la hermana Sombra no se encontraba cerca, al darse cuenta que estaba bastante lejos se giró hacia Negro.
—¿Sabes? Eres realmente astuta Negro— la mujer la miro colocando su atención en la joven rubia— Pero no lo suficiente.
Negro alzo una ceja y se acercó a la joven, coloco sus manos en los apoyos de la silla y pregunto.
—¿A qué te refieres niña? — pregunto la mujer sin despejar sus ojos negros de los azules de la joven.
—Que después de matarme tendrás que compartir esa dicha de juventud con tu hermana— Leonora negó fingiendo desilusión— Siempre teniendo que tener a tu hermana a tu lado para ser alguien importante ante él. — señalo al demonio que colgaba del techo, Negro miro al ser por algunos segundos y regreso su vista a la chica al escucharla hablar de nuevo— Cuando puedes ser la única favorita de él.
Negro la mira por algunos segundos y sonrió soltando la silla de la joven. La mujer camino hacia el cuchillo que estaba clavado en la madera y lo saco apretándolo entre su mano izquierda mientras miraba la entrada.
—Jamás había pensado en eso— hablo para sí misma Negro con una sonrisa. Leonora la miro desde la silla evitando sonreír.
Negro comenzó a caminar hacia la entrada sin dejar de apretar el arma haciendo que los nudillos de su mano se volvieran blancos ante el agarre, luego en la entrada, Sombra entro con un hacha en la mano.
—¿Qué vas a hacer Sombra? — pregunto Negro alzando la ceja.
—Dejar de ser tu sombra— contesto la hermana y levanto el hacha— Nos veremos en el infierno, querida hermana.
Y Sombra alzo el hacha
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EL DIABLO ME OBLIGÓ A HACERLO¹
HorrorEn la universidad de Wolfworld, un grupo de jóvenes se ven envueltos en un asesinato en el cual aseguran que una fuerza extraña obligó a su compañero a cometer el acto. Cinco años más tarde, el grupo de jóvenes especializados en el área de Psiquiatr...